Inicio. MEVYT en voz. Módulo: Nuestro Planeta, la Tierra

Reflexionar acerca del origen de la vida y de las diferentes explicaciones de cómo ocurrió nos permite ampliar nuestra comprensión del mundo. De igual forma, el conocimiento de las formas en que la vida terrestre evolucionó nos facilita la comprensión de las características de los distintos organismos vivos que existen en la actualidad.

Los seres humanos nos caracterizamos por tener una actitud de búsqueda permanente. Nuestros antepasados nos heredaron el interés por tener respuestas, cada vez más satisfactorias, a preguntas que la humanidad se ha hecho desde hace miles de años.

La evolución, biológica y social de la humanidad nos hace actuar con decisión para conquistar nuevos conocimientos y explicaciones más amplias del mundo del que formamos parte.

Realiza los ejercicios 1 a 3 del Tema 3, Unidad 5, que aparece enseguida.

Fenómenos espectaculares en el cielo

Eran como las diez de la mañana; la luz del sol empezó a perder intensidad; una sombra comenzó a taparlo. Su calor ya no picaba en la piel y la temperatura empezó a bajar…

La gente estaba emocionada, en un instante parecían las siete de la noche y en lugar del Sol se observaba, a través de los lentes que nos recomendaron usar, un disco negro rodeado por un anillo de fuego…

A los tres o cuatro minutos, el disco negro empezó a dejar de tapar al Sol, la temperatura se volvió a elevar, la intensidad de la luz retomó su brillo, fue como un amanecer…

Los eclipses

Cuando la Luna, al viajar en su órbita en torno a la Tierra, se interpone entre ésta y el Sol, sucede uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares: un eclipse de Sol.

La sombra de la Luna puede ocultar total o parcialmente el disco solar; existen entonces eclipses totales y eclipses parciales. Durante un eclipse total, no sólo se produce el bello espectáculo de un cielo oscuro en pleno día, sino también se puede observar una impresionante corona solar.

Por el contrario, si es la Tierra la que se interpone entre el Sol y la Luna, entonces se produce un eclipse lunar o de Luna. Un eclipse de luna puede durar aproximadamente seis horas y también puede ser parcial o total. Es interesante notar que la sombra de la Tierra sobre la Luna siempre es circular. Los eclipses de Luna ocurren dos o tres veces al año.

Por los conocimientos que los astrónomos tienen de los movimientos de los astros, pueden predecir con gran exactitud el día y hora en que ocurrirá un eclipse.

Es importante advertir que el observar directamente un eclipse de Sol puede tener consecuencias graves en las retinas: inflamación instantánea de la córnea, ceguera momentánea, sensación de cuerpos extraños y quemadura en los ojos; o efectos posteriores, por ejemplo, al cabo de meses, la persona presenta disminución de agudeza visual, dificultad para leer, alteración de formas y colores. Las primeras lesiones son reversibles, es decir, que pueden curarse, mientras que las segundas son lesiones permanentes. En ambos casos, ante los primeros síntomas, es importante acudir al médico u oftalmólogo.

Escucha la siguiente nota periodística:

Se registran sismos en Ciudad de México, Acapulco y otros estados.

Autoridades de Protección Civil de Guerrero informaron que al­gunas viviendas resultaron afectadas por los sismos registrados esta madrugada, mientras que en otros estados no se reportaron daños materiales ni víctimas. La Unidad Estatal de Protección Ci­vil de Guerrero señaló que lleva a cabo recorridos de revisión en municipios de la Costa Grande ya que en esa zona tuvo su epi­centro el temblor de 6.3 grados Richter.

Autoridades de Protección Ci­vil de Oaxaca reportaron que por estos movimientos telúricos no se registraron afectaciones, y sólo en la zona de Valles Centrales se sintie­ron con mayor intensidad. Mien­tras que en Tlaxcala se dijo que los sismos no ocasionaron afectaciones materiales ni humanas, aunque de forma preventiva se realiza un monitoreo en los 60 municipios del estado.

En el Distrito Federal, 14 familias fueron desalojadas esta madruga­da de un edificio en la delegación Benito Juárez, presuntamente afec­tado por los sismos de la madrugada de este viernes. Personal de la Dirección de Protección Civil de la delegación Benito Juárez pro­cedieron a la evacuación de las familias.

Los sismos suceden por movimientos de la corteza terrestre. La corteza superficial de la Tierra está dividida en una serie de placas, algo parecido a un rompecabezas. Éstas pueden chocar y provocar sismos que se propagan en ondas, desde el lugar de origen denominado epicentro hasta donde lleguen las ondas, causando un temblor o sismo.

Durante 1999, uno de los desastres que más afectó a estados del centro y sur de México fue el de las inundaciones. Éstas fueron causadas por lluvias continuas que disminuyeron la capacidad de absorción del suelo. Algunas de las consecuencias de este tipo de desastre fueron la pérdida de vidas humanas, animales, cosechas, otros bienes materiales y graves daños en extensas áreas dedicadas al cultivo. Otra causa importante de las inundaciones son los huracanes o ciclones que son tormentas tropicales con vientos que pueden alcanzar velocidades mayores a 118 kilómetros por hora.

Los riesgos y peligros de algunos fenómenos naturales se convierten en desastres si ocurren donde vive gente. Por desgracia, la población, motivada por distintas razones, como la desinformación, la falta de prevención, la pobreza, el crecimiento demográfico, la migración en busca de fuentes de trabajo, la falta de planeación, entre otras, se ubica en lugares de riesgo. En muchas ocasiones, las consecuencias de los desastres se deben a errores humanos.

En la Ciudad de México y la zona metropolitana del Estado de México viven casi 20 millones de personas, a pesar de ser una zona sísmica y volcánica. Existen, además, miles de familias asentadas en barrancas y zonas de minas.

En el sur y el oeste de Estados Unidos se presentan con frecuencia sequías, incendios, huracanes y terremotos, sin embargo, en los próximos años se espera, un crecimiento de la población de entre 30 y 50% de la actual de estas zonas.

Las erupciones volcánicas provocan grandes desastres en los lugares donde se localizan; cuando se dan estos fenómenos naturales ocasionan cambios en el paisaje y modifican la forma de vida de los seres vivos que habitan cerca. Un ejemplo de erupción que transformó la forma de vivir de las comunidades de los alrededores fue el volcán Paricutín, en Michoacán, que comenzó a surgir el 20 de febrero de 1943; uno de los pueblos más dañados fue Parangaricutiro.

En México se ha declarado al 9 de octubre el Día de la Reducción de Desastres Naturales.

Varios países donaron 40 millones de dólares a Guatemala, para apoyar los esfuerzos de reconstrucción tras los daños ocasionados por el huracán Mitch, durante el mes de octubre de 1998, que dejó 9 mil muertos. El donativo será utilizado para fortalecer la producción agrícola y diseñar programas para prevenir desastres y luchar contra epidemias.

Sociedad y desastres

Los desastres forman parte de las experiencias más difíciles para la vida de las personas, ya que sus consecuencias sociales van desde la pérdida de bienes materiales, hasta la irreparable pérdida de vidas humanas y la afectación emocional o psicológica de las víctimas.

Los desastres ocurren en casi todas las regiones y países del mundo y son causados por fenómenos naturales, o por la intervención accidental o premeditada de los seres humanos.

Se sabe que algunos de los fenómenos naturales, como los terremotos, las erupciones volcánicas y los tifones, no pueden ser prevenidos, pero se puede hacer y se está haciendo mucho para reducir tanto la pérdida de vidas humanas como los daños que se ocasionan en las construcciones, las propiedades y en el patrimonio social en general.

En la actualidad el movimiento de personas hacia los centros urbanos, considerados zonas de alto riesgo, es imparable. Llevadas por el desempleo y la miseria en las áreas rurales, las personas ocupan terrenos propensos a desastres en los márgenes de las ciudades: pendientes inestables, quebradas y riberas de ríos, edificaciones de construcción limitada y con pésimo mantenimiento.

Las inundaciones, uno de los desastres más frecuentes, son causadas por la disminución de la absorción del agua en la superficie, por el concreto y la compactación del terreno en las ciudades; los trabajos de ingeniería que cambian el curso de los ríos y debilitan los sistemas de drenaje urbano son también factores que provocan inundaciones repentinas e inesperadas.

En un terremoto, otro de los desastres más frecuentes y destructivos, 80 por ciento de las muertes se debe al derrumbamiento de los edificios y casas. Las edificaciones de ladrillo sin refuerzos de concreto son peligrosas; por otro lado, existen muchas viviendas de madera y de otros materiales que las hacen frágiles frente a un desastre.

Ante esto, los reglamentos de construcción deben ser estrictamente aplicados. Los ciudadanos y las autoridades deben vigilar la acción de los planificadores de desarrollo y evitar el uso de áreas propensas a peligros.

Las personas también pueden prevenir si toman precauciones. Una manera muy útil es elaborar un plan familiar debe tener que contenga lo siguiente:

1. Revisar el estado que guarda la construcción de nuestra casa, sus instalaciones y el mobiliario, así como los peligros que puedan presentar los alrededores, con el fin de detectar y eliminar riesgos para que la casa ofrezca la máxima seguridad.
2. Diseñar rutas con vías de escape o evacuación y salidas más seguras y próximas para alejarse del lugar de riesgo.
3. Prepararse para tomar las decisiones más adecuadas y hacer frente al desastre, de acuerdo con las circunstancias de la situación que se pueda presentar y así saber qué hacer.
4. Realizar periódicamente ejercicios o simulacros en el hogar para estar siempre preparados.

Estas acciones no son costosas. La conciencia pública debe actuar a favor de la prevención y acción solidaria en caso de desastres. La experiencia del sismo de septiembre de 1985, ocurrido en la Ciudad de México, demostró la gran capacidad de la sociedad para enfrentar los momentos de dolor y angustia posteriores al sismo, ayudando de muchas formas; las personas aportaron su fuerza y voluntad para levantar a la ciudad.

Cuando se combina el esfuerzo de los habitantes con la voluntad política de las autoridades se tienen mejores resultados. Alertar a la población de un desastre, con la mayor anticipación posible, reduce considerablemente sus consecuencias. Debe exigirse el uso de los avances tecnológicos para ganar tiempo a los desastres.

Los aspectos mencionados son importantes, pero algo todavía más importante es un cambio de actitud en la población. Muchos de los desastres son resultado de nuestras propias faltas, y frente a los desastres, que no podemos prevenir, sí podemos evitar la pérdida de muchas vidas y la gran destrucción si llevamos a cabo e influimos para que se cumplan las acciones anteriores. Los preparativos para un desastre deben formar parte integral de todo desarrollo social.