Realiza el ejercicio 1 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Tema 4. Los animales y los microorganismos

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Las plantas son importantes, porque con ellas inician todas las cadenas alimenticias. También porque ayudan a conservar el suelo del planeta, que es un medio en el que se desarrollan muchas formas de vida.

La mayoría de las plantas son capaces de alimentarse por sí mismas, pero necesitan que les ayudemos a proteger y limpiar el ambiente, que es donde ellas encuentran sus nutrientes.

Tanto las plantas como los animales, así como los microorganismos forman parte de los diferentes reinos que existen en la Tierra; en el siguiente tema hablaremos con mayor amplitud de estos últimos.

Unidad 2. Ejercicio 1. Tema 4

¿Cuáles de los siguientes animales o plantas conoces? ¿Qué puedes decir acerca de sus características? Escribe sí o no, según corresponda y después anota tu descripción.

Vaca

Medusa

Mantis religiosa

Perro

Esponja tubular

Árbol

Maíz

Zacate

Anémona

Gallina

Camello

Coral

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Existe un tipo de esponja que algunas personas usan para bañarse, es el esqueleto de un animal de mar. Cuando ya no existe su tejido vivo, se lava, se blanquea y se corta en pedazos para su venta. Las esponjas, al igual que las medusas, las anémonas y los corales son animales.

Realiza el ejercicio 2 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 2. Tema 4

Desde hace millones de años, los humanos hemos convivido con los animales de varias maneras.

Escribe alguna anécdota personal o una canción que trate acerca de lo importante que haya sido un animal para una persona que conozcas o para ti.

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El halcón y el rey (fragmento)

Entre los indígenas tzetzales de Chiapas se cuenta que existió un rey que salió a cazar una liebre en compañía de su halcón. Después de mucho andar, vio que no llevaba agua para beber, pero decidió seguir adelante, hasta que encontró una liebre y la mató; el halcón voló y se la trajo al rey, quien la preparó para comer.
Sin embargo, el rey tenía la garganta seca porque no podía pasar la carne, así que fue a buscar agua. Encontró una peña húmeda de la que caía una gotita que pacientemente recogió en su copa. Cuando estaba a punto de llenarse, el halcón la volteó de un aletazo, derramando el agua. El rey se enojó pero volvió a llenar la copa; tres veces lo hizo y tres veces la derramó el animal. Entonces, el rey sacrificó al halcón.
Luego se dio cuenta de que en la peña había una víbora.
—¡Por eso no me dejaba tomar el agua el halcón —dijo el rey—, iba yo a morir envenenado!
De regreso en su casa, pensaba: “¿Por qué lo maté si me estaba haciendo un bien?”
De tanta tristeza, el rey se mató.

Realiza los ejercicios 3 y 4 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 3. Tema 4

¿Conocías el cuento de la pista 41? Coméntalo en grupo.

Contesta esta pregunta y escribe un texto breve acerca de lo que te hizo pensar el cuento:

¿Cómo te relacionas con los animales?

Unidad 2. Ejercicio 4. Tema 4

Escucha las siguientes noticias.

Noticia 1: Un ave llamada Alca impenis desapareció del planeta, exterminada por el ser humano. En el siglo XIX usaron sus plumas para rellenar almohadas y almohadones.

Noticia 2: Desde febrero de 1997, los científicos son capaces de crear vida por medios artificiales, utilizando óvulos de una oveja viva, y están pensando en crear seres humanos de la misma manera.

Noticia 3: Los comerciantes están engordando a los animales con sustancias químicas para venderlos más rápidamente. Esas sustancias perjudican a los animales y también a quienes se los comen.

Comenta con tus compañeros del Círculo de estudio estas noticias. ¿Habían oído algo al respecto? ¿Puede el ser humano sentirse orgulloso por estos hechos? ¿Qué sabemos acerca de lo que la humanidad ha hecho en bien de toda la vida en el planeta? Discutan sus ideas.

Si lo prefieres, complementa tu aprendizaje escuchando el siguiente audio perteneciente a la Revista.

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Como nos relacionamos con los animales

En la Tierra hay muchos animales que conocemos y muchos otros que no. ¿Cómo nos relacionamos con ellos? ¿Qué significan esos seres que, como nosotros, se mueven, se desarrollan y un día mueren? ¿Qué tan importantes creemos que son?

Cuando los humanos aparecieron en el planeta, ya existía una gran variedad de animales; desde siempre hemos convivido con ellos. Al cabo de millones de años, muchos de esos animales fueron domesticados; este hecho cambió su modo de vida, con algunas ventajas, por ejemplo, tuvieron asegurada la comida para ellos y sus crías, se pusieron a salvo de otros animales que los atacaban cuando vivían en forma silvestre y aumentó su tiempo de vida al tener la atención médica de los humanos.

A cambio de eso, los animales domesticados protegieron a la gente del ataque de animales feroces y de otros que dañaban sus cosechas, su ganado o sus propiedades, por ejemplo, lobos, coyotes, insectos y ratas. Los animales domésticos también se utilizan para alimentar a las personas y a otros animales, para facilitar el trabajo que requiere fuerza y como medio de transporte.

Hay animales de los que se obtienen muchos beneficios, por ejemplo, la vaca. A partir de su leche se procesan muchos otros productos; su carne se come y con su piel se hacen zapatos, bolsas, cinturones y ropa. Algunos, como el perro, el caballo y el gato, entre otros, dan a las personas compañía y afecto.

Actualmente, sabemos que muchos animales están en peligro de desaparecer para siempre, y la causa principal es la destrucción del ambiente donde viven. Muchos otros animales mueren al ser cazados o pescados para aprovechar su piel y otras partes de su cuerpo. Es el caso de los jaguares, tigres, leopardos, panteras, monos, cocodrilos, tortugas, ballenas elefantes y rinocerontes, entre muchos más.

El ser humano constantemente invade los espacios que antes eran ocupados únicamente por otros animales. Como resultado de las actividades que realiza, los expone a la muerte, algunas veces porque se envenena el ambiente con insecticidas u otros productos, y otras porque no se adaptan a las nuevas condiciones del medio. No son pocos los animales que mueren al cruzar las carreteras, o las aves que se electrocutan con los cables eléctricos.

Pero tal vez lo más absurdo e incom­prensible es la caza por deporte, que es una importante causa de desaparición de algunas especies animales.

El concepto humano de progreso parece no tener límites. Desde hace algunos años, los científicos han encontrado la manera de crear seres vivos sin necesidad de que se apareen los animales, a esto se le llama clonación y es un procedimiento que permite que nazcan seres idénticos, como los gemelos. En la naturaleza, algunos seres vivos se reproducen por clonación, por ejemplo, los gusanos planos, algunas algas y la planta llamada diente de león, pero en esos procesos no interviene el ser humano. En 1997 se realizó la primera clonación de una oveja a la que llamaron Dolly.

Las consecuencias de este tipo de acciones aún no se conocen con certeza. Sin embargo, personas de distintas partes del mundo se preguntan si el ser humano tiene derecho a manejar la vida de otros seres.

Durante siglos, el ser humano se ha impuesto sobre muchas otras for­mas de vida. Ciertamente tiene capacidades que no tienen otros animales. También es cierto que puede sobrevivir en distintos ambientes. La pregunta es:

¿Eso le da derecho a poner en riesgo otras formas de vida? ¿Es la destrucción una buena muestra de la inteligencia humana?

El ser humano aún necesita aprender nuevas y mejores formas de relación con los recursos que hay en la Tierra, entre ellos los animales. Es necesario reflexionar qué estamos haciendo como miembros de este mundo, y qué podemos hacer para mejorarlo.

Existen personas que valoran la vida de los animales y hacen grandes esfuerzos para que los demás humanos respeten todas las formas de vida que hay en la Tierra. Con ese propósito se han formado aso­ciaciones que luchan por los derechos que tienen los animales a vivir. Podemos cooperar y participar en las acciones que éstas promueven. Todos los organismos de este planeta tenemos igual derecho a desarrollarnos y a vivir en él.

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Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se miraba largamente al espejo buscando su ansiada autenticidad. Luego pensó que su propio valor estaba en la opinión de la gente y comenzó a hacer todo para buscar la aprobación y el reconocimiento de los demás.
Se dio cuenta de que lo que más admiraban de ella eran sus piernas, de manera que hizo mucho ejercicio y, dispuesta a cualquier cosa para que la consideraran una rana auténtica, se dejó arrancar las ancas, y los otros la comían, pero ella alcanzó a oír con amargura cuando decían: “¡Qué buena rana, parece pollo!”

Este cuento es del escritor guatemalteco Augusto Monterroso.

Realiza el ejercicio 5 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 5. Tema 4

Contesta las siguientes preguntas.

¿Qué quiere decirnos el cuento de la rana?

¿Logró la rana lo que se proponía?

¿Encuentras alguna utilidad en este tipo de narraciones?

¿Por qué crees que Monterroso, el autor del cuento, utilizó a un animal como personaje central de su historia?

¿Conoces otra historia, refrán o dicho popular que se valga de un animal para transmitirnos alguna enseñanza?

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El ser humano ha sido capaz de apreciar la belleza de los animales. Muchas religiones del pasado veneraron al águila, al halcón, al tigre y al leopardo, entre otros animales.

Antes y ahora, las personas han querido poseer las cualidades de fuerza, astucia, ligereza y coraje que ven en otros seres vivos del reino animal. También han asociado a algunos de ellos con la sabiduría, por lo que por medio de personajes y de sus experiencias, muestran al resto de la humanidad enseñanzas y consejos para vivir mejor.

La humanidad ha establecido muchas formas de relación con los animales del planeta, por ejemplo, la ayuda, la compañía y protección mutuas. Otras formas de convivencia han llevado a las personas a invadir el ambiente natural, con graves daños para la vida animal.

Es importante reflexionar que el ser humano es también un animal y que los otros animales tienen derechos que también debemos respetar.

Realiza el ejercicio 6 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 6. Tema 4

Escribe una lista de tres animales que forman parte de tu vida diaria o de tu comunidad y lo que sepas acerca de cómo nacen, de qué se alimentan y en qué ambiente se desarrollan mejor.

Si lo prefieres, complementa tu aprendizaje escuchando el siguiente audio perteneciente a la Revista.

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La clasificación de los animales

Hay algunas características que hacen un poco más fácil distinguir a un animal de una planta, por ejemplo, un animal es un organismo que nace de un huevo o del vientre de otro ser vivo, se mueve y puede desplazarse, tiene un órgano para alimentarse y se come a otros seres vivos para nutrirse. Pero resulta menos fácil distinguir a los diferentes animales entre sí.

Mucha gente clasifica a los animales por lo que acostumbran comer, o por el lugar donde viven, por su apariencia, o por lo que hacen.

Estas clasificaciones pueden ser útiles en algunos casos, pero en otros no, por ejemplo, se dice que todos los animales se mueven y que las plantas no. Sin embargo, sabemos que las plantas abren o cierran sus flores siguiendo la luz. Por el contrario, hay animales que no se mueven, por ejemplo, algunos organismos marinos, como el coral, la anémona, las esponjas y otros, que se encuentran fijos a las rocas y para conseguir su alimento esperan que las corrientes de agua lo acerquen a ellos.

Se pueden utilizar semejanzas y diferencias para clasificar a los animales; de esta o cualquier otra forma, siempre resulta sorprendentemente complejo tratar de agrupar a todos los animales que se conocen.

Una de las clasificaciones distingue a los animales en dos grandes grupos: los que tienen columna vertebral, vertebrados, y los que no la tienen, invertebrados.

El grupo de los invertebrados reúne a muchos animales, tanto terrestres como acuáticos. Por ejemplo, la esponja de mar, la medusa y todos los tipos de gusanos, como las lombrices que viven en el suelo y las que están dentro del cuerpo de otros animales. Tampoco tienen columna vertebral el caracol, pulpo, calamar, ostra, almeja, erizo, estrella de mar, cangrejo, araña, saltamontes, ni muchos insectos.

El grupo de los vertebrados está formado por todos los peces y por animales como la rana y la salamandra, que son animales que pueden vivir en el agua y en la tierra. También son vertebrados la tortuga, el caimán, la serpiente y todas las aves, grandes y pequeñas. El ser humano pertenece a este grupo, junto con la ballena, el delfín, el mono y muchos otros.

En esta clasificación se juntaron animales que tienen una semejanza, pero entre ellos existen diferencias importantes, a partir de las cuales se pueden clasificar de otra forma. Por ejemplo, tanto la rana como el ser humano tienen columna vertebral, pero la rana nace de un huevo, mientras que un humano nace del vientre de su madre.

Por esa y otras características, el humano es un mamífero, a diferencia de la rana, que forma parte de otro grupo: es un anfibio. Otro ejemplo es el de la ballena y la trucha, ambas tienen columna vertebral y viven en el agua, pero la trucha es un pez que se alimen­ta de pequeños organismos marinos, mientras que la ballena es un mamífero que durante sus primeras etapas de vida toma leche del cuerpo de su madre.

¿Por qué es necesario clasificar a los animales? ¿Para qué sirve saber esto?

Tal vez no parezca importante saber que el delfín es un mamífero y no un pez, aunque viva en el agua y nade. Dentro de las leyes naturales es común a todos los seres vivos que exista la necesidad de conocerse, a veces para defenderse de otros seres y a veces para vivir de mejor manera; parece que es así como han logrado sobrevivir los organismos que actualmente existen.

El ser humano también necesita saber cómo son y cómo viven otros animales, para cuidar de ellos o para protegerse de otros. Muchos animales necesitan el cuerpo humano para vivir, dentro o fuera de él, y algunos sólo vi­ven dañando al cuerpo que invaden. También para defendernos del ataque de aquellos que nos superan en fuerza.

Sobre todo, los humanos debemos aprender a distinguir a los animales del mundo para conocerlos mejor, para comprender distintas formas de vida, diferentes de la nuestra, y aprender de ellas, y para tratar de interferir lo menos posible con su desarrollo y preservar la vida de otros habitantes del planeta. El ser humano debe demostrar que tiene la capacidad de reconocer que los organismos necesitamos unos de otros para vivir, y que al dañar a los animales, afectamos el equilibrio de la vida en la Tierra.

Realiza el ejercicio 7 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 7. Tema 4

Elabora un texto con lo que te pareció más importante del texto anterior

Escucha el audio que aparece a continuación.

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A lo largo del tiempo, los animales se han clasificado de diferentes maneras. Actualmente algunos de los grupos en los que se pueden incluir los animales que se clasificaron en las actividades anteriores son los siguientes: invertebrados, peces, reptiles, anfibios, aves y mamíferos.
Esta clasificación nos ayuda a distinguir sus principales características, a conocer más acerca de su forma de vida y a apreciarlos mejor.

Realiza los ejercicios 8 y 9 del Tema 4, Unidad 2, que aparecen enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 8. Tema 4

Escucha las siguientes descripciones.

Responde la siguiente pregunta.

¿Puedes identificar si en las situaciones descritas hay microorganismos o microbios? Explica tu respuesta.

Pregunta a tus compañeros qué contestaron en este ejercicio y discutan sus ideas.

Unidad 2. Ejercicio 9. Tema 4

Busca un lugar con agua estancada. Recoge, en un frasco, un poco de esa agua y fíltrala o cuélala, usando un pedazo de tela de tejido apretado. Responde las siguientes preguntas.

¿Cómo es el agua que colaste?

¿Qué quedó en la tela?

¿Reconoces alguna forma de ser vivo en la tela?

En los residuos que observaste en la tela hay microbios que viven en el agua, pero no los puedes ver por su tamaño tan pequeño. ¿Cómo será un microbio? ¿Cómo te lo imaginas? ¿Qué forma tendrá? ¿Qué color? Comenta con algunos compañeros tus ideas.

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Los microorganismos son seres que no se pueden observar a simple vista. Para observarlos se requiere usar un microscopio. Algunos son benéficos y otros son perjudiciales.

Los microorganismos que causan enfermedades son conocidos como microbios patógenos. Es importante conocerlos porque con ellos convivimos más de lo que imaginamos.

Mucha gente tiene la impresión de que todos los microorganismos son dañinos. Esto se debe a que muchas enfermedades provocadas por un hongo, un virus o una bacteria han sido causa de desastres para la humanidad. Pero es necesario aclarar que sólo 250 tipos de microorganismos, aproximadamente, entre todos los que se conocen, son los que dañan la vida humana.

Realiza el ejercicio 10 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 10. Tema 4

Anota las enfermedades que más padecen las personas de tu casa, cómo las curan y si saben qué las causa. por ejemplo, la gripe se cura tomando muchos líquidos y guardando reposo, siendo ocasionada por un virus que se contagia por el estornudo o tos de un enfermo.

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En la conquista de América, los microbios patógenos que trajeron los españoles fueron la causa de la viruela, el tifo, la lepra, enfermedades pulmonares, estomacales, el tétanos, la fiebre amarilla y la caries.
Los mexicas pobladores de Tenochtitlan caían muertos porque eran enfermedades nuevas para las que sus cuerpos no tenían ningún tipo de defensa o anticuerpo.

Realiza el ejercicio 11 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 11. Tema 4

Una de las mejores muestras de que los microbios pueden ayudarnos es que con algunos de ellos se pueden combatir las enfermedades que causan. Un ejemplo de esto es la penicilina.

¿Sabes cuándo y para qué es útil la penicilina? Escríbelo brevemente.

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Los microorganismos también viven sobre nuestro cuerpo y dentro de él. Los que nos benefician son los que ayudan a nuestro organismo a funcionar mejor. Por ejemplo, algunos viven en nuestro intestino y contribuyen a la digestión de los alimentos.

Los microorganismos también son componentes de la naturaleza. Muchos de ellos viven en el ambiente; otros viven dentro y sobre los cuerpos de plantas y animales. Casi toda la gente teme a estos organismos y muy pocos conocen los beneficios que estos seres vivos aportan al planeta.

Los microorganismos son muy diferentes en su forma, en la manera como consiguen su alimento y en la forma en que se relacionan con los demás seres vivos. También difieren en el modo en que viven en este planeta.

Muchos microorganismos, en alguna fase de su vida, se reproducen aceleradamente y son capaces de tener hijos a los 20 minutos, nietos a los 40 minutos y biznietos a los 60. En condiciones favorables, al cabo de tres horas, un solo microorganismo habrá dado lugar a unos mil descendientes.

En algo se parecen los diferentes microorganismos: son capaces de vivir en casi todos los lugares del planeta. Se han encontrado bacterias en el agua, en el suelo, en los seres vivos, en los alimentos y también en el aire.

Pueden vivir en lugares donde otros seres lo harían con dificultad o morirían. Por ejemplo, en las regiones heladas cercanas a los polos de la Tierra o en los alrededores de los géiseres, que son chorros de agua potente y caliente que brotan de la Tierra.

En cada uno de los sitios que habitan producen efectos en el medio ambiente: a veces lo dañan, pero casi siempre lo benefician.

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Los microbios y la vida en el planeta

Los microbios o microorganismos son los organismos vivientes más pequeños sobre la Tierra; algunos de ellos no pueden ser clasificados como plantas ni como animales. Los microbios más conocidos por la mayoría de la gente son los virus, las bacterias y los hongos.

Todos los microbios se alimentan, algunos se mueven y todos se reproducen. Su tamaño tan pequeño facilita que sus funciones vitales ocurran con gran rapidez, por eso se reproducen por millones en unas cuantas horas, pero difícilmente sobreviven mucho tiempo. Algunos microbios tienen gran resistencia a altas y bajas temperaturas y son capaces de sobrevivir en condiciones extremas, que matarían a otros seres vivos; algunos tienen la capacidad de reducir sus funciones vitales casi totalmente, y permanecen como dormidos hasta que las condiciones mejoran.

Como su nombre lo sugiere, estos organismos son visibles sólo con ayuda de un microscopio, pero algunos llegan a juntarse en tal cantidad que podemos verlos. Por ejemplo, las ranuras donde se juntan los azulejos de las paredes de baño y cocina, con el tiempo se ven negras, en parte es a causa de microorganismos que se acumulan en esas zonas. También, si dejamos varios días el pan o las tortillas dentro de una bolsa, la humedad hace aparecer algunas coloraciones blancas, como algodoncillo, o rojizas, son grandes cantidades de hongos microscópicos.

Lo que conocemos acerca de los microbios, por lo general, nos hace temerlos. Sabemos que algo que no vemos es capaz de provocar muchas y peligrosas enfermedades. Si nos acercamos un poco más a la vida microscópica, podremos apreciar otras características de los microbios.

Los virus son microorganismos que infectan a los seres vivos y los destruyen para poder vivir y reproducirse; los virus infectan incluso a otros microbios. Este microorganismo intriga a los científicos, que no saben si considerarlo ser vivo o materia no viva, ya que se encuentra vivo dentro del cuerpo del organismo que infecta, pero cuando es expulsado al aire y no invade a otro organismo, se muere. Puede reproducirse sólo dentro de otros organismos. Los virus son los causantes de varias enfermedades en el ser humano, entre las más conocidas están el catarro común, varios tipos de gripe (como la influenza), la polio, la viruela, el herpes, la rabia; la varicela y el sida.

Algunas bacterias enferman igualmente a las personas y han causado desgracias como las epidemias que, en siglos pasados, acabaron con poblaciones enteras, tal es el caso de la epidemia de tifo, propagada entre los humanos por el piquete de un piojo que en su cuerpo lleva una bacteria. Otras producen enfermedades como tuberculosis, salmonelosis, lepra, gangrena, cólera, tétanos, peste, fiebre tifoidea, difteria y neumonía. La bacteria que causa la sífilis vive en la sangre y en otros líquidos corporales y puede dañar el sistema nervioso.

Algunos hongos microscópicos son otros microbios que también pueden causar daños a la salud si se ingieren junto con alimentos en estado de descomposición, como pan, fruta, tortilla, semillas, cacahua­tes y nueces. De éstos, algunos resultan ser muy dañinos si se consumen en grandes cantidades.

Los microorganismos dañan incluso las cosas y los materiales; por ejemplo, descomponen las construcciones de madera si están húmedas, corroen las tuberías de hierro y las piedras de los edificios, alteran algunos productos plásticos y degradan las pinturas.

Sin embargo, muchas bacterias y hongos no causan ningún daño a otros organismos, por el contrario, los favorecen. Por ejemplo, algunos animales que comen yerba y no pueden digerirla, como las vacas y las ovejas, necesitan millones de estos microorganismos en su estómago.

Otras bacterias benéficas viven en los tejidos internos y en la piel. También gracias a algunas bacterias se procesan algunos productos alimenticios como el queso, el yogur, el vino y los adobos. La industria las emplea para curtir cueros, conservar granos y producir tabaco, medicamentos y detergentes, entre otros artículos útiles. Algunos hongos de gran tamaño son comestibles, como los champiñones y las setas.

Un gran descubrimiento de los científicos del siglo XIX fue identificar que se podía combatir a los microbios con otro tipo de microbios. Así, en 1930 se elaboraron los antibióticos, sustancias que producen algunos hongos y bacterias y sirven para destruir a los virus, las bacterias y los hongos que dañan a otros seres vivos.

Muchos microbios son muy importantes para reintegrar sustancias a la tierra, por ejemplo, los que viven en el suelo y descomponen los organismos muertos de plantas y animales. De ese modo, libran al planeta de cadáveres y ayudan a fertilizar la tierra. Algunas bacterias están relacionadas con la siembra de plantas, como el frijol y otras leguminosas; en el proceso de crecimiento de la planta, la bacteria unida a la raíz de la planta enriquece el suelo.

Realiza el ejercicio 12 del Tema 4, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 12. Tema 4

Piensa en lo siguiente: si el planeta ha sido poblado por tantos seres vivos, durante millones de años, ¿dónde están los restos de sus organismos muertos?, ¿por qué la Tierra no se ha cubierto de cadáveres, de vegetación muerta y de desechos como los excrementos?

Escribe lo que piensas y después intercambia los resultados con integrantes del Círculo de estudio y complementen sus respuestas.

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Se calcula que la cantidad de bacterias que hay en la boca de una persona es mayor que el número de toda la gente que ha vivido sobre la Tierra.

En una cucharada de agua no contaminada hay alrededor de 1 millón de bacterias; en una gota de agua de charco podría haber más de 50 millones de bacterias; y en una cucharada de tierra podrían encontrase viviendo varios billones de estos organismos.

Los microorganismos son los seres vivos más pequeños del planeta. Los más conocidos por la mayoría de la gente son los virus, algunos tipos de hongos y las bacterias. Algunos microbios nos dañan, pero muchos otros nos benefician. Por ejemplo, los microbios se usan para hacer pan, fabricar medicamentos, producir alcohol y otros productos. En el planeta, los microorganismos también son necesarios para enriquecer el aire y el suelo, y para limpiar su superficie de los cadáveres y las sustancias en descomposición.

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