Tema 3. La diversidad del mundo vivo

Los seres vivos que habitamos el planeta somos muchos y con muchas diferencias entre unos y otros. Es importante tratar de conocernos para comprendernos y para encontrar mejores formas de convivencia.

Cuando en el planeta se dieron condiciones más favorables para la vida, como aire, agua, luz, temperatura adecuada y nutrientes de cierta calidad y en gran cantidad, los organismos empezaron a multiplicarse, pero también a diversificarse. Esto quiere decir que en la naturaleza empezaron a surgir, poco a poco, organismos muy distintos unos de otros.

Estos organismos desarrollaron y perfeccionaron diferentes modos de nutrirse, de respirar, de comportarse y relacionarse, lo que dio lugar a una gran variedad de formas de vida.

La humanidad debe reconocer el derecho de todos los seres vivos a existir y a desarrollarse en la Tierra.

Unidad 2. Ejercicio 1. Tema 3

Comenta con tus compañeros y escribe:

¿Es importante clasificar los seres vivos del planeta, es decir, conocer sus características y agruparlos?

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Una de las razones por lo que no conocemos la totalidad de las comunidades de seres vivos que existen es que continuamente se descubren otros organismos, gracias a la investigación y a la invención de aparatos más poderosos.

Hace más de 2 mil años, el filósofo griego Aristóteles propuso poner un orden para clasificar lo existente.

Clasificar quiere decir “ordenar en clases o grupos”. Desde entonces, la clasificación de lo que existe en el planeta ha servido para avanzar más y mejor en el conocimiento de la vida.

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La importancia de la clasificación

Desde hace miles de años, los seres humanos se dieron cuenta de que había gran cantidad de organismos y que era difícil conocerlos a todos.

Algunas personas buscaron procedimientos para facilitar su estudio. Con ese propósito, Aristóteles, el filósofo griego que vivió entre los años 384 y 322 antes de nuestra era, trató de agruparlos y crear una forma especial para nombrarlos; para ello, consideró su grado de sencillez o complejidad y su comportamiento; también pensó que había seres inferiores y seres superiores, entre éstos, el ser humano.

Al paso del tiempo, las agrupaciones que propuso Aristóteles no resultaron prácticas, pero hasta la fecha se le reconoce el mérito de haber mostrado la necesidad de ordenar el conocimiento de los seres vivos, formando grupos, en los que un grupo mayor abarcaba a todos los otros.

Después de él, otros pensadores crearon otras agrupaciones, fijándose en la apariencia, la función y hasta la utilidad de los organismos.

Algunos más los agruparon por la semejanza en el ambiente donde vivían o por lo que comían.

En el siglo XVIII, Carlos Linneo tomó en cuenta las semejanzas en la forma y la estructura que un organismo tenía con otras formas de vida.

Creía que los animales que eran más parecidos en su forma pertenecían al mismo grupo, y los que eran menos parecidos podrían ser parte de grupos diferentes. Llamó reino a cada grupo grande de organismos; esta división incluía a otras más pequeñas, hasta que casi todos los organismos ocuparon un lugar en su sistema de organización. También pensó en la importancia de dar un nombre específico a cada organismo.

A este sistema de agrupación le llamaron clasificación, y muchos de sus procedimientos siguen vigentes, aunque con algunas modificaciones.

Durante mucho tiempo, la clasificación más conocida fue la que agrupó a todos los seres vivos en animales y plantas. Pero al inventarse aparatos como el microscopio, se descubrieron algunos organismos que mostraban características propias, diferentes de esos dos grupos.

Doscientos años después de las investigaciones de Linneo, los científicos han elaborado una clasificación que agrupa a los seres vivos en cinco reinos: el de los animales, el de las plantas, el de los hongos, el de las bacterias y otro de organismos que, al igual que las bacterias, no son considerados ni animales ni plantas. Muchos de los organismos de los tres últimos grupos son de un tamaño tan pequeño que sólo se ven con el microscopio, por eso se les llama microscópicos o microbios.

Esta clasificación es más complicada que las realizadas antes, pero tiene la ventaja de que, además de considerar las características físicas o anatómicas de los organismos, también toma en cuenta sus etapas de desarrollo y la presencia o ausencia de ciertas sustan­cias químicas en sus células.

No obstante, la clasificación en cinco reinos a veces resulta insu­ficiente, debido a que existen formas microscópicas cuyas características no permiten incluirlas en los grupos anteriores. Algunos de los microbios que hacen necesario un nuevo reino son los virus; éstos no pueden moverse ni crecer, y sólo son capaces de reproducirse cuando están dentro de una célula viva. Estos microbios son la causa de muchas de las enfermedades que padecemos. También resulta difícil clasificar a las algas, pues algunas de ellas tienen mucho parecido con las plantas, pero se reproducen de manera diferente.

Clasificar nos sirve para organizar y ordenar. En nuestra vida diaria clasificamos y agrupamos diferentes objetos, plantas o animales, aun sin llamar clasificación a nuestra forma de proceder. El orden que obtenemos al agrupar lo que queremos conocer o las cosas que tenemos, hace que resulten más fáciles nuestras tareas.

Una de las enseñanzas importantes que han dejado las distintas formas de clasificar es que resulta difícil formar grupos perfectos que abarquen a la gran diversidad de seres vivos que habitan la Tierra. Aun las clasificaciones más recientes son provisionales porque se siguen haciendo nuevos descubrimientos acerca de las distintas for­mas de vida. El valor principal de todas las clasificaciones es que nos han permitido conocer, cada vez mejor, a los distintos organismos que existen.

Al ordenar y estudiar el mundo de los seres vivos, el ser humano ha logrado adelantos muy valiosos. Mediante la clasificación de los seres vivos, las personas hemos llegado a reconocer que las plantas y los animales no son menos importantes que nosotros. Esto nos ha permitido ubicar nuestro lugar: estamos entre ellos, no por encima de ellos.

Realiza el ejercicio 2 del Tema 3, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 2. Tema 3

Responde la siguiente pregunta.

¿Qué reino de los que se describen en la Revista te interesó más? ¿Por qué?

La clasificación es un invento humano. Los científicos se ven obligados a cambiar las clasificaciones cuando nuevos organismos aparecen y el orden de las clases o grupos no resulta útil para incluirlos.

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La vida se diversificó en nuestro planeta cuando los organismos encontraron condiciones favorables para crecer y cambiar.
La clasificación es un procedimiento que inventó el ser humano para poder estudiar la gran diversidad de formas de vida. La definición de grupos se basa en la selección de características importantes compartidas por los integrantes de un mismo grupo. Podemos clasificarlo todo: objetos, seres vivos y hasta nuestras ideas, para analizarlos mejor y estudiarlos más fácilmente.
En la vida diaria, la clasificación resulta útil si nos permite identificar lo que agrupamos de la manera más precisa posible.
Las formas de clasificar han cambiado a medida que el ser humano ha mejorado su comprensión del mundo.

Realiza los ejercicios 3 y 4 del Tema 3, Unidad 2, que aparece enseguida.

Realiza el ejercicio del Tema 3, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 3. Tema 3

Las plantas forman uno de los principales grupos o reinos de seres vi­vos en este planeta. Se cree que las primeras plantas terrestres apare­cieron hace aproximadamente 400 millones de años, mucho tiempo antes de que existieran los dinosaurios.
¿Sabes que usos y aplicaciones tienen el algodón, la yerbabuena, el pino, el trigo y la amapola? Por ejemplo: con el algodón se elabora tela para ropa y material para los hospitales,
Intercambia tus resultados con otras personas del Círculo de estudio.
Revisen sus respuestas y observen cuánta utilidad obtenemos de cada planta. Fíjense si todos conocen los mismos usos de las cinco plantas.
Conversa con tus compañeros a partir de las siguientes preguntas.

¿Saben cuántas plantas existen en el lugar dónde viven?

¿Cuántas plantas habrá en todo el planeta?

¿Qué habrá más, plantas o animales?

Unidad 2. Ejercicio 4. Tema 3

Consigue las siguientes plantas: calabaza, helecho, musgo, pino y clavel, y contesta las siguientes preguntas.

¿Cuáles de ellas dan flores?

¿Cuáles tienen raíz?

¿En qué medio crece cada una: en el agua, la tierra, a la sombra o al sol?

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¿Cómo usamos las plantas?

Las plantas terrestres son organismos vivos que aparecieron hace más de 400 millones de años. Los restos fósiles que se han encontrado indican que los antepasados de las plantas que conocemos en la actualidad eran parecidos a las algas verdes. Las primeras plantas eran muy pequeñas, vivían en el mar, que era un ambiente con una temperatura más o menos constante y del que obtenían abundantes nutrientes, por ello no tenían raíces.

Al paso de miles de años, las plan­tas fueron cambiando. De las primeras plantas surgieron dos grupos; de ambos encontramos representantes en la actualidad. El primer grupo está formado por plantas que, como sus antepasados, viven donde hay mucha hume­dad; por ejemplo, el musgo, que crece en los bosques y también lo podemos ver en aceras, azoteas y, especialmente, en las piletas que tienen el agua estancada por mucho tiempo. Estas plantas no tienen tejido vascular o vasos con­ductores.

El segundo grupo, en donde se encuentran los helechos, los pinos y las plantas con flores, tiene características que le ayudaron a poblar diferentes lugares del planeta Tierra. Algunas de esas características son tener una raíz útil para fijarse a la tierra; absorber agua y sales minerales; poseer vasos conductores, a través de los que se transportan sales minerales y agua hacia sus partes superiores; y producir alimentos en sus hojas para alimentar a otras partes de la misma planta.

De ambos grupos hay plantas que son utilizadas por otros organismos vivos para alimentarse o para vivir en ellas. Las personas les damos muchos otros usos, por ejemplo, curar enfermedades, obtener frutos comestibles y madera para construir muebles o elaborar papel, resinas, goma y otros objetos.

El aprovechamiento de las plantas para aliviar dolencias y prevenir enfermedades es una práctica muy antigua entre los seres humanos; otros animales, como los perros, comen yerbas para curarse de problemas estomacales.

En el México antiguo, los grupos humanos desarrollaron grandes conocimientos sobre los poderes curativos de las yerbas. Al parecer, muchas de las culturas antiguas del mundo encontraron en las plantas grandes recursos para cuidar la salud.

Entre los antiguos mexicanos, la marihuana se utilizó con varios fines, como aliviar infecciones intestinales o curar el reuma y las heridas, ya que permite una cicatrización más rápida.

La amapola se menciona en tratados de medicina romanos y griegos; la llamaban “planta de la felicidad”; los árabes la utilizaron para tratar la disentería. De esta planta se extrae la morfina, una sustancia que alivia dolores extremadamente fuertes y se usa para ayudar a enfermos terminales de sida y cáncer. De la amapola también se produce una droga conocida como opio.

Numerosas sustancias utilizadas para elaborar perfumes y medicinas se extraen de las plantas con flor.

En Japón es común el empleo de algas. Algunas de ellas alivian intoxicaciones producidas por metales pesados; otras resultan efectivas contra el virus del herpes. Unas más combaten las infecciones y bajan los niveles de colesterol en la sangre. También se emplean para combatir el mal conocido como gota y algunos parásitos y para tratamientos contra el cáncer.

Los cereales forman el grupo más importante de las plantas útiles en la alimentación; entre ellos está el maíz, que fue domesticado en América hace unos 7 mil 500 años; el trigo, con el que se prepara principalmente pan y pastas; el centeno, que también se utiliza para hacer pan; y la avena, que fue domesticada hace unos 3 mil años y es el cereal más nutritivo por tener el más alto contenido de proteínas, grasas y almidones digeribles.

Las leguminosas, como lenteja, chícharo, haba, garbanzo, frijol y soya, combinadas con cereales, como el maíz o el arroz, multiplican sus propiedades nutritivas; algunas de ellas llegan a sustituir el valor nutritivo de la carne si se comen en cantidades suficientes.

Los aztecas utilizaron un alga verde como parte importante en su ali­mentación.

Actualmente, en Japón, las algas también se utilizan en la alimentación. El alga parda se come seca, frita, mezclada con arroz, hervida con azúcar y en una gran variedad de platillos. Otras algas se emplean para producir alimentos dietéticos.

Las plantas han llegado a ser tan apreciadas como alimento que algunas personas, llamadas vegetarianas, sólo comen productos vegetales, o bien, los combinan con muy pocos productos de origen animal.

Algunas plantas, como la jojoba, se emplean en la elaboración de cosméticos. La carnauba se utiliza como lubricante de motores, cera para coches, zapatos y papel. La candelilla, que está siempre presente en los desiertos mexicanos, también se utiliza para producir cera. De plantas como el girasol y el maíz se elaboran aceites comestibles.

Otras plantas se emplean para la producción de goma o látex. La uti­lidad de ese tipo de productos se co­noce desde la antigüedad. Los aztecas, por ejemplo, fabricaban pelotas a partir de una planta llamada Castilla elástica, que produce un material grueso y tan resistente que podía llegar a fracturar los huesos de los jugadores.

Las algas se emplean en la industria para la fabricación de una especie de gelatina que utilizan los dentistas, y otra que se maneja en los experimentos de laboratorio; con las algas también se producen fertilizantes para cultivos y se tratan las aguas negras.

Realiza el ejercicio 5 del Tema 3, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 5. Tema 3

Escribe tres razones por las que las plantas son importantes para ti.

Haz otra lista de tres razones por las que son importantes para nuestro planeta.

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Una de las razones por las que las plantas son muy importantes es que contribuyen a que en el planeta se recicle el aire que los seres vivos requieren para respirar.

Los científicos piensan que las plantas terrestres evolucionaron de las algas verdes que viven en el océano, es decir, que surgieron de ellas, porque tienen importantes semejanzas. Son parecidas, por ejemplo, en que las dos tienen en sus organismos un pigmento, llamado clorofila, que es el causante del color verde de la mayor parte de los vegetales y las algas.

Las plantas producen sus alimentos mediante el proceso conocido como fotosíntesis, que sucede en el interior de la planta y quiere decir "conjunción de la luz". Las plantas toman agua del suelo y bióxido de carbono del aire; luego, con ayuda de la clorofila, que captura la luz solar, transforman todo esto en un tipo de azúcar llamado glucosa, con la que se alimentan.

También elaboran otro tipo de nutrientes, como las vitaminas y ciertas grasas y proteínas.

Todos los vegetales utilizan una parte de lo que elaboran para crecer y desarrollarse, y otra cantidad la guardan como reserva. Un desecho de este proceso es el oxígeno que liberan al aire.

Así, las plantas fabrican su propio alimento, y también el de los animales que comen hierbas y el oxígeno que todos necesitamos para vivir.

Escucha la pista 5 de las Fichas de experimentos en audio y realiza las actividades que ahí se proponen.

Pista 5

Experimento: Separar la clorofila

La clorofila es un pigmento verde que capta la luz solar para producir sustancias nutritivas; se encuentra en las hojas de la planta y es posible separarla. Haz el siguiente experimento para lograrlo.

Los materiales necesarios son:

Sigue este procedimiento:

  1. Recolecta las hojas. Extiéndelas sobre una mesa y percibe sus características.
  2. Responde estas preguntas:

¿Encuentras alguna relación entre cada una de las hojas y el lugar de donde las tomaste, por ejemplo, planta de sombra o de sol, parte alta o baja de la planta?

3. Agrega el alcohol en el plato. Pasa las hojas por el agua caliente y sácalas enseguida; esto hará más rápido el resultado. Colócalas dentro del alcohol.

4. Cuenta con un reloj dos horas; después responde lo siguiente:

¿Qué textura tienen las hojas?

¿Qué cambios puedes percibir?

5. Comenta con otras personas tu experiencia. Intercambien sus resultados. Pidan ayuda a su asesor para revisar sus respuestas en esta ficha.

Realiza el ejercicio 6 del Tema 3, Unidad 2, que aparece enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 6. Tema 3

Explica con tus palabras lo que entiendes por fotosíntesis.

Escucha el audio que aparece a continuación.

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Se calcula que el oxígeno que hay en todo el planeta se renueva totalmente cada 2 mil años, gracias a los procesos de fotosíntesis. La fotosíntesis es realizada por las plantas verdes en la tierra y por las algas verdes en el agua. Aproximadamente 90% del oxígeno que existe en la Tierra proviene de las algas.

Entre los seres vivos se forma una relación alimentaria en donde uno se come al otro, que será comido a su vez, en una secuencia que parece terminar cuando el animal más grande muere y es desintegrado por organismos microscópicos.

Esta secuencia que ocurre en forma cíclica y permanente se llama cadena alimenticia, y comienza precisamente con las plantas.

Cuando un animal muere, su cuerpo es devorado, en parte, por animales que se alimentan de carroña y, en parte, por hongos y bacterias microscópicas, que viven en la tierra y descomponen los cadáveres en sus partes más simples, que se reintegran al suelo, lo nutren y permiten el desarrollo de nuevas plantas que son alimento de otros animales.

Existen miles de plantas con características muy diversas. Para todos resulta útil clasificarlas; así las conocemos y las empleamos mejor.

Realiza los ejercicios 7 y 8 del Tema 3, Unidad 2, que aparecen enseguida.

Unidad 2. Ejercicio 7. Tema 3

En equipos, elaboren dos cadenas alimenticias con las siguientes características:

  1. Que incluya a cuatro animales terrestres, entre ellos, un águila.
  2. Con la cantidad de animales que ustedes quieran, pero que incluya al ser humano.

Unidad 2. Ejercicio 8. Tema 3

Responde las siguientes preguntas.

¿Qué pasaría si hubiera muchos animales de la misma especie?

¿Qué pasaría si no existieran o se acabaran las plantas?

Las cadenas alimenticias muestran que todos los seres vivos dependemos unos de otros, y que absolutamente todos necesitamos de los componentes naturales del planeta para conseguir la energía que nos permite vivir.

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