¿Qué esperas conocer del método de la Palabra generadora para poder tener el mayor éxito posible como alfabetizador? ¿Pasos, recursos para el aprendizaje, sugerencias, otros?
Lee el siguiente texto.
El método Palabra generadora se basa en palabras que forman parte del vocabulario de uso común entre la población. Esas palabras se seleccionaron, porque las personas conocen su significado y lo
pueden relacionar con su propia experiencia.
El INEA eligió este método, porque es el que se acerca más a las necesidades de las personas jóvenes y adultas y el que presenta más ventajas.
Elige la opción que responda correctamente la siguiente pregunta.
¿En qué se basa el método de Palabra generadora?
Se basa en palabras con significado fácil de encontrar por parte de personas que saben leer y escribir.
Se basa en palabras que son de uso común entre la población, haya aprendido o no a leer y escribir.
Se basa en palabras que son de uso común entre la población que todavía no sabe leer y escribir.
Se basa en palabras que son fáciles de copiar y repetir por parte de personas que están aprendiendo.
Lee el siguiente texto.
Algunas características del método de la Palabra generadora son:
Se basa en el manejo y análisis de 14 palabras de uso común entre la población.
A partir de las palabras se promueven diálogos, conversaciones y actividades en los que se reconocen los usos de la escritura y la lectura.
Estas palabras pueden relacionarse fácilmente con temas como salud, alimentación, trabajo, recreación, entre otros.
Encuentra las 14 palabras generadoras en la siguiente sopa de letras. Da clic aquí.
Este método permite:
Integrar el conocimiento del lenguaje escrito que tienen las personas.
Incorporar gradualmente todas las letras del alfabeto, mediante el reconocimiento de las sílabas, de manera sumativa.
Posibilitar la lectura y escritura de sílabas y palabras, cada vez más complejas.
Además, las personas aprenden a leer distintos materiales escritos, como libros, revistas, periódicos, letreros y otros que utilizan en su vida cotidiana.
Te recomendamos evitar decir el nombre de las letras, la repetición innecesaria, copiar planas, escribir frases sin sentido, memorizar reglas de ortografía y sintaxis, aplicar el método
mecánicamente.
Elige la opción que contenga algunas de las características del método de la Palabra generadora.
Parte de palabras de uso común entre la población, promueve conversaciones, actividades de análisis y síntesis, y establece las reglas para repetir palabras nuevas cada vez más difíciles.
Parte de palabras de uso común entre la población, promueve conversaciones, actividades de escritura y lectura, y establece las bases para aprender palabras nuevas cada vez más complejas.
Parte de palabras de uso poco común entre la población, promueve actividades de ortografía y sintaxis, y simplifica las reglas básicas para resignificar palabras nuevas cada vez más complejas.
Parte de enunciados de uso común entre la población, promueve conversaciones, tareas de copia y repetición, y establece las bases para resignificar palabras nuevas cada vez más difíciles.
Presiona sobre el nombre de cada uno de los momentos del método de la Palabra generadora para que obtengas la información básica sobre lo que se debe hacer; la información
completa la tienes en tu Guía del alfabetizador.
Los momentos que se deben recorrer en cada una de las 14 palabras generadoras son:
a) Inicia mostrando la imagen con la Palabra generadora.
En los pliegos anexos al paquete encontrarás la imagen que corresponde a cada palabra, recórtala y ponla a la vista de todas las personas.
También puedes apoyarte en las imágenes que se presentan en el Cuaderno de ejercicios.
b) Comienza un diálogo con las personas sobre un tema relacionado con la palabra que se estudia.
Trata que todas las personas participen. Si alguna no lo hace, pregúntale amablemente, pero no la obligues a contestar.
En el Cuaderno de ejercicios y en las Fichas didácticas, te hacemos sugerencias para favorecer el diálogo; algunas preguntas que proponemos son las siguientes:
¿Qué dice la palabra?
¿Cuándo la usan?
¿Qué significa para ustedes?
¿Cuántos significados puede tener?
¿Por qué es importante?
¿Con qué otras ideas o cosas se relaciona la palabra?
Por ejemplo, al estudiar la palabra pala, puedes preguntar cuál es la importancia de usar esta herramienta para facilitar nuestras labores.
Escribe algunas de las ideas que aporte el grupo para que, con tu apoyo, las personas las lean y las escriban.
La conversación acerca de temas relacionados con cada Palabra generadora, se propone como un momento inicial, pero también puedes propiciar el intercambio de ideas durante todo el proceso. Aprovecha esos momentos para que:
Todos participen
Aporten sus opiniones y experiencias.
Reflexionen de manera crítica sobre su realidad.
Aprendan unos de otros.
c) Señala nuevamente la palabra escrita y pregunta, ¿qué dice aquí?
Evita leer la palabra a menos que las personas no puedan descubrir qué dice; es importante que hagan un esfuerzo y tú debes promoverlo.
Lean juntos la palabra mientras la señalas de principio a fin, varias veces.
Después, pídeles que la lean lentamente para que escuchen las partes (sílabas) que la componen.
Pregunta cuántas partes son y escríbelas en un lugar visible, remarcando cada una de ellas.
b) Presentación de familias silábicas.
Recuerda que no se revisan las consonantes aisladamente. Para incorporar una nueva consonante se usa toda su familia silábica, es decir, la combinación de la consonante que se estudia con todas sus vocales.
Te recomendamos que los propios adultos te ayuden a buscar las cartulinas de las sílabas y de las familias silábicas para ponerlas frente al grupo.
Como puedes observar, el orden de las familias silábicas anteriores no sigue la secuencia con las vocales a, e, i, o, u, porque la idea es evitar que el aprendizaje sea mecánico, así que todas las familias se presentarán con diferente secuencia.
Haz ejercicios de lectura y de las familias silábicas. Comprueba si pueden relacionar el sonido de cada una de las sílabas nuevas con su forma escrita.
Píde a las personas que lean todas las familias silábicas y que las vayan formando con su alfamóvil para que observen la estabilidad sonoro-gráfica.
Solicítales que escriban cada sílaba en trozos de cartón o de papel para ir conformando su tarjetero silábico. Además, diles que las escriban en su cuaderno.
Ten presente que escribir es más difícil que leer. Por tanto, debes ser flexible con las personas cuando hagan sus primeros trazos. Amablemente, pídeles que corrijan sus escritos de acuerdo con el modelo que tú escribiste.
Pide a las personas que formen, lean y escriban en listas otras palabras, en un lugar visible. Cerciórate que toda palabra que escriban tenga significado. Pueden hacer muchas combinaciones desde la primera palabra generadora. Esta actividad puede ser tomada como juego por las personas del grupo, para que el aprendizaje resulte grato. Puedes pedirles que se apoyen con las tarjetas silábicas y con las letras móviles.
Algunos ejemplos son: pala, pelo, pipa, Lulú, papa, Polo, Lalo, lila, entre otras palabras.
Solicítales que lean cada palabra varias veces y en distinto orden. Recuerda que conforme vayas avanzando en el estudio de cada palabra se van sumando las sílabas anteriores. Pídeles que las escriban en su cuaderno y realicen las actividades del Cuaderno de ejercicios.
Aunque ellas puedan armar varias palabras, tú deberás preparar, de antemano, una cantidad suficiente de combinaciones para apoyar la realización del ejercicio, sobre todo en el estudio de las primeras palabras.
Oriéntalas para que elaboren enunciados con las palabras que surjan de las sílabas. Por ejemplo, “Yo le leo a Lupe” se puede escribir una vez que se hayan presentado las familias silábicas de pa y la. Con pocas sílabas ya puedes escribir ideas completas.
Anima a las personas para que encuentren palabras y expresen ideas con ellas de forma oral.
Hay elementos del lenguaje que resultan muy importantes porque nos permiten ampliar, combinar, conectar y dar más sentido a las palabras estudiadas.
Después de afirmar las palabras que se formen con las sílabas de cada palabra generadora, introduce los aspectos del lenguaje que se proponen. Se introducen con mayor facilidad cuando se trabaja con más palabras. Conviene que algunos de ellos surjan de manera natural, a partir de lo que dicen los adultos; si no sucede así, preséntalos tú. Te puedes apoyar en la información que aparece en las tablas incluidas para cada palabra y fase, que encontrarás en las páginas siguientes.
El método integra diferentes aspectos del lenguaje y de la comunicación oral y escrita a partir de las palabras generadoras:
Las sílabas, vocales y consonantes (mayúsculas y minúsculas).
Las palabras y su relación entre sí.
Los enunciados y las partes que lo componen (sustantivos, verbos, adjetivos, artículos, preposiciones, conjunciones, adverbios, sin decir sus nombres).
Los signos de puntuación y de entonación.
Los tipos de textos (recados, letreros, folletos, cartas, poemas, cuentos, etcétera).
Diversas funciones de la lengua (saludar, pedir, invitar, describir, opinar, aconsejar, etcétera).
Pide a las personas que se fijen cómo se usan estos elementos, su incorporación será paulatina, a partir de cada una de las palabras generadoras.
Solicita a las personas que observen la diferencia en el significado de algunas palabras cuando estas tienen acento o están escritas con letras diferentes y que suenen igual.
Apóyalas para incorporar otros elementos del lenguaje, como la forma de escribir las fechas, las abreviaturas, la forma de hacer algunos escritos específicos, como recados, instrucciones, etcétera.
En esta parte hay que tratar que la persona forme oraciones o enunciados, a fin de que aproveche la situación para reforzar su capacidad de expresión.
Revisa con las personas las actividades del Cuaderno de ejercicios para reafirmar la incorporación de los elementos funcionales.
Es en este momento de la integración de textos cuando más confianza se debe generar en las personas, porque al escuchar, decir y construir oraciones con sentido, se está enriqueciendo su lenguaje. Trata de que ellas mismas propongan textos que tengan un significado, en tanto que se relacionan con sus intereses particulares.
Pídeles que, en grupos de dos o tres personas, formen oraciones relacionadas con el tema propuesto. Al inicio, de manera oral; un poco más adelante, escritas.
Anota en un lugar visible los enunciados que tienen sílabas conocidas y pide a las personas que los copien, después de asegurarte que conocen su significado.
Por ejemplo:
Lee el enunciado señalándolo de principio a fin, y pídeles que lo lean después de ti.
Haz preguntas y comentarios como:
• ¿Qué dice todo el enunciado?
• ¿Dónde dice Lalo?
• ¿Qué dice aquí?
• ¿Dónde dice pala?
• ¿Qué dice aquí?
También puedes preguntar acerca del contenido con preguntas como:
• ¿Quiénes usan la pala?
• ¿En qué actividad se usa la pala?
• ¿Qué personas utilizan la misma herramienta?
• ¿Con quién compartes las actividades del campo?
Apóyalos a escribir cuando sea necesario. Procura concluir este momento pidiéndoles que escriban algunas recomendaciones o ideas para compartir lo escrito con otras personas.
En este momento del método, se busca que las personas relacionen lo que aprenden con actividades de su entorno. De esta manera, lo que aprenden tendrá mayor significado, porque lo relacionarán con lo que hacen cotidianamente.
Es básico garantizar que desde el principio las personas comprendan lo que leen y amplíen su capacidad de expresar por escrito lo que quieren. Lograrás esto si te apoyas en actividades en las que ellas usen lo que saben.
La utilidad de la tarea es que las personas jóvenes y adultas practiquen lo aprendido en un ambiente de mayor libertad, fuera de las sesiones, y pongan a prueba su capacidad para aprender y resolver problemas.
Al finalizar la sesión, haz que las personas escriban en sus cuadernos los enunciados que más les agradaron o los que quieran ejercitar. Cada quien decidirá cuáles quieren escribir; lo importante es que los entiendan y que siempre puedan volver a leerlos.
Pídeles que, en sus casas:
Realicen ejercicios de caligrafía o de palabras, si es que lo necesitan.
Encuentren nuevas palabras o enunciados a partir de las letras y combinaciones aprendidas.
Consigan textos u objetos que tengan palabras escritas que les interese leer o escribir.
Inicien un diario en el que anoten lo que hacen en el día, o bien, escriban algunas frases sobre qué sienten, qué piensan de sí mismos, o sobre un tema de su interés y reflexión.
Hagan la lista del mandado antes de ir al mercado.
Lean los recibos de luz, gas, agua, entre otros.
Recopilen canciones, recetas y tradiciones, entre otros textos.
Lean los letreros y etiquetas de envases.
Soliciten a un familiar o amigo que lea con ellos y comenten, posteriormente, el contenido de la lectura.
Coméntales la posibilidad de platicar con sus familiares y amigos que pueden apoyarles en la realización de estas tareas.
Invítalas a revisar las tareas en cada sesión. Puedes hacerlo tú mismo, o bien, puedes pedir que se corrijan unos a otros: si se entiende lo que se quiso escribir, si el trazo de las letras es correcto, etcétera.
Invita a las personas a hacer una reflexión final en cada sesión, para que:
Analicen su aprendizaje y saber qué se logró, cómo lograr lo que no se alcanzó, qué dificultades tuvieron, qué aprendieron sobre el tema tratado, etcétera.
Lean nuevamente los propósitos, los aspectos y productos que se deben alcanzar con cada palabra generadora.
Pídeles que, junto contigo, revisen la Hoja de avance al término de cada palabra generadora.
Motívalas reconociendo sus esfuerzos y mostrando sus avances.
Como podrás haber observado el método contiene indicaciones claras y concisas para que lo desarrolles en todas las palabras generadoras; sin embargo, y para facilitar tu tarea como alfabetizador, te recomendamos que revises la ficha correspondiente a la palabra generadora que comenzarás a aplicar con las personas jóvenes y adultas que alfabetizas.
Relaciona las siguientes columnas.
1.
Diálogo sobre la palabra y su significado.
2.
Separación de la palabra en síls y presentación de familias silábicas.
3.
Formación de otras palabras con significado.
4.
Integración de elementos funcionales del lenguaje escrito.
5.
Integración y producción de textos significativos.
6.
Asignación y revisión de tareas.
7.
Reflexión y evaluación del avance.
a.
Introducir nuevos aspectos del lenguaje por palabra.
b.
Practicar lo aprendido en un ambiente distinto al de las sesiones.
c.
Reconocer los esfuerzos y mostrar los avances.
d.
Relacionar lo que aprenden en cada sesión con actividades de su entorno.
e.
Presentar sílabas sin seguir el orden de las vocales.
f.
Formar, leer y escribir palabras nuevas.
g.
Platicar sobre un tema relacionado con la palabra.
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