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Muchas
mujeres llegamos a la vejez sin habernos dado cuenta y sin prepararnos para
ello.
Se piensa que a medida que envejecemos somos menos capaces de cambiar, sin
embargo, los cambios y transformaciones son posibles a cualquier edad.
Generalmente se valora el envejecimiento como algo negativo que sólo
tiene desventajas, sobre todo cuando vivimos en una sociedad donde se valora
la juventud, sobre todo en el caso de las mujeres. Es importante revisar
las cosas que ocurren en este período de nuestra vida, y así
obtener muchas ventajas de él. Hay que vivirlo de manera positiva,
en sus múltiples aspectos y no quedarnos resignadas, a la espera
de lo «que venga». |
La sociedad tradicionalmente
ha considerado a las mujeres por su belleza, su juventud o su papel maternal
y cuando se habla de mujeres mayores se las describe como: «personas
que ya no sirven para nada». Esta idea ha influido en la imagen
que las mujeres mayores tienen de sí mismas, a pesar de no ser
cierto.
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En
algunos casos la mayoría de las mujeres llegamos a vivir por encima
de los setenta y nueve años y como la calidad de vida ha mejorado,
es probable que alcancemos esta edad o la superemos.
Contamos con una gran experiencia
al haber atendido a muchas personas en nuestra vida, niños y niñas,
jóvenes y mayores. Estamos capacitadas para ocuparnos de nosotras
y de ello dependerá nuestro bienestar.
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Instituto de la Mujer e Instituto de Servicios
Sociales (INSERSO). Mujeres Mayores. España, 1999. Pp.1-4
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