EL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA no es sencillo ni fácil de resolver, existen muchos tipos y causas que lo provocan. El problema no se resuelve de un día a otro y las acciones para disminuirla, no deben de ser exclusivas de una institución o grupo social determinado. En estas acciones deberán participar tanto organismos públicos como privados, la sociedad en su conjunto, la comunidad y la familia, como nosotros mismos.

Comencemos con nosotros mismos

Todos los humanos somos capaces de realizar acciones de generosidad y solidaridad, pero también podemos ser violentos, lo importante es darnos cuenta de lo que pasa y controlar nuestra violencia. La mayor parte de las personas logramos manejar los sentimientos de cólera, enojo, frustración, tristeza que tenemos como humanos, al ser cooperativos, pacíficos y tolerantes.

También, cuando alguien nos ofende o humilla, es importante hablar y decir cómo nos estamos sintiendo, aclarar lo más posible con la otra persona el porqué nos trata de esa manera. Hay que atrevernos a hacerlo y así "aparentar" poder. Por eso es importante valorarnos, darnos cuenta de cuanto nos queremos, conocer si nuestra estima es alta o baja, tener confianza y seguridad en nuestras cualidades y capacidades como personas.

Otras cosas que podemos hacer es no permitir que exista ningún tipo de violencia en nuestra familia, en nuestro trabajo, en todos los lugares donde nos desenvolvemos. Procurar que se respeten los derechos de todas las personas, promover la justicia y aprender a ser tolerantes con las personas que no piensan como nosotros.

Al fomentar en nuestras relaciones humanas la buena comunicación, podremos conocer por qué las personas actúan y piensan diferente a nosotros y encontraremos alternativas de solución ante los problemas. Sobre todo, aprenderemos a ser tolerantes.

Y en nuestra familia

Al interior de la familia todos sus miembros debemos procurar tratarnos con amor y respeto. Quienes integran una familia son distintos entre sí. Cada uno tiene su propia personalidad, gustos, intereses y necesidades; fuerza física, mayor o menor edad, sexos diferentes y trabajos diversos.

Es en la familia, en primer lugar, donde debemos promover la no violencia, el respeto y la tolerancia hacia las diferencias. Es también aquí donde debemos aprender a escuchar y a ver los programas de radio y televisión, así como los mensajes que recibimos a diario en nuestra escuela, trabajo o colonia, ya que muchos de ellos promueven la violencia como algo natural. Por eso es importante criticarlos y analizarlos constructivamente.

En nuestra comunidad y en la sociedad

Es necesario que todos, y en especial nosotros los jóvenes, reflexionemos y pensemos en forma creativa acerca de cómo participar en nuestra localidad o colonia para prevenir la violencia.

En cuanto a la violencia por riñas entre grupos, por disputas entre barrios o vecinos, en fin, por intolerancia, deseo de poder o competencia, podemos proponer reuniones para la discusión de los problemas y la forma de llegar a acuerdos y compromisos; para organizarnos y emprender acciones que permitan resolver las diferencias y poner límites a la violencia.

Existe también una manifestación de la violencia que cada vez, está más cerca de nosotros o nos afecta: el delito en sus múltiples formas: asaltos, robos, asesinatos, secuestros, por mencionar sólo algunos. Por eso, existen recomendaciones muy concretas para prevenirlo.

UNA FORMA PUEDE SER ORGANIZARTE CON TUS FAMILIARES Y AMIGOS PARA ELABORAR UN PLAN DE ACCIÓN DE VIGILANCIA VECINA O LOCAL; EN PRIMER LUGAR DEBEN DEFINIR QUÉ SE PUEDE HACER, Y DESPUES, COMO SE ORGANIZARÁN PARA ENFRENTAR ACTOS VIOLENTOS O ROBOS.

En algunas ciudades hay avances en este sentido. Por ejemplo, existen grupos de personas que han tenido experiencias interesantes al organizarse entre vecinos, pues detectan oportunamente situaciones anormales o extrañas e informan rápidamente a la policía.

Podemos hacer muchas cosas, por ejemplo, formar un comité que verifique el alumbrado público y reporte a la Compañía de Luz las calles poco alumbradas, o bien, poner focos en el portal de algunas casas; organizarse para detectar la presencia de personas que intenten robar o causar daño a los que viven en cierto lugar; elaborar y distribuir directorios con los datos de los vecinos para casos de emergencia, y promover reuniones periódicas con las autoridades.

Lo anterior se puede hacer al organizarse. Recuerda que "LA UNIÓN HACE LA FUERZA", y tú puedes contribuir "CON TU GRANITO DE ARENA".