Jorge Luis Borges definió los cuatro momentos en la evolución de los escritores de la siguiente manera:
- El escritor, aún indiferenciado, es casi cualquier hombre; su voz, menos individual que genérica, es la de todos.
- El escritor ha elegido un maestro; piensa que él es la literatura y lo copia y lo imita, porque entiende que apartarse de él en un punto es apartarse de la verdad literaria.
- No todos alcanzan, este momento, cuando el escritor se encuentra consigo mismo, como en ciertas ficciones orientales, célticas o germánicas. Encuentra su voz.
Ultimo momento, estado que Borges confiesa no haber alcanzado, y que muy pocos logran. Es cuando el escritor vuelve a ser otra vez todos, pero con plenitud.