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Los
momentos en los que ocurren algunos de los cambios en la vida de las personas
y de las familias son distintos para cada cultura. En algunos pueblos
la edad en que ocurre el matrimonio o la unión conyugal es de apenas
15 ó 16 años, en otros es natural que una mujer elija casarse
o unirse después de los 30; algunas comunidades consideran a los
niños como parte de su grupo social hasta que «se logran»
(alrededor de los tres, cuatro o cinco años), mientras que otras
culturas consideran que niñas y niños son miembros de la
comunidad desde el momento mismo en que nacen.
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Cada
cultura es distinta pero todas tienen ritos y ceremonias para celebrar los
acontecimientos familiares. Con estos actos, los grupos marcan la importancia
que tiene, por ejemplo, la unión de las parejas (que se considera
como un acto de fundación, como un acto que dará origen a
algo nuevo); el nacimiento de los hijos (que significa la renovación
de la especie); el paso a la adolescencia (que marca el inicio de la vida
pública); o la muerte de algún miembro de la familia (que
cierra un ciclo de vida). |
Los
ritos y celebraciones también sirven para establecer nuevos acuerdos,
nuevas reglas familiares necesarias para responder a las nuevas situaciones:
papeles que cada uno tiene que desempeñar, derechos, responsabilidades,
autoridades, canales de comunicación o maneras de tratarse unos a
otros; padres e hijos, esposa y marido, o adolescentes y mayores, por ejemplo. |
Algunos
de los aconteceres importantes de la familia, además de marcarse
con ceremonias sociales, también se marcan con los procedimientos
legales que establece el sistema de leyes y el gobierno.
La sociedad
establece derechos y obligaciones, vuelve formales situaciones y relaciones
familiares como nacimientos, matrimonios, adopciones, defunciones, o divorcios.
De esta manera, las personas pueden saber qué comportamiento se
espera de ellas ante las distintas situaciones familiares y qué
sanciones tendrán en caso de que rompan los acuerdos que ellas
y ellos aceptaron al, por ejemplo, unirse en matrimonio, divorciarse o
tener una hija o un hijo.
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Los ritos y las celebraciones
sociales, además de marcar los cambios, establecen normas, contratos,
obligaciones y derechos que constituyen una especie de marco -distinto
en cada sociedad- dentro del que transcurre la vida y ocurre la transformación
de las diversas familias.
Texto
tomado de: Chapela, Luz Ma. Familia. Cuadernos de Población.
CONAPO, México, 1999. Pp. 33-39.
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