
La
violencia es cualquier acto que vaya en contra de los derechos, la voluntad
y la integridad física, psicológica, emocional y social
de las personas que viven en un espacio determinado. Es la fuerza que
se utiliza para obligar, para intimidar o amenazar a alguien limitando
su libertad de decisión.

La violencia se puede dar de diferentes maneras:
la física, que es cuando se provocan lesiones, muerte o torturas
con actos como los golpes o la destrucción de objetos e inmuebles,
y la violencia emocional, que se ejerce de manera sutil con acciones de
presión difíciles de probar como pueden ser perseguir, intimidar,
amenazar, ofender o molestar a alguien sin descanso por diferencias políticas,
religiosas, de trabajo, etc.
Todos nosotros conocemos e identificamos a la violencia
física, pero difícilmente nos damos cuenta de las consecuencias
que provoca en las personas o sociedades la violencia emocional, porque
casi nunca existen pruebas palpables que la demuestren.
¿CONOCES TU ALGÚN
CASO DE VIOLENCIA EMOCIONAL?
Descríbelo:
Si reflexionamos, recordaremos cómo la violencia
se ha presentado en diferentes momentos de nuestra vida; para identificarla,
los estudiosos del tema la diferencian en los siguientes tipos:
La violencia que cualquier hombre o mujer dirige
contra otras personas, animales o cosas, pueden ser el homicidio, las
lesiones, el insulto, la injuria, el ultraje, la calumnia, la difamación,
el abuso sexual o el maltrato a menores, mujeres y personas con discapacidad
o ancianos.

La violencia contra la naturaleza, la vida y los seres
existentes en ella, la encontramos en la contaminación ambiental;
el agotamiento de tierras; la explotación irracional de los recursos
naturales como los bosques, el agua, la tierra o la deforestación.
Estas acciones hacen peligrar la propia existencia humana.

La violencia política, que integra muchos
aspectos: desde las causas que originan la pobreza y provocan consecuencias
que afectan a las personas, sus familias y la sociedad, hasta las que
ejercen un Estado o sus instituciones violentando los derechos humanos
de las personas, pueblos o naciones, como las guerras, el racismo; es
decir, la agresión a personas de otra raza, cultura o país
por considerarlas inferiores.
Todas las formas y tipo de violencia están
relacionadas íntimamente con el poder. El poder es la capacidad
de los seres humanos para hacer o mandar hacer. Todos tenemos algún
tipo de poder; éste puede ser emocional o económico. Pero
es importante distinguir que hay diferencias en el uso del poder, comenzando
por la cantidad de poder que se tiene, y sobre todo, para qué y
cómo se usa.
Algunas personas, como las que no tienen confianza
en sí mismas, buscan el poder a través del dinero, de la
información o del conocimiento que sólo ellas manejan, o
de la violencia, para "sentirse más que los demás".
Desgraciadamente la violencia es la forma más fácil de conseguirlo,
porque cualquiera tiene acceso a ella.
Cuando el poder y el control se usan para satisfacer
necesidades egoístas, es decir, cuando se abusa del poder, se oprime
y domina a las personas y se genera una profunda violencia; por ejemplo,
la que se puede dar de los padres hacia los hijos, de los hombres hacia
las mujeres, de los jefes hacia los empleados, de una nación hacia
otra.
Por eso en todas las sociedades y culturas se desarrollan
mecanismos de control, como son las leyes, para mantener las conductas
individuales y de grupo dentro de los límites de la no violencia.
|