Unidad 1 Somos personas
Tema 2 Tenemos derechos

 

Actividad 5
La libertad

 

La esclavitud es una situación en la que una persona es dueña de otra como si fuera una cosa. La servidumbre, que es parecida a la esclavitud sin llegar a ese extremo, es una situación en la que una persona entrega a otra la mayor parte del fruto de su trabajo a cambio de vivir y trabajar en sus tierras o en la que se obliga a una persona a prestar sus servicios sin estar definido su contenido y duración. Estas prácticas han sido legitimadas desde hace mucho tiempo por la costumbre y no se han logrado eliminar totalmente.

Cada persona podrá tener un pensamiento y una conciencia propios y actuar de acuerdo con éstos. Nadie puede ser obligado a actuar en contra de su conciencia; sin embargo, es importante formarla y educarla.

La libertad es un derecho que tiene diferentes grados de intensidad, es decir, empieza por la libertad de conciencia y de pensamiento, esto significa que tenemos la facultad de distinguir entre lo que nos parece bueno o conveniente y lo que no, y la posibilidad de tener nuestra propia forma de pensar y nuestras propias creencias.

Sin embargo, de muy poco nos serviría esa libertad de pensamiento si no pudiéramos opinar o expresar lo que pensamos, por eso también tenemos la libertad de expresión que sólo tiene como límite el no causar daño a otras personas.

 

 

Belisario Domínguez (1863-1913) fue un defensor de la libertad de expresión. Cuando era senador por Chiapas, en una sesión intentó leer un discurso ante la Cámara de Senadores, en donde criticaba al gobierno del presidente Victoriano Huerta. Como se le impidió darle lectura, él lo imprimió y lo repartió por todos los lugares que pudo. Poco después le cortaron la lengua y lo asesinaron por haber hecho esto.

Comisión Nacional de Derechos Humanos, Un defensor del derecho de expresión. Doctor Belisario Domínguez, m-4 Primaria 3, México, s/f.

 
 

 

También tenemos la libertad de asociación y de reunión, es decir, podemos formar grupos y organizarnos para hacer valer nuestras opiniones y defender nuestros derechos, siempre y cuando no afectemos los derechos de otros.

Existe también la libertad de transitar o trasladarnos de un lado a otro sin ser molestados.

Por último, tenemos libertad para actuar de acuerdo con nuestra propia voluntad y no depender de la de otros. Esta libertad para actuar estará orientada por nuestra conciencia, nuestras opiniones, nuestra forma de pensar y tendrá como límite el respeto que debemos tener a la libertad de las otras personas.

Nuestro derecho a la libertad debe ir siempre unido a la responsabilidad de asumir las consecuencias de nuestras decisiones, de lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos.


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