Al enterarnos de que una niña ha sufrido abuso sexual es importante asumir una actitud de comprensión, ayuda y respeto. Parte importante de la superación depende de cómo se siente la niña percibida por los demás.

Lo primero que debemos tomar en cuenta es que al momento de enterarnos, ya sea por la niña o por otra persona, hay que permanecer tranquilos, decirle que es bueno que lo sepamos, agradecerle la confidencia y comentarle que no se preocupe, que no es culpa suya, que la queremos y la vamos a proteger.

Es necesario que nos enteremos de cómo ha vivido la experiencia la niña pero sin presionarla. Permitirle que nos hable de lo que pasó, quitarle cualquier posibilidad de sentimientos de culpa, que se dé cuenta de que le creemos y que respetaremos su intimidad. No hay que hacer promesas que no vayan a cumplirse.

Los niños pueden presentar sentimientos de confusión ya que no están en capacidad de comprender. No hay que asustarlos con actitudes de enojo o dolor por parte del adulto. Habrá que explicarles que esas conductas no son correctas, sin hacerles sentir que son malas. Si los niños muestran dolor o enojo, decirles que sentimos mucho lo que pasó y que no permitiremos que vuelva a ocurrir.










Tenemos que alejar a la víctima del agresor para que realmente crea en nuestra protección, no hay que olvidar que en muchas ocasiones los niños sienten afecto por él, por tanto hay que explicarles que ellos son muy valiosos como personas y, aunque quieran a alguien, si esta persona no sabe respetarlos no queremos que esté cerca de ellos.

Hay que restablecer el vínculo del infante con los adultos, basado en la confianza y el afecto de los que lo rodean. Será necesario enseñarles elementos de autoprotección y valoración de sí mismos

Debemos alentar que no se altere la vida cotidiana de los niños para que no se sientan diferentes a los demás.

En caso de requerir del apoyo de un médico, hay que explicar claramente a la víctima qué se le hará y por qué; si pensamos en la posibilidad de una denuncia penal hay que darle el apoyo y los elementos que le permitan enfrentar el proceso, ya sea con profesionistas sensibles o adultos previamente informados del proceso.

No olvidemos que cuando se abusa sexualmente de alguien no sólo él es el afectado, también sufren los adultos cercanos que lo apoyan y es necesario que éstos trabajen con sus sentimientos para que puedan superar la agresión y transmitir seguridad.


COVAC. Qué hacer en: Manual sobre maltrato y abuso sexual a los niños. México 1995.

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