Se puede ser diferente

¿Crees que los hijos de alcohólicos o fumadores lleguen a ser igual que sus padres?

No

¿Por qué?

Aunque muchas personas puedan vivir en un ambiente de violencia y adicción, existe algo que las salva de seguir los pasos de algún familiar, y se desarrollan sana y exitosamente.*

*Ficha técnica 8, Construye tu vida sin adicciones, SSA, SEP, CONADIC, México, 1998.

 

Esto le pasó a Armando, lee su testimonio:

TESTIMONIOS

No soy alcohólico y odio a los que toman mucho. Mi padre era alcohólico, yo desde pequeño sabía qué cantinas frecuentaba. Cada quincena lo buscaba, mi madre me mandaba para que nos diera dinero. Maltrató a mi madre en varias ocasiones, nunca he comprendido por qué lo seguía aceptando. Cuando lo desobedecía y estaba borracho me pegaba con un cable de luz. Mi padre murió a los cuarenta años de cirrosis hepática. Nunca probé una gota de alcohol. Actualmente tengo tres hijos y nunca les he pegado. De vez en cuando me acuerdo de él, algunas veces era cariñoso y me abrazaba.

ARMANDO


Armando pudo librar varios riesgos y reescribir una nueva historia con sus hijos, sin alcohol y sin violencia. ¿Conoces personas así?, hay algo valioso que aprender de ellas.

Si a pesar de haber nacido y vivido situaciones de alto riesgo, pensáramos como Armando, quizá el rumbo de muchos jóvenes podría tener una historia diferente.

¿Qué es lo que nos está pasando a los y las jóvenes, que recurrimos a las drogas como el alcohol y el tabaco para resolver problemas y aliviar tensiones, entre otras cosas?

Por último, ¿qué podemos hacer los y las jóvenes para influir en nuestra familia y prevenir el riesgo de la adicción al alcohol o al tabaco?