Boletin electrónico :::En Forma::: Septiembre 2009

::En camino::

Por: José Luis Cruz Hernández

El proceso de formación:
Primeras líneas de un andamiaje educativo

La formación de educadores de adultos es una acción que en los últimos años se ha promovido para fortalecer el trabajo educativo que se viene realizando en las distintas comunidades; sin embargo, esta formación ha tenido un desarrollo básico, por la diversidad de acepciones que muchas veces tienen los que colaboran en estas actividades.

En primera instancia, debemos asumir a la formación como un proceso sistematizado que favorece el desarrollo de capacidades. De ahí que para el estado de Chiapas la formación no sólo es cuestión de multiplicar contenidos o, en su versión más restringida, de reproducirlos, sino que es la creación de un espacio colectivo donde se genere un ambiente que favorezca el análisis, la sistematización y la construcción de estrategias, premisas, acciones que incidan en el mejoramiento del ser de los educadores y en la apropiación de nuevos conocimientos de los educandos.

Lograr construir este espacio requirió, en primera instancia, de una serie de precondiciones que alinearan una plataforma institucional hacia los procesos de formación:

  • De Orientación: En el último trimestre del 2007 y en el primero del 2008 se impulsó la realización de Jornadas de Formación para la Alfabetización, en las que se buscó que todo el personal técnico y figuras operativas asumieran que la alfabetización es y seguirá siendo la finalidad los esfuerzos educativos, para el caso de Chiapas.

  • De Construcción: Se consideró conveniente utilizar otras metodologías en la formación, de ahí que las Jornadas integraran talleres, conferencias, pláticas y representaciones como parte de su desarrollo. Además, se impulsó la estrategia de Reuniones de Balance con la participación de coordinadores de zona, multiplicadores y otras figuras institucionales. Para el personal administrativo, se promovió la realización de seminarios donde participan todos los departamentos de forma individual y colectiva.

  • De Institucionalización: Compartir con los demás departamentos la información disponible del área de formación, tanto para su programación como para su ejecución lo que permitió construir las Reuniones de Planeación y Administración de los Procesos en las que participan titulares y representantes de los departamentos de Planeación, Administración, Servicios Educativos y Atención a Grupos Étnicos, en las cuales se establecieron puntos de acuerdo, que coadyuvan a normar y estandarizar el proceso de planeación y administración de la formación.

  • De la Estructura: Derivado de esta alineación, consideramos que los aspectos básicos necesitaban fortalecerse debido a que sólo se tenía un multiplicador, y se consideró conveniente ampliar la base estableciendo hasta tres multiplicadores por Coordinación de zona, y en aquellas zonas donde se habla alguna lengua indígena se promovió que el multiplicador hable la lengua indígena de la zona en la que estaba trabajando.

Durante el 2008 con apoyo de la Dirección Académica de las oficinas centrales del INEA, se fortalecieron los ejes de Lengua y comunicación, Matemáticas y Ciencias, así como los módulos diversificados, específicamente los ejes de Trabajo y Familia, el objetivo fue acercarnos a una ruta educativa que impulsara los propósitos del Programa Oportunidades; cabe mencionar que, paralelamente a este esfuerzo de formación, creció de manera importante en una estrategia sistémica, incluso se planteó y esbozó que la formación para los asesores de beneficiarias de oportunidades se realizaría diferenciada a la población abierta.

Para este 2009, consideramos que la formación es vista desde el propio Instituto como una herramienta necesaria para las tareas institucionales, y además creemos que los conocimientos básicos del Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo se encuentran en alcance y profundidad arraigados en el personal técnico-docente.

De ahí que consideramos conveniente avanzar en un segundo paso que es la democratización de los procesos  de formación; esta democratización se plantea en dos rutas: en primera instancia para que los líderes de proyectos que tienen planeado realizar tareas durante el presente año puedan ser protagonistas y decidir la planeación y administración de dichos eventos; y en una segunda, ruta para que las coordinaciones de zona puedan promover con apoyo de la Dirección General el desarrollo de cursos acompañados del financiamiento institucional, establecido de tal forma que cada zona desarrolle la temática que considere conveniente en materia de formación, sobre todo orientándolos hacia las figuras educativas.

Para alcanzar esta intencionalidad, se han establecido dos posibilidades de trabajo: la primera, a través de las Reuniones de Balance Educativo con multiplicadores, estrategia que permitirá que las coordinaciones de zona ayuden en la orientación de las tareas educativas a nivel estatal y se realimenten dialécticamente; en la segunda, las coordinaciones de zona están programando los cursos de capacitación de acuerdo con tiempo, la temática y las consideraciones contextuales de su zona, para la cual se ha destinado más de 50 % de presupuesto de todos los programas en materia de formación.

Aún quedan varios pendientes, entre ellos:

1) La institucionalización del multiplicador zonal, reconocido en las Reglas de Operación con apoyo de percepciones propias de su encargo, así como material didáctico suficiente y con la capacidad de decisión en estos temas.

2) La consolidación de que los presupuestos se establezcan por Unidad operativa y sean reconocidos como tal por los departamentos de Planeación y Administración.

3) La creación de un manejo interdisciplinario para la administración y planeación de la formación, que se sustente en tres premisas:

A) La alfabetización como prioridad.
B) La metodología de formación alineada al MEVyT.
C) El funcionamiento de las coordinaciones de zona.

4) La creación de un equipo especializado para ser promotor a nivel estatal de la formación, que desarrolle contenidos novedosos para cada una de las zonas.

Estos retos son parte de lo que aún está por trabajarse y que creemos que favorecerán a la consolidación de la formación en el IEA, Chiapas.