::Entrevista::
Aprendizaje y enseñanza
Continúa la entrevista sobre lo que significa
aprender y enseñar para el Dr. Pablo Latapí Sarre (PLS), embajador
de México ante la UNESCO.
José Carlos Cano Zárate
PLS
…Y paso a un segundo punto ¿qué es entonces
enseñar? Decía yo que es más fácil explicar qué
es enseñar después de haber reflexionado sobre qué es aprender,
porque enseñar es simplemente facilitar el aprendizaje. Como que a lo
largo de la historia de la educación, historia muy antigua que empieza
desde el paraíso terrenal, ha surgido ese binomio aprendizaje y enseñanza,
y en las diversas concepciones de la educación ha predominado uno u otro
de esos dos conceptos. Actualmente estamos en un cambio de énfasis de
la enseñanza al aprendizaje, ¿por qué? Yo creo que, con
toda razón, porque los procesos dinámicos de cada individuo en
torno a su aprendizaje son tan poderosos que lo único que requieren es
ser guiados, ser acompañados inteligentemente por el educador, o sea
por el enseñante. Pero cómo apoyar estos procesos de aprendizaje,
cómo hay que enseñar, es muy diverso, depende de la edad del educando,
depende de lo que esté aprendiendo, de sus propias dinámicas de
búsqueda de nuevas verdades, depende de si se trata de valores y sentimientos
o solo de conocimientos e ideas. Enseñar no es más, que facilitar
que se aprenda.
Creo que estas dos ideas “aprender y enseñar”... dan materia
de mucha reflexión para todo aquel que pretenda ayudar a otros a educar.
::EnForma:: ¿cuál es la importancia del aprendizaje específicamente
para el adulto?
PLS
Todos los adultos, independientemente de la educación formal que
hayamos podido obtener, seguimos siempre aprendiendo. Y aún personas
con nula o casi nula instrucción formal que no han hecho ni un grado
de primaria saben muchísimas cosas porque a lo largo de su vida han estado
aprendiendo continuamente. Pero ciertamente en este bagaje de instrumentos que
llamamos enseñanza o educación básica se ofrece al adulto
un instrumental muy importante para seguir aprendiendo cada vez mejor. Educación
básica es lo equivalente en términos de educación formal
a preescolar, primaria y secundaria pero lo esencial es... que comprendamos
por qué se le llama básica: porque constituye la base para poder
aprender mejor y con más facilidad y con más rapidez.
Por esto es muy importante que a todo adulto que no haya podido terminar su
educación básica, o sea hasta el tercer grado de secundaria en
la educación formal, se le proporcione la posibilidad de terminarla,
de que complete lo equivalente a esos ciclos, a esos niveles, por que ahí
va recibir un instrumental que le va a permitir aprender en adelante durante
el resto de su vida con más y más facilidad.
Los procesos de aprendizaje del niño y del adulto son distintos, en cierta
forma el niño tiene una potencialidad mayor, tiene una dinámica
de curiosidad, de búsqueda por sí mismo, se plantea preguntas
y, más, salta de una cosa a la otra, relaciona las ideas, etc. Esto se
va perdiendo con la edad. Pero también el adulto tiene mucho específico
en su aprendizaje, por su propia experiencia sabe mejor qué es lo que
le va a ser más útil, sabe orientar su aprendizaje a aquellas
cosas que le van a ser más útiles para su vida.
¿Por
qué estamos hablando de todas estas cosas? Porque el proceso de enseñanza
y aprendizaje de los adultos es sumamente importante para el desarrollo de un
país. Sabemos, las cifras son muy dolorosas que todavía tenemos
cerca de seis millones de adultos que llamamos analfabetos simples, o sea que
no saben leer ni escribir ni siquiera la mecánica la lectura y la escritura.
La mayor parte de estos casi seis millones son indígenas. Sabemos también
que hay otros 11, casi 12 millones de adultos adicionales que no han podido
terminar la primaria, entonces podríamos decir que la suma de los seis
millones y los doce millones entre analfabetas simples y personas que no han
terminado la primaria nos daría 18 millones, más o menos, de analfabetas
funcionales, de personas que aun sabiendo leer y escribir-mecánicamente,
porque alguna vez lo aprendieron- pues no pasan de un dominio muy rudimentario
de estas habilidades: garrapatear su firma, descifrar con dificultad el letrero
de una calle, y no derivan de la lectura y escritura un verdadero beneficio
para su avance, su progreso personal y familiar, esto es lo que llamamos analfabetismo
funcional.
Si logramos por el esfuerzo de los educadores de adultos que este rezago de
cerca de 18 millones de mexicanos sea superado, que se movilice esta población
llegando a ser un hábito el leer y escribir, llegando a leer por gusto,
no nada mas por necesidad, tendríamos una fuerza formidable para el desarrollo
del país.
Se dice que estamos entrando a la sociedad del conocimiento, que lo que cuenta
para el desarrollo de los países es el conocimiento, eso quiere decir
la capacidad de la población para aprender y por tanto una capacidad
también de los educadores para facilitar ese aprendizaje. Necesitamos
movilizar a la población en un proceso de educación básica,
es lo que hace el INEA, es lo que hacen otras instituciones, y de esta manera
tendremos una población dinamizada, activa, capaz de meter a México
en otra etapa, en otro nivel, en su desarrollo humano, económico, social
y cultural.