Los hombres, al igual que las mujeres, llegan a una edad, posterior a su adultez, en donde comienzan a ver ciertos cambios en su cuerpo y se empiezan a sentir diferentes, todo ello como consecuencia del proceso normal de envejecimiento que viven todas las personas. Este nuevo periodo al que se enfrentan es el climaterio masculino , el cual, en el caso de los hombres, inicia después de los 59 años, casi cuando empiezan a ser adultos mayores. Sólo que en esta etapa ellos no presentan cambios tan drásticos como la mujer.

En este sentido, los médicos no encuentran en el hombre una etapa equivalente o correspondiente a la menopausia en donde una función del organismo masculino deje de ocurrir y produzca modificaciones en su cuerpo. Simplemente lo señalan como una parte del envejecimiento natural de toda persona.

En cambio, otros especialistas afirman que al llegar al climaterio masculino, la hormona sexual masculina llamada testosterona , baja de nivel, provocando diversos cambios como:

Fatiga
Molestias diversas, como dolores en el cuerpo
Poco deseo sexual
Menor capacidad para lograr la erección y/o mantenerla

Al periodo en el que se da esta baja de hormonas, le llaman andropausia .

Sin embargo, no es muy claro el inicio de este periodo y la baja de esta hormona, de   hecho, en diversos estudios han encontrado hombres muy jóvenes con niveles por debajo de lo normal y personas mayores, con niveles altos de la hormo­na, así como personas de diferentes edades que presentan problemas de erección.

Otras personas, cuando hablan del climaterio masculino, se refieren más bien a una cuestión social y emocional que viven los hombres al presentarse estos cambios o al notar las primeras señales de envejecimiento. Recordemos que en nuestra sociedad y cultura, los hombres tienen un significado y apreciación muy diferente a la de las mujeres, en donde le dan una gran impor­tancia a "la virilidad" (lo que los hace hombres), la cual en cierto sentido la notan disminuida al aparecer las primeras canas y arrugas, al sen­tirse cansados o con malestares y, sobre todo, al costarles trabajo la erección. Situación que los lleva a volverse irritables o sentirse deprimidos, lo que muchos llaman "la crisis de la edad".