Muchas veces, cuando nos enfermamos y tenemos que consultar a un doctor o acudir a un hospital, nos sentimos asustados porque nos tratan mal, nadie nos informa nada, vamos de un lugar a otro sin entender qué sucede y, a veces, después de horas de espera y trámites, no somos atendidos.
     
 

Por eso, es muy importante que conozcamos cuáles son los derechos del paciente y aprendamos a defenderlos.

Los derechos del paciente
• Cualquier persona que trabaje en servicios de salud tiene la obligación de tratar a los pacientes con cortesía, prudencia, interés y tranquilidad.

• Todo el personal de salud debe atender a los pacientes con respeto, justicia, igualdad, interés y equidad. Quienes son responsables de atender a un paciente, deben hacerlo basados en todas las normas de calidad y garantías a la salud, de manera comprometida y atenta.

• Los responsables de atender a los pacientes deben hacerlo con respeto a la personalidad y dignidad de la persona, independientemente del sexo, edad, origen étnico o geográfico, capacidad económica o forma de pago, estado civil o laboral, condición social, creencias políticas o religiosas, valores, cultura y preferencias sexuales. Deben brindar atención cuidadosa y profesional, independientemente del diagnóstico y posibilidad o no de recuperación, o de cualquier otra limitación, diferencia o desventaja que pudiera tener.

• El o la paciente tiene derecho a que se le atienda el tiempo necesario desde la primera consulta.
• Los pacientes tienen derecho a que se les informe y oriente de manera clara, oportuna y completa sobre su estado de salud, con amabilidad y verdad.
El médico y el resto del personal debe respetar el derecho del paciente si éste manifiesta su deseo de no ser informado, pero sí puede proporcionar la información a los familiares. En cambio, aunque los familiares no quieran que se le informe al paciente sobre su estado de salud, el personal de salud tiene la obligación de informarle, puesto que es un derecho de la persona saber qué le está sucediendo.

• El lenguaje que utilice el personal de salud debe ser claro y sencillo, y de ser necesario, recurrirá a un intérprete cuando el paciente no hable español.
Es importante que se asegure de que el paciente entendió las explicaciones
y se respondieron todas las dudas, mismas que deberán resolverse con paciencia, amabilidad y siempre con la verdad.

• Los pacientes tienen derecho a ser escuchados con atención y calidez, porque
es obligación del personal de salud entender que quien está enfermo es un ser humano asustado y que está sufriendo.

• El personal de salud tiene la obligación y la responsabilidad de defender los derechos de los pacientes y hacerlos valer ante los demás, atendiendo a las personas con prudencia, sin riesgos innecesarios, buscando sólo su beneficio y protegiéndolo de cualquier agresión física, mental o moral o de cualquier otra índole, utilizando todas las medidas que sean necesarias para evitar cualquier
daño.

• El personal de salud debe enseñar al paciente diferentes caminos, posibles y accesibles para promover, mantener o recuperar la salud por sus propios medios.

• Antes de proceder, el médico tiene la obligación de informar al paciente sobre lo que quiere hacer, asegurarse de que el paciente entendió y expresar el consentimiento por escrito; en caso necesario, con la ayuda de un tutor o representante legal.

• El paciente tiene derecho a ser tratado con discreción y privacidad, guardando siempre la confidencialidad. Esto quiere decir que nadie puede hacer público su caso dando a conocer su nombre sin su autorización.

• El paciente tiene el derecho de conocer y consultar su expediente médico y a que le den copias o un resumen del mismo. De igual forma, si le mandaron hacer estudios o exámenes en laboratorios particulares, es el propietario de los estudios y debe conservarlos o pedirlos al médico, en caso de que necesite conocer otra opinión.

• El paciente tiene el derecho de discutir y rechazar, en su caso, cualquier asunto relativo a su problema de salud aun cuando se oponga al criterio del médico, incluyendo la petición de someterlo a un programa de investigación o enseñanza, sin que por ello el paciente reciba sanciones, reproches, rechazo o cualquier otro tipo de daño.

• Los únicos casos en que no se puede rechazar es en una emergencia, o cuando se trata de menores o personas con retraso mental, en cuyo caso deberá responder un tutor, apoderado legal o familiar responsable.

• Al ingresar a un hospital, cualquiera que sea, el paciente debe ser informado por escrito acerca de los horarios de visita, los servicios que se ofrecen, los costos y, por supuesto, sus obligaciones y derechos.

• El médico debe garantizar la continuidad de la atención médica ya sea pública, social o privada: consultas posteriores, consultas con otros especialistas, valoraciones preoperatorios o de otro tipo, citas para exámenes de laboratorio, curaciones, etcétera.

• Si por alguna razón el médico va a dejar de atender a un paciente, tiene la obligación de informarle con tiempo suficiente cómo y quién se hará cargo del caso.

• El médico debe avisar oportunamente al paciente, si su conciencia o la política del hospital no le permiten atender algún deseo del paciente. Por ejemplo: no aceptar transfusión de sangre, atenderle en huelga de hambre, realizar procedimientos para evitar definitiva o temporalmente el embarazo, etcétera.

• El médico debe permitir que el paciente colabore con sus conocimientos y creencias a mejorar su estado de salud.

• Llegada la hora de la muerte, el paciente tiene el derecho a morir con dignidad y respeto, libre de tratamientos agresivos y sin esperanza y, de ser posible, contar con la compañía de sus seres queridos, sintiendo con delicadeza y respeto el apoyo del médico y del resto del personal de salud.

• El cuerpo ya sin vida siempre debe ser tratado con dignidad y respeto, independientemente de si se practicará una autopsia o donación de órganos o tejidos. Los familiares, amigos y representante legal deben recibir orientación y apoyo.

• Parece difícil aceptar que esto pueda suceder, pero solamente ocurrirá cuando conozcamos nuestros derechos y los hagamos valer. No necesitamos pelear para hacernos respetar.

• Hablemos con cortesía, pero demostrando que sabemos cuáles son nuestros derechos y que estamos dispuestos a defenderlos, llegando hasta las autoridades del hospital si es necesario, poco a poco, las cosas irán cambiando.

No permita que le falten al respeto, o que lo revisen frente a otras personas sin su consentimiento. Si alguien del personal de salud lo trata mal, exíjale de buena manera que no lo haga y hágale ver que usted tiene derechos y que es obligación del personal atenderle con respeto.

Si usted o algún familiar está hospitalizado, pida al médico que le informe qué medicinas van a darle y en qué horario y esté pendiente de que se los den; de lo contrario, pida hablar con el o la Jefa de Enfermeras o el Director del Hospital. Usted tiene el derecho de que le escuchen. Cuando sea tratado con amabilidad y profesionalismo, no olvide agradecer y reconocer este trato para que se siga dando a los demás pacientes.

En caso de mal trato, mala atención o daño a su salud, no dude en acudir a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, Comisión Estatal de Arbitraje Médico, Comisión Nacional o Estatal de Derechos Humanos, para obtener información de estas instituciones, consulte las siguientes direcciones electrónicas:

www.conamed.gob.mx

www.directorio.gob.mx/www.php?categoria=19

www.cndh.org.mx