|
Josefina:—¿Qué es posible, doctor?¿Qué tiene mi chiquito?, ¡no me angustie por favor!
Médico: —Mire señora: El niño presenta un cuadro patológico agudo por la pigmentación de las amígdalas. El tegumento que cubre el apéndice nasal tiene coloración escarlata y los órganos internos pulmonares manifiestan secreción mucosa; sin embargo, descartamos la posibilidad de inflamación pulmonar que da origen a...
Josefina: —Disculpe, doctor, la verdad no le entiendo nada. En palabras más sencillas, ¿qué quiere decir todo eso?, ¡no me diga que va a operar a mi niño!
Médico: —No, no, disculpe señora, creo que exageré un poco... Lo que quise decir es que su niño tiene una infección respiratoria, pero por fortuna no es grave, no se preocupe.
Josefina: —Ahhh, menos mal, ya me había preocupado usted con su forma de hablar tan rara.
Médico: —Mire, le voy a explicar de una manera más sencilla. Las infecciones respiratorias son provocadas por virus y bacterias que atacan principalmente a niñas y niños pequeños, así como a personas adultas mayores y, en algunas ocasiones, a jóvenes. Estas infecciones dañan principalmente al aparato respiratorio, o sea, la nariz, la garganta y los pulmones. Comienzan por parecer enfermedades leves como tos y gripe, como se presenta ahora con su niño; sin embargo, esto puede complicarse y puede llegar a ser una enfermedad más peligrosa como una neumonía o pulmonía.
Josefina: —Y, ¿por qué le dio esa infección a mi chiquito, doctor?
Médico: —Las infecciones se contagian por medio de virus y bacterias que entran al cuerpo por medio de la boca o la nariz porque alguien estornuda o tose y no se cubre la boca. Otra forma de contagio es cuando una persona enferma comparte las mismas cucharas, tenedores o platos con otras que están sanas. O también cuando se utilizan los trastos del enfermo mal lavados como vasos, jarras, platos, etcétera.
Josefina: —Tiene usted razón, mi hermana estuvo dándole de comer la semana pasada y ella estuvo enferma de tos.
Médico: —¿Ya ve usted? Bueno, ahora lo que tiene que hacer es cuidar mucho a su niño.
Josefina: —Pero, ¿qué tengo que hacer, doctor?
Médico: —Generalmente, las infecciones respiratorias se atienden en casa. Sin embargo, si nota usted que se complica, traiga a su niño de inmediato al Servicio de Salud, pero para que esto no suceda, necesito que tenga los siguientes cuidados:
|
|
• Continúe alimentándolo con leche materna, esto le ayudará.
• No deje que fumen cerca de él
• No queme leña y no use braseros en el lugar donde esté su niño.
• Continúe dándole verduras y frutas como zanahoria, mango, naranja, guayaba y limón. Estos alimentos tiene vitaminas A y C que le ayudarán a recuperarse más rápido.
• Procure darle abundantes líquidos para que afloje todo ese moco que le sale y limpie su nariz con un trapo limpio.
• Cuando duerma su niño, póngalo de lado y cámbielo de posición continuamente para que salga el moco, si éste es muy espeso, ponga unas gotitas de agua con sal en la nariz, para facilitar la limpieza.
• Vigile a su niño y si empeora su situación, tráigalo de inmediato.
• Aproveche todas las campañas de vacunación para que su niño tenga completas sus vacunas.
• Protéjalo de cambios bruscos de temperatura, arrópelo bien.
Cuando lo bañe, no lo saque al aire de repente, evite los cambios bruscos de temperatura.
•Evite el contacto con personas enfermas de las vías respiratorias.
•En la época de frío, procure no llevarlo a lugares muy concurridos como cines o ferias.
Josefina: —Oiga, doctor y si le doy a mi niño un té de gordolobo o eucalipto con miel, ¿no le hace daño?
Médico: —No, debe darle miel de abeja a su bebé, mejor de le un té de manzanilla
y con miel.
Josefina: —Doctor, y si se me pone más malito, ¿cómo me doy cuenta?
Médico: —En el caso de su niño y con los cuidados que le recomiendo, es difícil
que esto pase, pero debe fijarse bien si luego de dos o tres días su respiración es rápida, si tiene dificultad para respirar, su cara está pálida, continúa con fiebre o si está muy decaído tráigamelo inmediatamente.
Josefina: —Muchas gracias, doctor, con permiso.
Médico: —Que le vaya muy bien, señora Josefina, cuide a su niño.
|