Mi nombre es Josefina. En el Círculo de estudio donde curso la primaria me mandaron investigar sobre las infecciones respiratorias agudas. Yo no sabía qué era eso y mejor fui a preguntarle a una enfermera del servicio de salud de aquí, de Cuitzeo. Me interesó mucho el tema y me di cuenta de que, aunque este tipo de infecciones ataca más en la infancia, también hay muchos casos en personas adultas mayores. Además de la información que me dieron decidí preguntarle a don Jacinto, un señor que ha sido campesino toda su vida y que trabaja de pescador cuando es la temporada de lluvias y la laguna tiene peces. Se me ocurrió hacerle unas preguntas porque ya hace un tiempo que lo oigo toser mucho y se me hace raro, pues toda su vida ha sido una persona muy sana y fuerte. Esto fue lo que me contestó:

Josefina: –Oiga, don Jacinto, usted ¿ha padecido alguna infección respiratoria?
Don Jacinto: –¿Y... eso qué es niña?, se soltó tosiendo con cara de angustia.
Josefina: –Bueno, es una infección en la garganta o en la nariz que se contagia por microbios que afectan las vías respiratorias.
Don Jacinto: –¿Algo así como el catarro o tos?

 
Josefina: –¡Ándele!, ¡usted sí que sabe!
Don Jacinto: –Mira, hija, hace mucho tiempo yo no sentía nada. A mis sesenta y cinco años seguía yo ¡bien macizo!; pero de un tiempo pa’cá, vieras cómo me ha agarrado una “moquera” y una “ronquera”, que ¡pa’ qué te cuento!
Josefina: –¿Usted fuma, don Jacinto?
Don Jacinto: –Hummm, ya no fumaba, tú verás, pero hace un tiempo se me antojó al ver a los amigos echándose un tafiro* en la labor y pues otra vez lo agarré. Pero veo que es peor, ¡ahora me enfermo más!
Josefina: –¿Qué es lo que siente, don Jacinto?
Don Jacinto: –No, pues es muy feo. Es una “tosedera” que no se quita con nada; con decirte que casi no puedo dormir, se me tapa la nariz y cuando me agarra ese dolor y ardor en la garganta hasta se asusta uno. ¡Antier ya me ahogaba “criatura”!
 
 
Josefina: –Y no ha pensado en dejar de fumar para ver si mejora, don Jacinto?
Don Jacinto: –Ya está uno viejo hija, y tiene que haber un pretexto pa’ “entregar el equipo”. Setenta años ya no es cualquier cosa, pero puede que tengas razón, tú verás.
Josefina: ¿Qué medicinas toma usted para sus enfermedades, don Jacinto?
Don Jacinto: –Mira, muchacha, la verdad, casi no me había enfermado, yo he sido muy sano, ya ves que aquí en el pueblo la vida es muy tranquila. Por fortuna no he necesitado de medicinas; las gripas dan, pero te puedo decir que es muchas veces por descuido; mira, si uno anda con tos te tomas una agüita de gordolobo del cerro y con eso mejoras. Yo como muchas naranjas y si vieras qué bien me siento, me alivian la dolencia de la garganta. Cuando hace mucho frío o viento arrópate bien y vas a ver que nada te pasa. Pa’ las gripas no son muy necesarias las medicinas. ¡Ah! ¡Pero eso sí!, pa’ otros males ya más serios sí se necesita ir con el médico. Ya sabes que es mejor prevenir que remediar, bien lo dice el dicho, hija.
Josefina: –Fíjese, don Jacinto, que fui al servicio de salud y me dieron información muy interesante sobre las infecciones respiratorias y así es, dicen que es preferible no utilizar medicinas que no recete el médico, porque a veces pueden hacer más daño. Recomiendan comer bien y tomar jugos de naranja y limón, porque dicen que ayudan a recuperar rápido la salud porque tienen vitamina C. También me dijeron que las personas como usted necesitan vacunarse contra la influenza que es una enfermedad que ataca en edades avanzadas. ¿Usted ya se vacunó?
Don Jacinto: –Uhhh “criatura” ¡creo que no me vacunan desde que vine a este mundo!, hasta ahora que me doy cuenta de que existe esa tal vacuna, ríe y tose nuevamente.
Josefina: –Debería ir al servicio de salud para ver qué le dicen de su tos, don Jacinto, se le oye muy fuerte, no se le vaya a complicar y le resulte una pulmonía, asma o una enfermedad más mala como un cáncer.
Don Jacinto: –¡“Santíguate” esa boca criatura! Creo que tienes razón, hoy mismo voy con el médico regresando del trabajo. Y pa’ no estar dando consejos y no quedarme con ellos, desde hoy dejo el cigarro, porque a lo mejor es lo que me está amenazando con “aventarme al hoyo”
Josefina: –Muy bien, don Jacinto, ojalá que mejore y muchas gracias por su paciencia. ¡Cuídese mucho!
Don Jacinto: –Que te vaya bien, muchacha.
 
Josefina: –Bueno, ya tengo más información y voy a organizarla en un resumen.
 
Las infecciones respiratorias agudas atacan más a niñas, niños y personas adultas mayores, pero en general nadie se salva tan fácilmente de ellas.
Si el catarro o la gripa dura más de ocho días, si hay calentura, tos con flema, respiración rápida y corta o dolor en el pecho, puede ser bronquitis, neumonía o pulmonía, que es lo más peligroso y hay que llevar rápidamente al enfermo al médico.
Para prevenir estas infecciones hay que comer y dormir bien. Hace provecho comer naranjas, tomates, guayabas y otras frutas que tienen vitamina C.
El catarro se contagia cuando la persona enferma estornuda frente a otra sin cubrirse la boca, porque los virus y bacterias vuelan por el aire.
Para evitar contagiar a los demás, el enfermo debe dormir aparte y tener cuidado de no estar junto a niñas y niños chiquitos.
Es necesario usar un pañuelo para taparse la boca y la nariz al toser o estornudar.
Cuando sale mucho moco por la nariz no es necesario “sonarla”, porque se pueden dañar los oídos, solamente hay que limpiarla.
Cuando la nariz se tapa hay que hacer lo siguiente:
  - A los niños chiquitos debe sacárseles el moco con mucho cuidado, puede utilizarse una jeringa sin aguja.
- A las personas grandes se les recomienda poner un poco de agua con sal en la nariz.
- Esto ayuda a aflojar el moco.
- Respirar vapor de agua caliente, con cuidado de no quemarse, también ayuda a destapar la nariz.
   
Las personas que con frecuencia padecen de infecciones del oído, asma o sinusitis deben ir al servicio de salud para que los atiendan, pues se les puede afectar el aparato respiratorio.
Cuando ataca alguna infección respiratoria aguda a cualquier persona se recomienda tener toallas húmedas cerca del enfermo, para humedecer el ambiente, esto ayudará a sacar las flemas.
   



* Tafiro. Es una palabra que utilizan algunas personas en la zona del norte de Michoacán y sur de Guanajuato para referirse a un cigarro.

* Agüita. Término que utilizan las personas adultas mayores en la zona del norte de Michoacán y sur de Guanajuato para referirse al té o infusión de hierbas, que preparan con diversas plantas que consideran medicinales por tradición, como hojas de limón, naranja, guayaba, manzanilla, hierbabuena, eucalipto o las flores de una planta llamada gordolobo.