Las diferencias existentes en el comportamiento y la realización de actividades entre hombres y mujeres, ha llevado a ciertas consecuencias específicas en su salud.

Algunos ejemplos de estas situaciones son los siguientes:

     
 

Distribución de alimentos
Cuando en la familia no se distribuyen
o reparten los alimentos de forma equitativa, es decir, de acuerdo con la edad, la actividad física y las necesidades de cada persona, pueden ocasionarse, principalmente en mujeres, niños y niñas, daños como los siguientes:

• Desnutrición
• Anemia
• Problemas en la vista
• Defectos al nacimiento (malformaciones)
• Bajo crecimiento de las niñas y los niños
• Pocas defensas ante las enfermedades
• Bajo rendimiento escolar

   
 

Para evitar problemas de salud ocasionados por este tipo de alimentación, es recomendable que:

• Los menores de cinco años, niños en edad escolar y los adolescentes, consuman al día tres comidas y dos colaciones (pequeña porción de alimento entre las tres comidas principales). Esto no significa que tengan que comer más, se trata de dividir el total de alimentos que comen diariamente en cinco comidas.

• Las embarazadas sigan las indicaciones de su médico. En general deberán consumir más líquidos, alimentos frescos y comidas sin irritantes (chile, por ejemplo); y las madres que amamantan, además de obedecer las prescripciones médicas, consumirán dos raciones más del guisado principal de la comida.

• Los hombres se alimenten según la edad y actividad que realizan, por ejemplo, un trabajador de la construcción, un obrero o un campesino, deben consumir más alimentos energéticos como tortillas, arroz, pasta y pan, sin descuidar el consumo de verduras y frutas, leguminosas, como frijoles y lentejas, y alimentos de origen animal como carne y leche, entre otros.

Poder y violencia en la familia
La violencia familiar, tan frecuente en nuestra sociedad, es ocasionada por el abuso de poder y autoridad, principalmente de los hombres hacia otros miembros de la familia como niños, niñas y mujeres.

Algunos daños a la salud provocados por este tipo de violencia se manifiestan con:

     
 

• Dolores de cabeza y de estómago.
• Daños emocionales: depresiones, ansiedad, fobias, entre otras.
• Lesiones en diferentes partes del cuerpo, muchas de ellas provocadas por violaciones.
• Abortos o partos prematuros (antes de tiempo), así como bajo peso al nacer de niñas y niños.
• Bajo rendimiento escolar.
• Puede orillar al consumo de alcohol y otras drogas.

   
 

Atención médica
En general, las diferencias entre hombres y mujeres, también ocasionan que las personas descuiden la forma de proteger su salud y de atenderla cuando es necesario.

La pareja debe definir el método de planificación familiar que más le convenga. Las pruebas de cáncer de matriz y de mama, son importantes para detectar a tiempo estas enfermedades y poder tratarlas; lo mismo ocurre con la diabetes mellitus y la hipertensión.

Debe acudir a los servicios de salud más cercanos a su comunidad.

   
 

   
 

Las mujeres durante el embarazo, deben acudir de manera regular al médico,
lo que les permitirá la detección de riesgos y el tratamiento oportuno de:

• Presión alta o preclampsia.
• Aumento excesivo o falta de peso.
• Infecciones en los genitales y/o las vías urinarias.
• Sangrado durante el embarazo.
• Parto prematuro.
• Aborto.

En el caso de los hombres, su salud se ve afectada principalmente por accidentes,
hechos violentos y conflictos con armas, cuando se parte de la idea de que su comportamiento debe ser “valiente” y “protector”.

En relación con la atención médica, los hombres también deben acudir periódicamente
a revisiones, lo que permitirá la detección oportuna y el tratamiento adecuado de:

• Enfermedades cardiovasculares
• Diabetes e hipertensión
• Cáncer de próstata
• Obesidad

En relación con ambos sexos, con mucha frecuencia, los adultos descuidan la higiene de los dientes y el cuidado de la vista y esto les puede causar severos problemas de salud; en el plano sexual también ocurre que tengan relaciones sin protección, por lo que corren con mayor riesgo de contagiarse de alguna infección de transmisión sexual y contagiar a su pareja.

Debemos tener presente que todas las personas, sea cual sea el sexo o edad, necesitamos cuidar nuestra salud a través de una alimentación balanceada de acuerdo con nuestras necesidades, protegernos de las enfermedades, acudir a revisiones médicas periódicas, realizar ejercicio, prevenir accidentes y actos violentos.