Hay un dicho popular que dice “Muerto el animal se acaba la rabia”, pero ¿realmente será la solución? Pensemos un poco en nuestra comunidad, en los animales con los que convivimos, ya sean propios, los que encontramos en la calle, o aquellos silvestres que nos rodean. Para evitar el contagio de rabia o que los animales con los que tenemos contacto la lleguen a padecer, se requieren diversas medidas de prevención y control. En este tema podrán verse las más importantes y en las cuales podemos participar.
¿Convive usted con algún animal doméstico? En caso de que su respuesta haya sido negativa, pregúntele a algún familiar o vecino que sí convive con animales.
¿Con qué animal o animales convive?
¿Cuáles son los cuidados que le(s) da?
Observe las imágenes. Seleccione las situaciones que considere representan los cuidados que es necesario tener con un animal doméstico.