Cuando escribimos, podemos conocer mejor todo lo que nos
rodea.
Cuando narramos una historia o una
anécdota, debemos precisar acerca de quién escribimos, dónde se
encuentra, cuándo y cómo se desarrolla la historia.
Cuando escribimos sobre nosotros
mismos, podemos conocernos mejor.
Por
ejemplo:
Seleccione la respuesta
correcta para cada pregunta.
Luis En 1990
cuando entré a la Facultad de Odontología, conocí a una muchacha
llamada Ivonne, sus papás estaban separados, yo le dije que mis
papás también lo estaban. Al platicar descubrimos que, además de
gustarnos la Odontología, también nos interesaba la música y, desde
entonces, nos hicimos buenos amigos. Debido a que teníamos diferentes
horarios de clase dejamos de frecuentarnos. Un buen día nos volvimos
a encontrar, Ivonne me contó que su mamá tenía un novio, cuando
lo estaba describiendo me di cuenta que el novio de su mamá era
un viejo amigo mío.