Qué heredamos los mexicanos

En 1821, con la Independencia de México, surgieron los primeros intentos organizados de recuperar los bienes propios de la nación y, por lo tanto, de todos los mexicanos.

A partir de la Revolución de 1910, el Estado se propuso desarrollar y consolidar las ideas de identidad y de patrimonio nacionales y fomentar poco a poco su aceptación en toda la población. Antes de la Revolución sólo se consideraba como patrimonio de México los monumentos arqueológicos y artísticos, como los templos, los palacios y las pirámides; con los nuevos cambios se aceptó que las tradiciones rurales y las expresiones de las clases populares también forman parte del patrimonio nacional.

Este reconocimiento motivó la elaboración de nuevas leyes para la protección de la herencia de los mexicanos, es decir, del patrimonio nacional.

La primera ley que brindó protección al patrimonio de México fue la Ley sobre Monumentos Arqueológicos, promulgada en 1897. En ella se consideraba el cuidado que merecen los monumentos y el delito que se comete al dañarlos o destruirlos, así como al ocultarlas al Estado, es decir, al no declarar su hallazgo, así fueran edificaciones o piezas arqueológicas.

Desde 1897 las leyes han tenido algunas modificaciones y han incluido otros elementos de la cultura que también se consideran importantes.

Así, en 1972 se creó la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas. Ésta abarcó también a la música, las artesanías, el cine, los libros, los periódicos, los mapas y las monedas, como parte del patrimonio nacional.

Para su rescate y conservación, se fundaron instituciones como las Secretarías de Patrimonio Nacional, de Agricultura y Recursos Hidráulicos y del Medio Ambiente y Ecología, así como los Institutos de Antropología e Historia, Indigenista y de Bellas Artes. También se construyeron museos, talleres, laboratorios, archivos, bibliotecas, fototecas, escuelas y centros de investigación para su conservación.

 

imprimir

subir

regresar índice revista avanzar

cerrar