La violencia dentro de la familia es un círculo vicioso que provoca infelicidad en todo los que la sufren: tanto en las víctimas como en los agresores; por eso, cuando una persona siente que vive esta clase de violencia, ipuede buscar ayuda!

Pedir o buscar ayuda no es falta de cariño o lealtad a la familia, tampoco un motivo de vergüenza. Todos estamos, como sociedad, en la responsabilidad de apoyar en la solución de este problema.

Para evitar la violencia dentro de la familia es importante procurar que todos sus integrantes reciban los mismos derechos de alimentación, salud, educación y sobre todo de afecto, comprensión y respeto. También debemos crear y fortalecer los lazos de apoyo, y solidaridad entre todos los integrantes de la familia.

¿Dónde encontrar ayuda?

Si vives un caso de violencia intrafamiliar o conoces a alguien que sufra, puedes acudir a:
Las oficinas de DIF que existan en tu localidad o en la capital de tu estado.
Las agencias del Ministerio Público
La comisión Nacional o las Comisiones Estatales de Derechos Humanos.

El apoyo que ésta y otras instituciones y asociaciones pueden brindar, es tanto para los que sufren la violencia como para quienes son agresores y quieren dejar de serlo.


Todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad. Esto ha sido aceptado por los países del mundo en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por lo tanto, aunque tenemos diferencias debidas, entre otras razones, a nuestra edad y nuestro sexo, ninguno de nosotros es inferior, ni siquiera cuando a causa de esas diferencias sea más débil o vulnerable.

Como jóvenes, hombres, mujeres, niños, ancianos o discapacitados tenemos derecho a vivir en una familia donde:

Se respete nuestra integridad física y emocional;
Se nos escuche y trate con respeto, dignidad y cariño;
Se nos permita elegir libremente sobre nuestra sexualidad sin forzar a nadie a tener prácticas que no desea;
Compartamos decisiones que tengan que ver con nuestro bienestar y vida en común;
Se nos apoye y apoyemos para la satisfacción de nuestras necesidades básicas y nos protejamos unos a otros;
Se atiendan las necesidades especiales que implique nuestra condición;
Tengamos libertad de expresión, vivamos sin miedo y en paz.

* Algunos de los textos presentados en este folleto fueron elaborados a partir de diversos documentos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.