La congelación

Es una forma duradera de conservar los alimentos perecederos (carnes, pescados, guisados) que no se van a consumir inmediatamente.

Un alimento congelado no pierde calidad ni nutriente aunque sí algo de sabor.

Cuando se descongela un alimento, no se debe volver a congelar.

Por eso es importante que cuando compremos un alimento congelado lo guardemos lo antes posible en el congelador, evitando romper la cadena del frío.

Es conveniente congelar raciones que vamos a consumir por completo, por este motivo:

Si se congela carne o pescados frescos, hay que lavarlos primero, secarlos y congelarlos.
Si se congela en un envase opaco, es recomendable ponerle una etiqueta con el nombre del producto y la fecha.


¿Cómo descongela?

No se debe descongelar a temperatura ambiente, porque el proceso de descongelación se da de afuera hacia dentro de manera lenta. Lo que significa que las partes que se van a descongelar son fuente de cultivo para los microbios.

La forma correcta es pasar los alimentos del congelador a la parte de la refrigeración. Esta forma es más lenta pero segura.

El pan es un alimento que puedes colocar en el congelador para conservar su frescura.