Aunque algunos hombres trabajan en el servicio doméstico, la mayoría de las personas que nos dedicamos a este tipo de trabajo somos mujeres.

Debido a las costumbres y a la educación que hemos recibido, desde pequeñas aprendimos a realizar el trabajo doméstico. Nuestras primeras maestras fueron nuestras madres o las mujeres mayores con las que convivimos.

Por eso cuando decidimos buscar un trabajo remunerado, el empleo doméstico fue una buena opción, pues desde muy jóvenes ya poseíamos conocimientos y habilidades para realizar algunas de las muchas labores del hogar.

Recuerdas ¿cómo conseguiste tu primer empleo en el servicio doméstico? Escribe cómo fue.


Observa las siguientes imágenes y escribe qué tan buen resultado da esa forma de buscar trabajo, también menciona qué requisitos se necesitan cumplir para solicitar el empleo.