Aunque seas siempre la misma persona, la forma de comportarte en cada situación y en cada relación depende de lo que piensas y sientes en ese momento. Tu forma de ser cambia según tu estado de ánimo, las preocupaciones que tengas, la forma de actuar de otras personas contigo, tus pensamientos y sentimientos.

Si alguien te preguntara cómo eres en tu forma ser, ¿qué le contestarías?

Seguramente en tu respuesta incluiste algunas características que tienen que ver con tu carácter, tu forma de comportarte, lo que te gusta o no, entre otras. Tal vez pusiste “soy callada”, “alegre”, “no me gusta que me griten”, “tengo buena o mala memoria”. Muchas veces, son las características más difíciles de reconocer en una misma. Sin embargo, todo lo que eres, te hace ser una mujer única, porque te distingue de cualquier otra persona en el mundo.

Imagínate que estás junto a un lago. Al asomarte al agua, ves reflejado tu carácter. Cuando te pones en otro lugar del lago, ves cómo eres como amiga, y en cada lugar, te ves diferente.

Escribe en cada parte del lago, las características que te describen en cada situación.

Para conocerte es importante que te des cuenta de cómo actúas, qué piensas y qué sientes con diferentes personas, en los distintos aspectos de tu vida.

Cuando amas o quieres a alguien, ¿qué haces para demostrárselo?

De la misma manera que le demuestras a alguien que lo quieres y valoras, también necesitas hacerlo por ti misma. Debes cuidar ese amor, igual que un cofre protege su tesoro.

Completa las siguientes frases:

Prometo…

Para cuidar mi cuerpo…

Para cuidar mi forma de ser…

Para cuidar lo que aprendí en mi lugar de origen…