Nuestra posición como empleadas del hogar, en donde, por un lado, mantenemos una relación laboral con la familia con la que trabajamos y, por otra, laboramos en el entorno más íntimo y privado de las personas – su casa -, nos coloca en una situación difícil. No formamos parte de la familia, pero somos testigas de lo que ocurre en ella.

Como testigas, podemos observar actos de violencia en contra de uno o más miembros de la familia. Por ejemplo, cuando los padres maltratan a sus hijos o la pareja de tu empleadora, la golpea y humilla. Hay que tomar en cuenta que cada familia presenta diversos conflictos, pero son ellos los responsables de solucionarlos de la manera que consideren mejor. No es nuestra obligación arreglarlos.

Escucha lo que nos platica Irma sobre la familia con la que trabaja y después contesta las preguntas.

... A veces quisiera desaparecer cuando pelean los señores de la casa... el señor se pone de malas cuando no le alcanza el dinero, empieza a gritar y a reclamar por todo, eso le molesta a la señora y pelea con él... las niñas se ponen a llorar y yo no sé ni cómo consolarlas... También hay pleito cuando una de las niñas va mal en la escuela... se echan la culpa uno al otro... Si estoy cerca hasta me toca que me regañen a mí...

¿Por qué crees que Irma quisiera desaparecer cuando pelean sus patrones?

¿Qué le recomendarías hacer a Irma en este caso?

¿Recuerdas haber presenciado alguna escena violenta en tu empleo? ¿Qué hiciste y cómo te sentiste?

Aunque cada situación es diferente, es importante distinguir cuándo nos colocamos en una situación de riesgo. Por ejemplo, si resultamos involucradas en un delito, esto es, si alguien de la familia lesiona severamente o mata a otro miembro de ella, colaborar de alguna forma o callarnos, puede hacer que nos convirtamos en cómplices o sospechosas del delito.

En hechos de este tipo, es importante que valores las consecuencias que tendrán las decisiones que tomes para tu persona, así como estar informada sobre tus derechos y responsabilidades ante la ley, y tener a la mano los teléfonos o direcciones de organismos e instituciones que te apoyen en un momento así.

Si eres testiga de un acto violento:

Busca en el Directorio de tu paquete modular, el teléfono o domicilio de Inmujeres, o el de alguna organización de apoyo para las empleadas del hogar, en tu localidad, y acude o llama para pedir orientación.

Coméntalo con alguna persona de tu confianza. Es importante en estas situaciones sentir el apoyo de amistades y/o familiares.

Recuerda que no tienes que sufrir las consecuencias de lo que otros y otras hacen. Cada persona es responsable de sus acciones.

Si algunas veces podemos guardar nuestra distancia en hechos violentos que observamos en la familia donde trabajamos, no es posible hacerlo en aquellos que nos afectan o dañan directamente.