Para
sentirnos a gusto en nuestro lugar de trabajo es importante
establecer una buena relación con cada una de las personas
de la casa. La convivencia diaria con una familia, diferente
a la nuestra, requiere de tolerancia y respeto mutuo.
Reconocer y valorar las diferentes
formas de ser, pensar y actuar de nosotras y de las personas
de la familia que nos emplea nos ayuda a entendernos mejor.
Las siguientes actitudes nos pueden
ayudar a entendernos mejor:
Respeto hacia la forma de ser y pensar de cada una de
las personas que viven en la casa.
Discreción respecto a los
asuntos y problemas de la familia. Evitar contar y opinar
sobre lo que pasa en la casa de nuestros patrones.
Honestidad en el manejo del dinero
y bienes que nos confían nuestros empleadores.
Compromiso en la realización
oportuna y eficiente de las actividades para las que nos
contratamos.
Comunicación con nuestra
empleadora para platicar sobre nuestras necesidades y
problemas respecto a las labores que desarrollamos.
Escribe cinco actitudes de tu empleadora
y de otros habitantes de la casa que ayudan a que te sientas
a gusto con tu trabajo.
Anota un ejemplo de cómo pones
en práctica la tolerancia con las personas con las
que trabajas.
¿Qué puede pasar si la
empleada del hogar no platica con su empleadora sobre sus
necesidades?
¿Conoces a alguna empleada del
hogar que haya abusado de la confianza de sus empleadores?
¿Qué consecuencias tuvo su acción?
Imprime y guarda en
tu carpeta personal esta actividad porque forma parte
de las evidencias de desempeño que tendrás
que mostrar al finalizar el curso.