Nuestra historia, las maneras de ser y de vivir del lugar donde crecimos, entre otras cosas, forman parte de cómo somos y cómo vemos el mundo.

Marisol trabaja como empleada del hogar en la ciudad de Monterrey. Un día, al terminar su jornada de trabajo, la niña de la casa le preguntó de dónde era y qué le gustaba hacer. Al observar el interés de la niña por saber más sobre ella y su lugar de origen, Marisol le contó algo de su historia.

Escucha esta historia y después contesta las preguntas.

Yo nací en un pueblo del estado de Hidalgo llamado Huejutla. Hace mucho calor casi todo el año, hay flores y árboles grandes, y todo se ve bonito. Cerca hay algunos ríos y puedes escuchar a los grillos por las noches. Los hombres y las mujeres visten parecido a las personas de aquí, aunque también hay mujeres que usan vestidos bordados a mano. Las palabras y la forma de hablar son distintas. En Día de Muertos se hace una gran fiesta y comemos un tamal muy grande y sabroso. Los domingos vamos a misa. Yo creo mucho en Dios. Lo que más extraño es mirar al cielo y ver tantas estrellas. También extraño mucho a mi familia, que me enseñó a respetar a los demás, y de la que aprendí a bordar los vestidos...

¿Qué recuerda Marisol con más cariño, de su pueblo y familia?


¿Crees que Marisol sigue conservando costumbres, actitudes y formas de ser del lugar donde creció? ¿Por qué?