10 consejos para obtener placer con la lectura
 

¿Sabe cuántas emociones se desatan con la lectura? ¡Todas!
La alegría, la tristeza, el amor, el dolor, la pasión, el enojo y muchas más; son emociones que nos impulsan a sonreír, disfrutar, llorar, imaginar y, en última instancia, actuar.

La próxima vez que tome un libro, con estas recomendaciones estará preparado para leer mejor, comprender con mayor rapidez y darle término a su lectura.
 

1. Construya el mundo en su imaginación. Piense que la lectura es una vía que lo transportará a un mundo nuevo. Imagine que ese encuentro o descubrimiento puede brindarle grandes beneficios. Espere siempre, como en una amistad, algo interesante del texto, pero también dé lo mejor de sí para lograrlo.

2. Siga una meta aunque los caminos se crucen. Recuerde que al empezar a leer debe tener ya un propósito. Ese propósito le servirá como guía de lectura. A partir de sus metas, puede encontrar información útil e interesante que le ayude a iluminar y construir, desde nuevas perspectivas, su propia vida. Un texto puede tener muchas interpretaciones, pero el propósito de lectura, cual si fuera un faro maravilloso, debe permitirte llegar a dónde tenía previsto.
 
 

3. Convierta el texto en una fotografía. Como ante un paisaje nuevo en el que nuestros ojos se sienten renovados, escudriñe, contemple y observe el texto que leerá. Busque dentro de él lo que más le atrae. Un mínimo detalle puede darnos una idea general y precisa del texto, como cuando conocemos a una persona.

4. De rienda suelta a sus intuiciones. Partiendo de sus experiencias de la vida y como lector, imagine cómo puede iniciar el texto; después, trata de imaginar cómo continúa y cómo finaliza. Es decir, igual que en un juego de ingenio en el que usted asume el papel del autor, prediga el desenlace.

5. Avance veloz por la autopista de la lectura. La lectura es como una autopista. Entre más la transite y mejor la conozca podrá avanzar con más velocidad rápidamente y con mayor seguridad. Cuando uno ya conoce la carretera, maneja más velozmente, desde luego, más apasionadamente. La velocidad siempre excita. Lo mismo pasa con la lectura. Todo buen lector, viendo una palabra, una frase o una oración que funcionan como esas señales de las carreteras, puede saber qué es lo que sigue dentro del texto; incluso, puede saber cómo se desarrollará y cómo concluirá el texto.

6. Busque tesoros entre las líneas del texto. Entienda qué dice el autor en su texto, pero, sobre todo, descubra qué sugiere el texto, porque en ello radica el descubrimiento de un significado más amplio y profundo. No es lo mismo mirar el cielo estrellado que mirar las estrellas del cielo. Esto es, descubrir qué hay del otro lado de las palabras. Sin duda, eso es un reto, pero si se resuelve, también es un triunfo.

7. Viva al máximo sus emociones. El mundo creado por los textos encierra muchas emociones. Un buen lector se deja llevar por ese torrente de emociones. Ese proceso, en cierto modo, significa poder vivir la vida de otra persona, significa experimentar otras vivencias; finalmente, significa empezar a ver con nuevos ojos el mundo y la realidad.

8. Platique sobre sus lecturas. Platicar es como la otra cara de la lectura. Platicando sus lecturas a otras personas puede encontrar formas nuevas de interpretación. De hecho, gracias a la plática puede enriquecer tanto la visión del texto, como la visión de su vida. Leyendo y platicando puede llegar muy lejos; el límite, como siempre, lo pone la imaginación de cada persona.

9. No basta leer, hace falta releer. Lea para que su visión del mundo se amplíe; pero relea para que su visión del mundo se profundice. Cuando una persona lee, el mundo y la vida cobran nuevas dimensiones; pero cuando relee, esas dimensiones de ese mundo adquieren mayor significado. Por ello, es conveniente que ejercite su lectura y relectura de la mayor cantidad de tipos de texto, con paciencia pero con constancia, con tranquilidad pero con tenacidad.

10. La lectura, la chispa que da nueva vida. Si bien es necesario leer, también es necesario obtener resultados de la lectura: una idea en la que se perciba la información general del texto es uno de los mayores logros a los que debe aspirar todo lector. Leer para entender es la meta, pero entender para crear una nueva visión del mundo es el triunfo de la lectura, y el placer de cada persona consiste en enriquecer su vida y la de los demás con esa nueva visión.
 
Recuerde: ¡La lectura es un ingrediente esencial del aprendizaje en el mundo contemporáneo!
 
     
  El buen lector no nace, se hace.