 |
 |
|
De
las gorditas a los hot dogs |
|
|
Querida abuela: |
|
Con mucho agrado te escribo estas cuantas
líneas para hablar de las comidas de aquellos lejanos
días que ya no han de volver, ¿te acuerdas
cuando íbamos a cortar roscas de guamúchiles
a la orilla del arroyo? Recuerdo que las disfrutabas como
si fuera el manjar más delicioso. Y cuando a la
olla de leche hervida le quitabas con una cuchara "las
natas", y a darte un buen banquete; pero también
te has de acordar que con la masa de nixtamal en la cocina
se hacían gran variedad de platillos. El atole
blanco, que cuando llegábamos corriendo a la casa
con mucha hambre, teníamos un platón bien
servido. Recuerdo también que mi madre hacía
pequeñas bolitas de masa... Y luego tortillas muy
sabrosas, ¡ah, y las raspadas con asientos! o ¡las
gorditas, como tú les decías!... Bueno,
yo creo que podría recordar tantas cosas, pero
quiero decirte que ahora son otras las comidas, fíjate,
a un pan alargado le meten una salchicha y le llaman "hot
dog". |
|
¿Te imaginas todo lo que han cambiado
las cosas en estos años? |
|
¡Te extraño tanto, abuela! |
|
|
|
|
|
|
|
|
|