El león no es como lo pintan
 
Querida abuela:
 
Y bien me lo decías, ¡el león no es como lo pintan! Te quiero contar sobre los errores que se cometen al juzgar a las personas por su apariencia.
 
Ya sabes que Óscar va a la Preparatoria Central, fíjate que últimamente lo hemos visto comportarse de manera distinta, ha cambiado su forma de vestir, se ha dejado crecer el pelo y nos empezamos a preguntar, ¿qué le pasa? Mi mamá se detuvo de decirle algo, pues ya ves, cuando los muchachos son adolescentes lo mejor es tenerles paciencia.
 
Al poco tiempo, Óscar empezó a llevar a un amigo a casa. Nos pareció un muchacho muy extraño. Tenía el pelo pintado de varios colores y tan crecido que le llegaba hasta el hombro. Usaba ropas también de lo más raras; pantalones bien anchos, con un montón de bolsas por todos lados y unas camisas que le quedaban grandísimas.
 
Cuando lo vi por primera vez, me dio miedo y pensé que podía ser un asaltante o algo así. Lo peor del caso es que venía con Óscar, no podíamos creer que tuviera esos amigos.
 
¿Sabes?, algunos vecinos empezaron a hablar y cuando veían a mi mamá, le decían que cómo era posible que Óscar se juntara con vagos, pero fíjate una cosa abuela, nosotros tenemos confianza en Óscar y sabemos que no es mala persona, así que no le dijimos nada sobre el aspecto de su amigo y le seguimos recibiendo con mucho gusto.
 
Así fue como nos enteramos que su amigo se llama Pablo, que viene de El Verde, Municipio de El Rosario, Sinaloa, y que estudia la prepa junto con mi hermano. También va a la Escuela de Artes y Oficios de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Es un muchacho muy alegre y amable, siempre nos está enseñando los trabajos de pintura que está haciendo. ¡Vieras qué bonito pinta! Ya ha participado en varias exposiciones.
 
Óscar ahora también va a esa escuela y ya está aprendiendo a pintar, hasta hizo retratos de toda la familia. Claro que a veces es un enfado, porque uno tiene que estar horas como estatua para que él pueda dibujarnos. Pero ya que termina, estamos muy contentos.
 
Lo que más gusto nos da es que Óscar ahora es más responsable y para comprar los bastidores, las pinturas y el material que necesita se va a trabajar los fines de semana. También va mejor en la escuela y se preocupa por pasar bien
sus materias.
 
Ahora resulta que nosotros estamos encantados porque la casa se llena con los amigos y amigas de Óscar, y conviven con toda la familia, ya son también nuestros amigos. Seguido nos piden que seamos sus modelos para dibujarnos o pintarnos y nosotros no nos hacemos mucho del rogar. Quien quita y un día sean famosos y nuestros rostros pasen a la historia. ¿No te gustaría que retocaran alguno de tus retratos? Un día de estos le voy a decir a Óscar que lo haga para que lo veas desde donde estás.
 
¿Ya ves cómo las apariencias engañan?... De los vecinos, pues ni modo, ellos tienen su manera de pensar y hay que respetársela, pero tampoco podemos estarles haciendo caso en todo lo que dicen, ¿verdad?
 
Bueno, abuela, como todavía me siento fuerte y con mucha salud, creo que por lo pronto no nos veremos, me despido con muchos, muchos besos.