¡Soy jefa de familia!
 
Querida abuela:
 
Mañana, como es costumbre, me espera un día de trabajo muy intenso, pero antes de irme a acostar, quise escribirte. Al hacerlo, siento como si estuvieras a mi lado y eso me da fuerzas para seguir adelante.
 
Ahorita, al ver a mis hijos que duermen muy tranquilos, me puse a pensar lo difícil que ha sido mi vida; pero desde que decidí vivir sola con ellos, te confieso que vivo más tranquila y creo que ellos también; es cierto que trabajo mucho, pero lo hago con gusto porque sé que es para bien mío y de ellos.
 
Abuela, es difícil tomar decisiones, pero nada se compara con la libertad para elegir por uno mismo lo que se quiere ser y lo que se quiere hacer.
 
Ahora, además de trabajar y atender a mis hijos, estoy estudiando, no creas que me daré por vencida.
 
Quiero decirte que en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI hay un número importante de familias que son sostenidas por mujeres. El veinte por ciento del total de las familias existentes se encuentran en Sinaloa, y se dice que las familias dirigidas por mujeres somos más organizadas en los gastos, que aunque tenemos menos ingresos, todo se destina a la atención de las necesidades básicas, como alimentación, salud y educación.
 
Pensando en todo lo que te he platicado, creo que las decisiones que he tomado han sido las más adecuadas, porque veo que mis hijos crecen seguros de sí mismos y que es el gran cariño que les tengo y la esperanza de un mundo mejor para ellos, lo que me impulsa a seguir adelante.
 
Abuela, la noche se está yendo, ahora me tengo que ir a descansar, mañana será otro día.
 
Te mando un beso.