 |
 |
|
|
Querida abuela: |
|
Fíjate que ayer me acordé
mucho de ti, resulta que ya se sienten las mañanas
un poco frías, y cuando iba por el malecón
caminando, me encontré un puesto donde había
un brasero con una olla de atole de pinole y un comal
en el que hacen gorditas, como las que tú nos hacías,
y cuando quise comprar un vaso de atole y una gordita,
me di cuenta que no traía ni un solo peso. |
|
Si hubieras estado conmigo, me habrías
dicho lo importante que es traer siempre algo de dinero
para lo que se pudiera ofrecer. Seguramente que a eso
le habrías agregado que para poder tener dinero
es necesario ahorrar. Entonces empecé a recordar
tus pláticas acerca de lo que tú y otras
personas de tu edad hacían para juntar dinero;
me acuerdo que decías que la gente guardaba su
dinero, metiéndolos en ollas de barro, en un cochinito
o en lo que se pudiera. Ahora es diferente, hay muchos
bancos y la gente con confianza va y deposita ahí
su dinero, le hacen firmar unos papeles y una tarjeta
de plástico que luego le entregan y con la que
pueden retirar su dinero. Pero, ¿sabes una cosa?
Con esa misma tarjeta se puede ir al supermercado a comprar
lo que se necesite o ir a los restaurantes y pagar con
ella lo que se haya comido; es como si uno trajera dinero
en la bolsa. |
|
Eso no es todo, fíjate que ahora
se puede sacar dinero de unos aparatos que han puesto
por las calles. Se llaman cajeros automáticos y
sin importar en qué ciudad o país esté
uno, ni qué hora sea, ni si es día domingo,
de todos modos uno llega a ese cajero, mete su tarjeta
y luego le pone unos números que sólo uno
sabe, y la máquina te da lo que solicitaste de
dinero. Esto que hay ahora, en tu tiempo no había. |
|
Hay otra cosa que te quiero contar. ¿Te
acuerdas cuando mi tío José se iba para
"el otro lado", para los Estados Unidos a buscar
trabajo, y que te tenías que esperar hasta que
él volviera o que te mandara dinero con alguien
que venía de allá? Fíjate que si
tú hubieras tenido esa tarjeta, mi tío habría
entregado allá, al banco, el dinero que te quería
mandar, y tú lo habrías sacado aquí
en los cajeros. |
|
Ni sabes, ¡han cambiado tanto las
cosas! Sí, a la gente le pagan ahora así
con tarjeta y puede ir sacando en efectivo o gastando
su dinero poco a poquito hasta que se acaba y vuelve el
día de pago. |
|
¿Qué modernos verdad? |
|
Por ahora, te mando un beso y un abrazo. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|