¿A qué se debe la violencia?
 
En las mujeres, los ovarios producen hormonas que permiten la maduración
de los órganos sexuales y la aparición de características corporales femeninas
como el crecimiento de los pechos, la aparición de vello en pubis y axilas,
ensanchamiento de las caderas. En esta etapa, es decir, entre los diez y los trece
años, se presenta la primera menstruación o regla.
 
Cuando un hombre comienza a eyacular significa que los testículos ya están produciendo espermatozoides.
 
Cuando en la mujer se inicia la menstruación, quiere decir que los ovarios
están madurando óvulos. Estos cambios son la señal de que se ha alcanzado
cierta madurez sexual, lo que nos hace físicamente aptos para la reproducción
humana.
 
 
La reproducción humana se da partir de la unión de un óvulo y un espermatozoide. Si un óvulo maduro es alcanzado por un espermatozoide, aquél queda fecundado y se produce un embarazo. Generalmente esto se logra por medio de las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, a través del coito, es decir, por la penetración del pene en la vagina.
 
A lo largo de la vida, primero en la familia, después en la escuela y en la comunidad, se aprenden los comportamientos que la sociedad considera propios para el sexo masculino y femenino. También la religión, las leyes y los medios de comunicación como la televisión, la radio y las revistas infl uyen en cómo “debemos” ser los hombres y las mujeres.
 
Por lo tanto, a partir de la identifi cación de las personas como hombres o mujeres, se establecen los comportamientos, características y atributos de la masculinidad y feminidad; esto recibe el nombre de roles de género.
 
 
Estos roles los aprendemos desde que somos niñas/os, por la forma en que nos
visten, los juegos que se nos permiten o fomentan y hasta por las emociones
que se consideran adecuadas para cada sexo.