¿Qué se puede hacer frente a la violencia?
 
En algunos casos, cuando se educa con la idea de que la masturbación es una
conducta negativa o pecaminosa, su práctica puede producir sentimientos
de culpa, en cuyo caso se recomienda buscar orientación para resolver esta
situación.
 
La atracción física, el amor, la afinidad y el impulso sexual pueden llevar a la pareja a buscar una mayor intimidad que puede culminar en las relaciones sexuales. Éstas permiten la comunicación entre dos personas, dar y recibir placer y, si se desea, también la reproducción de la especie.
 
Entendemos las relaciones sexuales, como el acto por medio del cual dos
personas se acarician, tocan y estimulan sus cuerpos y sus órganos sexuales externos, sintiendo y produciendo placer, y a la penetración del pene en la vagina,
lo que se llama coito.
 
En términos generales, se puede decir que existe una primera etapa
que es la del deseo. En este momento se pueden presentar sentimientos y
sensaciones vinculadas a la atracción física y emocional que sentimos por
alguien.
 
 
La segunda etapa es la de la excitación, que es cuando ocurre la erección del
pene y la vagina se humedece. Y por último la del orgasmo, que es la etapa del
clímax o lo que se conoce como “venirse”. Éste es el momento de mayor intensidad, ya que tanto el hombre como la mujer sienten contracciones involuntarias muy placenteras en los órganos sexuales externos, acompañada
de una sensación generalizada de placer.
 
Las relaciones sexuales enriquecen nuestra vida, al practicarlas están presentes los principios, convicciones y valores que se aprenden en la sociedad en la que nos desenvolvemos.
 
Es importante tener siempre presente que nadie tiene derecho a forzar a otra
persona a tener relaciones sexuales, ni a obligarla a hacer con su cuerpo algo que
no quiere o no le gusta.
 
En las relaciones sexuales resultan muy importante la madurez física y emocional,
además de la disposición para responsabilizarnos de nuestra conducta
sexual, ya que esta experiencia compromete nuestro cuerpo, nuestros
sentimientos, nuestra salud y nuestros planes de vida con otro ser humano, que
piensa, siente, tiene valores, necesidades y deseos como nosotras/os.
 
 
Hoy podemos planificar nuestra vida sexual. Esto es, decidir cuándo, por qué
y con quién tener relaciones sexuales, o bien evitarlas o postergarlas hasta otro
momento o etapa de nuestra vida que consideremos más conveniente.