Los huracanes se originan en el mar y son vientos muy fuertes que giran en forma de remolino acarreando humedad en enormes cantidades.

Un huracán es una clase de ciclón muy intenso. Posee características únicas de circulación, completamente distintas de los tornados, trombas marinas y de los remolinos de polvo. Los ciclones se forman y se intensifican cuando están situados sobre océanos tropicales o subtropicales y cuyas temperaturas de agua a nivel de la superficie son de 27° o más cálidas.

Un ciclón tropical es uno de los fenómenos que en la actualidad ya es posible anticipar, gracias a las fotos de satélite y a otras mediciones, con las cuales podemos saber en dónde se ubica, cuál es su velocidad y posible trayectoria.

 
   La evolución de un ciclón tropical puede ser dividida en las cuatro fases siguientes:
           
 
 
  1. Nacimiento (depresión tropical). Primero se forma una depresión atmosférica, que se caracteriza porque el viento empieza a aumentar en superficie con una velocidad máxima de 62 kilómetros por hora (km/h) o menos, las nubes comienzan a organizarse y la presión desciende.
  2. Desarrollo (tormenta tropical). La depresión tropical crece o se desarrolla y adquiere la característica de tormenta tropical, lo que significa que el viento continúa aumentando a una velocidad máxima de entre 63 y 117 km/h Inclusive, las nubes se distribuyen en forma de espiral y empieza a formarse un ojo pequeño, casi siempre en forma circular y la presión se reduce aún más.
  3. Madurez (huracán). Se intensifica la tormenta tropical y adquiere una característica de huracán, es decir el viento alcanza el máximo de la velocidad, pudiendo llegar a 370 km/h , y el área nubosa se expande obteniendo su máxima extensión entre los 500 y 900 km de diámetro, produciendo intensas precipitaciones.

    En esta fase, el ojo del huracán se encuentra bien definido, es un área de calma libre de nubes, puede tener un diámetro que va de 24 a 40 km y a su alrededor los vientos siguen girando a altas velocidades.
  4. La intensidad del ciclón puede clasificarse en cinco grados en relación con la velocidad de los vientos, que pueden ir desde 119 km/h (primer grado) hasta mayores a 250 km/h.
  5. Disipación (fase final). Este inmenso remolino es mantenido y nutrido por el cálido océano hasta que se adentra en aguas más frías o hasta que entra a tierra firme, situación ésta última en la que el ciclón pierde rápidamente su energía y empieza a disolverse debido a la fricción que causa su traslación sobre el terreno.
 
       La capacidad destructiva de un ciclón se manifiesta en cuatro aspectos:
 
  • Vientos fuertes, arrachados y que persisten por horas o días, primero en un sentido y después de pasar el ojo del huracán, en el sentido opuesto.
  • Fuertes lluvias que pueden llevar al desbordamiento de ríos y provocar inundaciones.
  • Marea de tormenta, el nivel del mar se eleva cerca de la costa, provocando también inundaciones.
  • Oleaje de gran altura, tanto en aguas profundas como cerca de la costa, en donde puede arrastrar y remover la arena existente en las playas, que a veces llegan a desaparecer.

    Los habitantes de zonas afectadas por este tipo de fenómenos, deben conocer las medidas que pueden tomar antes de que llegue el huracán, durante el tiempo que éste dure y después de que termine o se desplace a otro lugar.

       Regiones del país que son afectadas por huracanes.
 
  • La primera se ubica en el golfo de Tehuantepec y los huracanes se activan, generalmente, durante la última semana de mayo.
  • La segunda se localiza en la porción sur del Golfo de México, y los huracanes aparecen a partir de junio afectando a Veracruz y Tamaulipas.
  • La tercera se encuentra en la región oriental del mar Caribe y aparece desde julio y especialmente entre
 
agosto y octubre. Estos huracanes presentan gran intensidad y largo recorrido, afectando frecuentemente a a península de Yucatán.
 
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