Antes
- Mantener siempre cerrada la puerta, revisar periódicamente
las cerraduras e instalar una mirilla para verificar quién llama.
- Llegar a la casa con las llaves en la mano y entrar
sin tardanza.
- No dejar la llave escondida fuera de la casa; si se
llegara a perder, cambiar la combinación de la cerradura.
- Si al llegar a su domicilio advierte la presencia
de alguna persona sospechosa, tomar precauciones y solicitar apoyo de
vecinos o de la policía.
- No dejar a la vista dinero u objetos de valor cuando
reciban visitas.
- No dar información a ningún
desconocido acerca de los horarios y rutinas de la familia.
- Al contratar personal para realizar trabajos de reparación
y mantenimiento (plomero, electricista, etcétera), tomar en cuenta
los antecedentes o referencias proporcionados por vecinos, amigos y
familiares.
- Organizarse con sus vecinos para ofrecer o recibir
ayuda en caso de peligro y participar en las campañas sobre prevención
del delito.
- Ser precavido con los vendedores a
domicilio pidiendo que se identifiquen antes de abrir la puerta.
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- Enseñar
a los niños a no dar información a extraños, no
aceptar dulces ni regalos; en dicho caso que confíen en sus padres
y, si es necesario, que pidan ayuda.
Durante
- Si es posible, pedir ayuda a algún vecino o
autoridad.
- No oponer resistencia a las exigencias del delincuente
y cooperar a sus demandas.
- Tratar de memorizar todas las características
posibles sobre el delincuente, a fin de que al presentar la denuncia
lo pueda describir.
Después
- Llamar a los teléfonos de emergencia de la
localidad para reportar el robo.
- Acudir a la oficina del Ministerio Público
más cercana para levantar la denuncia.
- En caso de sufrir algún daño físico
o emocional, acudir a la institución o Centro de Salud más
cercano.
- Comentar con vecinos lo sucedido para que se prevengan.
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