El robo a casas habitación es el delito que comete una persona al apoderarse de pertenencias ajenas, invadiendo propiedades privadas. Es preocupante el número de robos a casas habitación, se incrementen año con año. Dicho aumento se presenta en lugares y momentos en que hay desempleo.

Las víctimas pertenecen a todos los niveles sociales. Es importante mencionar que debido al temor a ser atacados nuevamente por cómplices de los delincuentes o por ellos mismos, por lo general las víctimas no denuncian el delito.
Existen dos formas en la que los robos a casas habitación pueden presentarse:
  • Sin violencia, esto sucede cuando la familia no está en casa por algún motivo, ya que los delincuentes tienen como práctica vigilar las casas que quieren robar.
  • Con violencia, cuando la familia se encuentra en casa y reciben amenazas o agresiones físicas por parte de los delincuentes.
A continuación se presentan algunas medidas para saber qué hacer antes, durante y después de un robo:

Antes

  • Mantener siempre cerrada la puerta, revisar periódicamente las cerraduras e instalar una mirilla para verificar quién llama.
  • Llegar a la casa con las llaves en la mano y entrar sin tardanza.
  • No dejar la llave escondida fuera de la casa; si se llegara a perder, cambiar la combinación de la cerradura.
  • Si al llegar a su domicilio advierte la presencia de alguna persona sospechosa, tomar precauciones y solicitar apoyo de vecinos o de la policía.
  • No dejar a la vista dinero u objetos de valor cuando reciban visitas.
  • No dar información a ningún desconocido acerca de los horarios y rutinas de la familia.
  • Al contratar personal para realizar trabajos de reparación y mantenimiento (plomero, electricista, etcétera), tomar en cuenta los antecedentes o referencias proporcionados por vecinos, amigos y familiares.
  • Organizarse con sus vecinos para ofrecer o recibir ayuda en caso de peligro y participar en las campañas sobre prevención del delito.
  • Ser precavido con los vendedores a domicilio pidiendo que se identifiquen antes de abrir la puerta.

  • Enseñar a los niños a no dar información a extraños, no aceptar dulces ni regalos; en dicho caso que confíen en sus padres y, si es necesario, que pidan ayuda.

    Durante
  • Si es posible, pedir ayuda a algún vecino o autoridad.
  • No oponer resistencia a las exigencias del delincuente y cooperar a sus demandas.
  • Tratar de memorizar todas las características posibles sobre el delincuente, a fin de que al presentar la denuncia lo pueda describir.

Después

  • Llamar a los teléfonos de emergencia de la localidad para reportar el robo.
  • Acudir a la oficina del Ministerio Público más cercana para levantar la denuncia.
  • En caso de sufrir algún daño físico o emocional, acudir a la institución o Centro de Salud más cercano.
  • Comentar con vecinos lo sucedido para que se prevengan.
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