3. El que nada debe...
 
Reflexionaremos ahora sobre los créditos y la responsabilidad que implican.
 
 
Completa el siguiente refrán:
 
El que nada debe,
 
 
¿Qué crees que significa este refrán?
 
 
 
 
En ocasiones pensamos que contar con más dinero nos sacaría de muchos apuros, sin embargo, antes de lanzarnos a obtener un crédito, es fundamental preguntarnos, ¿para qué vamos a pedir el crédito?, ¿cómo lo vamos a utilizar?
 
Antes de comprometerte con un crédito, hazte las siguientes preguntas:
 
¿Voy a destinar el dinero de mi crédito para satisfacer una necesidad o un deseo?
¿Realmente necesito un financiamiento para alcanzar eso que quiero?
¿Estoy en condiciones de cumplir con los pagos sin afectar de manera negativa mi presupuesto?
¿Vale la pena el costo adicional que voy a pagar (los intereses) por disponer del crédito?
 
Si has decidido que el crédito puede ser una buena herramienta para alcanzar tus metas financieras, considera lo siguiente para identificar cuánto puedes pagar periódicamente por un crédito.
 

¡PIENSA!

¿Tus ingresos son estables?, ¿cada cuándo los recibes?
¿Cuál es el total de tus ingresos al mes?
¿Cuál es el total de tus gastos al mes?
Después de hacer tus gastos, ¿cuánto dinero te quedaría para poder pagar el crédito?
¿Al adquirir el crédito tendrás que hacer algún gasto adicional?
Durante el plazo de pago del crédito, ¿habrá cambios en tu familia que impliquen nuevos gastos en el futuro? (Por ejemplo,si obtuviste el crédito para comprar una casa, tendrás que gastar en acondicionamiento y mantenimiento, además de pagar el crédito.)
¿Cómo afecta a en tu bienestar el crédito que estás solicitando a corto, mediano o largo plazo?
¿El crédito te acerca o te aparta de tu bienestar?