Reflexionaremos ahora sobre los créditos y la responsabilidad que implican.
Completa el siguiente refrán:
El que nada debe,
¿Qué crees que significa este refrán?
En ocasiones pensamos que contar con
más dinero nos sacaría de muchos apuros,
sin embargo, antes de lanzarnos a obtener un crédito,
es fundamental preguntarnos, ¿para qué
vamos a pedir el crédito?, ¿cómo
lo vamos a utilizar?
Antes de comprometerte con un crédito, hazte las siguientes preguntas:
•
¿Voy a destinar el dinero de mi crédito para satisfacer una necesidad o un deseo?
•
¿Realmente necesito un financiamiento para alcanzar eso que quiero?
•
¿Estoy en condiciones de cumplir con los pagos sin afectar de manera negativa mi presupuesto?
•
¿Vale la pena el costo adicional que voy a pagar (los intereses) por disponer del crédito?
Si has decidido que el crédito puede ser una buena herramienta para alcanzar tus metas financieras, considera lo siguiente para identificar cuánto puedes pagar periódicamente por un crédito.
¡PIENSA!
•
¿Tus ingresos son estables?,
¿cada cuándo los recibes?
•
¿Cuál es el total de tus ingresos
al mes?
•
¿Cuál es el total de tus gastos
al mes?
•
Después de hacer tus gastos, ¿cuánto dinero te quedaría para poder
pagar el crédito?
•
¿Al adquirir el crédito tendrás
que hacer algún gasto adicional?
•
Durante el plazo de pago del crédito,
¿habrá cambios en tu familia
que impliquen nuevos gastos en el futuro?
(Por ejemplo,si obtuviste el crédito para comprar una casa, tendrás
que gastar en acondicionamiento y mantenimiento, además de pagar el crédito.)
•
¿Cómo afecta a en tu bienestar
el crédito que estás solicitando
a corto, mediano o largo plazo?
•
¿El crédito te acerca o te
aparta de tu bienestar?