Organización colectiva y lucha comunitaria en San José del Río, Chiapas Antología

El largo recorrido de la organización colectiva


Una vez establecidos los habitantes comenzaron a cultivar el maíz, pero pronto lo desplazaron por el cultivo del café. Este paso los enfrentó a una nueva situación de explotación. Ante esta circunstancia el pueblo buscó nuevas formas de resistencia que le permitieran buscar alternativas de comercialización.

En San José lo que resultó más efectivo para enfrentar tanto las políticas neoliberales como el problema de la escasez de la tierra, fue la organización colectiva de la producción, ya que el trabajo individual había llegado a su límite. A partir de este momento la comunidad comenzó a acordar conjuntamente cómo realizar las labores agrícolas, desde la siembra hasta la comercialización. Pronto esta estructura se extendió a otros espacios de la vida comunitaria, como la salud, la educación, las bodas, etcétera.

Los pobladores relatan que el proceso de organización fue largo y difícil, aunque eso nunca los desanimó, ya que se habían convencido de que sólo el trabajo colectivo permitiría avanzar hacia lo que consideraban una comunidad digna. En 1990 las comunidades deciden unir tierras, cafetales, esfuerzos y sobre todo sueños. Sin embargo, también buscan equilibrar lo colectivo.

Trabajar en colectivo es un paso difícil, se necesita mucha conciencia, mucha paciencia, y unos tienen una forma de trabajar y otros tienen otra forma. Después de varias asambleas se llega al acuerdo de unir todo, tanto los cafetales, como los terrenos, pero también dejar algunas partes individuales para el trabajo, pero son una mínima parte.