Jacinto:
Nos fue muy mal la semana pasada. Ojalá
hubieras estado aquí para ayudarnos. Justo el día
de la fiesta del pueblo, llegó la lluvia de a poquito
y luego fue arreciando hasta que se inundaron los caminos,
después las cosechas; muchos árboles se cayeron
y el río se desbordó.
Los rayos asustaron a los caballos, que corrían como
locos. Muchas casas quedaron destruidas y muchas personas
lastimadas y heridas. Tu familia está bien, sólo
tu hermano se lastimó una pierna cuando trataba de
sacar a los animales del corral y está en el hospital,
pero dice el doctor que ya
está fuera de peligro.
¡Ven pronto!
Manuel |