Unidad 1 Tema 1 Actividad 2

Actividad 2. Nuestro cuerpo expresa

La forma en que cada uno manifiesta corporalmente una emoción es parecida, pero cada quien tiene sus propios motivos y pensamientos para expresarla. Puede ser de sorpresa, alegría, dolor o susto; esto ocurre porque las emociones están relacionadas con la manera en que aprendimos a mostrarlas o a ocultarlas.

Imagínate en las siguientes situaciones y describe cómo te sentirías.

Si me entero que un familiar querido tiene un problema grave...

Yo sentiría...

Al asistir a una entrevista para conseguir un nuevo empleo...

Yo sentiría...

Si estoy cerca de una persona que me atrae físicamente...

Yo sentiría...

Cuando dos personas que aprecio se pelean...

Yo sentiría...

Menciona tres situaciones desagradables o agradables que hayas tenido y describe cómo reaccionaste ante ellas.

  Situación Mi reacción fue...
1.
2.
3.

Cuando alguien no pregunta cómo nos sentimos, nuestra respuesta depende del tipo de relación que tenemos con la persona que nos pregunta. Si no tenemos mucha confianza es muy probable que demos una respuesta simple como: “¡Bien!”. Sin embargo, si quien nos pregunta es alguien en quien confiamos es más fácil y probable que le platiquemos sobre nuestros problemas, alegrías y sentimientos.

Para Saber más da un clic en el botón.

Observa los siguientes personajes y escribe cómo crees que se siente.

 
Esta persona se siente

  Esta persona se siente

 
Esta persona se siente   Esta persona se siente

Escribe los cambios físicos que experimentas cuando tienes las siguientes emociones.

Ira, enojo o rabia:

Miedo o temor:

Felicidad o alegría:

Muchas veces expresamos nuestras emociones a través de nuestro rostro y de la actitud corporal; es decir, la forma en que hablamos, caminamos o nos sentamos. Esto ocurre porque el cuerpo refleja nuestras emociones, por ello es que a través de ciertos gestos o movimientos reconocemos las emociones de los demás.

Cuando experimentamos emociones fuertes, el corazón puede aumentar sus latidos, la cara enrojece, las manos sudan o se ponen frías; el miedo o temor hace que sintamos que se paraliza el cuerpo por un instante y hasta se “erizan” los cabellos. También la alegría o felicidad pueden provocar estas manifestaciones del organismo que nos preparan para dar una respuesta y enfrentar una situación o hecho determinado. Cuando nos enfrentamos a situaciones que nos provocan una reacción de miedo o temor, alegría o enojo nuestro organismo produce o secreta una sustancia que se llama adrenalina.