Una opción es un camino alterno que podemos seguir para alcanzar una meta o realizar un proyecto de vida.
Lee la historia de Alberto y después contesta.
Imagina que estás en el lugar de Alberto, haz un balance de las opciones que él ha vislumbrado e imagina otras que no se le han ocurrido.
Vivo en Campeche, tengo 25 años y trabajo en una fábrica. Mi salario es bajo, pero me gusta. Tengo novia, la quiero mucho; ella estudia enfermería y hemos pensado formar una familia. Acabo de recibir una oferta de empleo y me ofrecen el triple de mi salario actual, pero es en el norte del país. Al hacer un balance de la situación me preguntó: si estaré tomando la opción correcta y si saldrán bien las cosas.
Opciones
Ventajas
Desventajas
Acepto el empleo, me olvido de todo y comienzo una nueva vida.
Le pido a mi novia que deje su carrera, nos casamos y nos vamos a vivir al norte del país.
Rechazo el empleo y espero a que mi novia termine mi carrera para casarnos.
Acepto el empleo y le propongo a mi novia que cuando termine su carrera me alcance en el norte del país.
Nueva opción:
Nueva opción:
Si tú fueras Alberto, ¿cuál opción o camino elegirías?
Al hacer una selección estamos identificando, organizando y evaluando las diversas opciones que se nos presentan ante determinada situación. Este proceso de selección nos permite considerar las ventajas y las desventajas de cada una e identificar las posibles consecuencias.
Antes de tomar una decisión es necesario darnos un tiempo para pensar, pero no hay que prolongarlo demasiado, porque muchas veces al no decidirnos estamos dejando que las oportunidades se agoten, los problemas crezcan o que otras personas decidan por nosotros.
Decidir es escoger una opción entre varias, dejando de lado otros caminos; aunque podemos cambiarla según lo consideremos para mejorar.
Para tomar decisiones necesitas:
Establecer objetivos o propósitos. Para ello puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿qué quiero lograr?, ¿para qué?, ¿con qué?, ¿cómo?, ¿con quién?, ¿cuándo? Contestar estas preguntas te dará claridad para tomar decisiones adecuadas.
Buscar información relevante, clara, oportuna, suficiente y detallada. Tus fuentes de información pueden ser personas cercanas, algún especialista, un libro o un medio de comunicación.
Descubrir opciones o alternativas; usa tu imaginación y creatividad, ve los problemas desde diversos puntos de vista, “mide” las posibles consecuencias.
Valorar las ventajas y desventajas de tus opciones. Elige la que te parezca mejor.
Invitar a las personas involucradas en tu decisión a exponer, en un ambiente de cordialidad, sus puntos de vista.
Aprender a negociar; la negociación es llegar a un acuerdo en el que las personas interesadas se sientan “ganadoras”. Para negociar pregúntate: “¿en qué estoy dispuesto a ceder y en qué no?, ¿qué quiere lograr la otra parte? y ¿qué beneficia a ambas partes?”
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Nadie tiene una fórmula mágica para la toma de decisiones, ni hay garantía de que los resultados serán conforme a lo planeado. Pero en el momento de decidir ejercemos nuestra libertad y autonomía, y asumimos el riesgo y las consecuencias de las decisiones tomadas.
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Mirar para adentro permite a la persona entrar dentro de sí misma, a observarse, reflexionar y hacerse preguntas. Ayuda a preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta.