Unidad 2 • Tema 1 • Actividad 5
Actividad 5. ¡Controla tus emociones!
Mantener bajo control las emociones, sobre todo el enojo, la ira, la desesperación, es la clave para nuestro bienestar emocional.
Los momentos de enojo y de entusiasmo dan sabor a la vida, pero es necesario que estén en equilibrio para que no deterioren nuestra estabilidad.
Haz clic en la frase y contesta el cuestionario.
Para saber cuáles son tus pensamientos más frecuentes, trata de recordar lo que te sucedió en los últimos 10 días y luego colorea del 1 al 10 la frecuencia con que mantuviste los siguientes diálogos internos.
Cuando hablo conmigo mismo (a) |
1 |
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7 |
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9 |
10 |
Pienso que todos están en mi contra. |
Me recrimino por lo que hice o por lo que no hice. |
Me hundo en mis problemas. |
Siento que soy víctima de las circunstancias y que nadie me entiende. |
No tengo esperanza en el futuro. |
Soy optimista. |
Soy independiente y capaz de elegir. |
Me responsabilizo de mis decisiones. |
Me doy ánimo cuando estoy triste. |
Hago planes y pienso en el futuro con esperanza. |
La gráfica que obtuviste al seleccionar te da una idea del tipo de pensamientos que tienes con mayor frecuencia. Reflexiona si son los que deseas, tú puedes cambiarlos y mejorarlos.
Cuando la mayoría de los diálogos internos son positivos, tenemos un sentimiento de autoaceptación y esperanza, nuestro comportamiento tiende a ser optimista y estamos de buen humor.  
Si sostenemos un diálogo interior derrotista y negativo es posible que nuestra percepción de la vida sea pesimista y nos sintamos como seres desvalidos y sin capacidad para encontrar soluciones a los problemas que enfrentamos cotidianamente.
- Nadie te conoce mejor que tú; sólo tú puedes identificar los pensamientos que te dañan y la forma en que te lastiman. Sin embargo, tú también puedes modificarlos.
- Todas las personas mantenemos un diálogo interior permanente. Nuestro diálogo interior consiste en “mirar para adentro”, conocer nuestros estados de ánimo, preferencias, recursos con lo que contamos para enfrentar un problema o situación, reconocer nuestras propias emociones y sus efectos, nuestras habilidades y límites. La confianza en nosotros mismos y la certeza de nuestro valor son nuestras armas.
A continuación te presentamos una manera sencilla de modificar los pensamientos que te hacen daño. Fíjate en el ejemplo y modifica tu pensamiento para lograr pensamientos positivos.
Paso 1
Cuando te sientas alterado o mal, detente un momento y trata de identificar tu diálogo interno.

¿Qué estoy pensando sobre mí en este momento?
Paso 2
Reflexiona sobre ese pensamiento.

Escribe uno de los pensamientos negativos sobre ti que tienes con mayor frecuencia.
Paso 3
Analiza tus pensamientos y modifícalos para que te ayuden a resolver el problema.

¿Lo que pienso es verdad?¿Hay alguna otra explicación?
Paso 4
Sustituye los pensamientos negativos por pensamientos positivos, que te ayuden a resolver el problema.

Escribe pensamientos positivos que te sitúen en el espacio de las soluciones.
Paso 5
Busca opciones para actuar en la solución de lo que te preocupa. Siempre encontrarás más de una salida.

Escribe algo agradable y optimista que te gustaría escuchar sobre ti, por ejemplo: “Soy una persona valiosa a la que le gusta aprender y lograr lo que se propone”.
Soy una persona...
Para saber más haz clic en la frase.
Los pensamientos positivos son muy útiles, de ahora en adelante cada vez que te descubras pensando cosas negativas de ti, o te encuentres en un problema que parece no tener solución, recuerda tus pensamientos positivos y repítelos tantas veces como sea necesario. ¡Ya verás cómo cambian las cosas!
Toma en cuenta lo siguiente:
- No vale la pena gastar esfuerzos en negar los errores del pasado.
- Una de las mejores formas de ganarnos el amor es darlo con sinceridad.
- A veces cometemos errores o nos sentimos confundidos, sin embargo, seguimos siendo personas valiosas.
- Podemos afrontar los acontecimientos desagradables con calma.
- Podemos detectar los pensamientos que nos hacen daño y modificarlos para que trabajen a nuestro favor.
- Haz frente a las dificultades, siempre hay una manera de resolver los problemas.
- No te dejes llevar por las reacciones de enojo o violencia de los demás.
- Evita enojarte, pues la ira y la desesperación no tienen el poder de cambiar el comportamiento de los otros.
- Hay que estar conscientes de nuestras limitaciones para no centrar nuestra vida en objetivos demasiado alejados de la realidad.
- Ante alguna dificultad piensa en varias soluciones. Elige primero la más práctica y posible.
En realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros.

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