Unidad 1 Tema 1 Actividad 1

Actividad 1. Las primeras emociones

Antes de nacer empezamos a sentir. Al nacer percibimos el mundo a través de nuestros sentidos y podemos experimentar un sinfín de emociones. Las emociones nos mueven a actuar, y las expresamos a través del llanto, de la palabra, de las acciones y de nuestro cuerpo.

Observa la siguiente imagen e identifica cómo, a través de los sentidos, la mamá y el hijo expresan sus sentimientos. Después, contesta las preguntas.

¿Cómo se da cuenta el bebé de los sentimientos de su madre hacia él?
Observa el ejemplo.

El olfato

El niño percibe el agradable olor de su madre y del alimento que recibe.

La vista

El oído

El gusto

El tacto

 

  • La relación afectiva que se establece entre la madre y el hijo, así como con las personas que lo rodean es primordial en el desarrollo del menor; son los primeros vínculos con los cuales se desarrollarán las expresiones emocionales futuras.
  • Casi siempre la forma en que expresamos nuestras emociones se relaciona con la manera en que desde pequeños aprendimos a vivir el afecto, el temor, la alegría o la tristeza. Esto ocurre porque aprendemos con el ejemplo de las personas adultas con que convivimos; si fuimos tratados con cariño, respeto y comprensión, expresaremos nuestras emociones o sentimientos de alegría, tristeza o enojo con la confianza y seguridad de que las personas que nos rodean comprenden su causa y sabrán guiar y orientar nuestro comportamiento.
  • Así, desde pequeños aprendemos lo que en casa está permitido y lo que no, por ejemplo, no pedir a gritos lo que se quiere, golpear o lastimar a otro, por muy enojado que se esté.

    La rebeldía de algunos pequeños es una manera de “medir” hasta dónde pueden llegar y cómo conseguir lo que desean. Si desde pequeños aprendemos a que tenemos un lugar en la familia, a convivir con los demás con respeto y amor, cuando seamos personas adultas lograremos explicar y controlar el enojo, la tristeza o el miedo.

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