La invitamos a reconocer su propia historia, ya que en las mujeres hay muchas experiencias y formas de vida que son parecidas.
 
Distinguir en la historia de las mujeres el trabajo que hemos hecho y que hacemos en
la atención y cuidado de las niñas y los niños pequeños, para reconocer nuestra valiosa experiencia y nuestros útiles saberes.

   
 
Recuperando mi historia.

Recordar lo que hemos vivido nos puede ser útil en nuestra tarea como madres educadoras.
 

Prepárese para hacer un recorrido a través del tiempo y recordar la historia de su vida.

Piense cómo era de niña y en qué ha cambiado con el tiempo.


¿Qué es lo que recuerda con más emoción de su infancia?


       
    Conocer nuestra historia nos permite reconocernos, comprendernos
y aceptarnos.
   
    Reconocer lo que nos llevó a tomar una decisión, y no otra, nos puede ayudar a comprender que cada persona actúa según sus circunstancias
y que trata de hacer las cosas de la mejor manera posible.
   
    La forma de ser que tenemos: nuestras ideas, gustos, intereses...,
la hemos hecho poco a poco, y lo que ahora somos y pensamos también puede cambiar.
   
           


¿Qué es lo que considera más valioso de su infancia?