El consumo de sal en la alimentación se remonta al origen del ser humano. Es necesaria para la vida y, por lo tanto, fue desde la Antigüedad muy apreciada. Era indispensable asegurarse el suministro de sal; por esto, los primeros pobladores se quedaron a vivir en lugares donde no faltaba la sal ni el agua.

La palabra salario proviene de sal, ya que en los tiempos del Imperio Romano, los soldados recibían como pago de su trabajo sal, que luego se cambió por dinero, el cual les sirvió posteriormente para comprarla.

La sal se encuentra en la naturaleza en dos formas: mineral (sal gema) y disuelta en las aguas de mares y algunos lagos.

Las zonas marítimas de donde se extrae la sal se llaman salinas.

 

La producción salinera en Yucatán se remonta en el pasado a la cultura maya. Los mayas llegaron a implementar una tecnología que les permitió comercializar este producto por vía marítima, incluso en regiones lejanas.

En Yucatán, el lugar principal del que se extrae la sal se llama Las Coloradas, situado en el municipio de Río Lagartos. La sal extraída de este lugar se obtiene almacenando agua de mar en estanques. Por medio de la acción del sol y el viento, el agua se evapora y la sal empieza a convertirse en pedacitos cristalinos, que es como la conocemos.


En relación con la sal existen muchos mitos y supersticiones, por ejemplo: al ver pasar un gato negro debes tirar sal por detrás de tus hombros para alejar la mala suerte; no te deben dar el salero en la mano sino asentarlo en la mesa para que tú lo tomes, de lo contrario se crearán conflictos. En algunos países de Europa se recibe a los visitantes con un platito de sal y pan en señal de bienvenida; en Rusia los recién casados deben tirar sal antes de entrar a su nuevo hogar.

 

En alimentación se utiliza como sazonador de alimentos y como conservador. En la industria, se utiliza para fabricar vidrio, papel, pinturas, cosméticos, medicamentos, pilas eléctricas, tratamiento de aguas, cámaras de refrigeración, entre otros.

¿Cómo usar la sal en casa? Presta atención a los consejos siguientes.

Si en el interior de tu pecera hay sarro, frota su interior con sal para remover los restos.
Si en tu patio aparecen hierbas entre los ladrillos, esparce sal entre ellos y luego moja con agua.
Remoja tus velas en agua con mucha sal por algunas horas, luego sécalas bien y cuando las prendas, las velas no gotearán.
Mantén sal cerca de tu estufa y si enciende un fuego debido a la grasa, cubre las llamas con sal.
Para conservar por más tiempo flores naturales, agrega un poco de sal al agua del florero.
Si te quitan o se te cae un diente, enjuaga tu boca con sal disuelta en agua.
Para pelar fácilmente los huevos cocidos, cuécelos en agua con sal.
Si te sientes deshidratado, usa sal para compensar la falta de agua.
La sal puesta en los cogollos de los cocoteros, los mantiene sin plagas y los hace más productivos.

Es importante el consumo de sal en la alimentación diaria; sin embargo, su consumo en exceso puede provocar alteraciones en el organismo; por ello debe usarse con mucha precaución si se padece de presión arterial alta.