El ecoturismo es una actividad turística que se desarrolla en un lugar atractivo por su estado natural, en el cual se promueven simultáneamente la educación ambiental, asimismo, el desarrollo social y económico de los habitantes del lugar. Su desarrollo se basa en difundir el uso responsable de los recursos naturales y culturales entre los prestadores de servicios, los visitantes y las comunidades vecinas.


Las actividades ecoturísticas generalmente se realizan en grupos reducidos de personas, precisamente para no ocasionar bullicio ni alteración al entorno.

 
Algunas personas se deleitan con sólo estar en la playa o en algún sitio tranquilo, sin agitación, observando el cielo, el agua, las palmeras, disfrutando los atractivos naturales y la brisa o el calor del Sol, como suelen ofrecerlo las playas yucatecas.

Una actividad frecuente en la zona costera de Yucatán es recorrer las rías en lancha para observar distintos tipos de aves, sobre todo las migratorias, puesto que no todo el año se les encuentra en nuestro estado. Si hay suerte, en estos paseos se podrán observar otros animales, como el cocodrilo, el venado o el jaguar.

También es posible dar paseos en cayucos en algunas partes de las ciénegas, como es el caso de El Corchito en Progreso, en la ría de Chelem o Celestún.

Muchas personas gustan de paseos por grutas y cavernas, como las de Loltún, Calcehtok y Balankanché. Con sus galerías tapizadas de estalactitas y estalagmitas, estas grutas ofrecen un recorrido lleno de sorpresas con las caprichosas formas de la piedra, cuyo interés aumenta al escuchar las ingeniosas explicaciones de los guías locales.

 

Un paseo atractivo que se puede realizar en las antiguas haciendas henequeneras, es el que se hace en truck, un carro jalado por caballos que transita sobre rieles, que antiguamente se utilizaba para transportar el henequén de las plantaciones a las haciendas.

Otra de las actividades recreativas que ha despertado gran interés y participación en Yucatán es el espeleobuceo, es decir, bucear en cenotes ya sea que se encuentren a cielo abierto o en grutas. En la actualidad, muchos cenotes del estado se están abriendo al turismo, tanto por los valores arqueológicos mayas que conservan algunos de ellos, como los de Chichén Itzá y Dzibilchaltún, y por la belleza que poseen, como el de Dzitnup en Valladolid.

 

Con estos atractivos naturales e históricos, el espeleobuceo, como actividad ecoturística, empieza a adquirir una dimensión especial para quienes disfrutan de entrar en las profundidades de la tierra y recorrer los impresionantes laberintos de agua que Yucatán ofrece, con cualidades de temperatura, claridad de agua y belleza, apreciados por los conocedores de este interesante deporte.

La práctica del ecoturismo implica, además de diversión y esparcimiento, nuestro compromiso para mantener y respetar el patrimonio natural y cultural de los lugares que visitamos, para ello te sugerimos tomar en cuenta las recomendaciones siguientes:

Si visitas playas, bosques, selvas o cualquier otro espacio natural no dejes la basura que generas, llévala contigo y deposítala en lugares adecuados.
   
Llévate sólo fotografías, no te lleves plantas o animales de la zona.
   
No dañes ni marques objetos naturales o culturales, respétalos para que otros puedan disfrutarlos.

Sigue los senderos y caminos señalizados.
   
Toma en cuenta las instrucciones que te den los prestadores de servicios ecoturísticos, que son las personas indicadas para guiarte en el uso responsable de los recursos naturales (agua, energía, reciclaje, separación de residuos sólidos, etcétera) del lugar.
   
Respeta el reglamento y apoya a las comunidades locales.


Finalmente, recuerda que el ecoturismo significa ser solidarios con la gente, las plantas y los animales. Cualquier alteración a los ecosistemas nos pone en peligro a todos.