Los zoológicos son centros que tienen como objetivos la recreación, la educación, la investigación y la conservación de especies de animales silvestres. Generalmente, esos centros cuentan con programas de investigación que se dirigen a favorecer un ambiente adecuado para las colecciones de animales, es decir, se procura que la salud, nutrición y reproducción de estos no se vean afectados por su vida en cautiverio.

En dichos programas también se da preferencia a las especies en peligro de extinción, y las colecciones se enriquecen gracias al intercambio de animales con otras instituciones similares.

 

Las visitas y paseos por estos lugares, no sólo proporcionan esparcimiento a las personas, sino también conocimientos acerca de las especies exhibidas.

Provocan y fortalecen en los visitantes, admiración y respeto por la naturaleza y la conservación de distintas formas de vida.

En el estado de Yucatán contamos por lo menos con dos parques zoológicos, el de El Centenario, en Mérida y el de La Reina, en Tizimín.


Los jardines botánicos son lugares donde se mantienen en exhibición permanente de colecciones de plantas vivas, ordenadas y documentadas con base en razones científicas y utilizadas para investigación, conservación, enseñanza y difusión.

En los jardines botánicos encontramos las plantas distribuidas a lo largo de senderos interpretativos, es decir, conforme avanzamos en el recorrido podemos observar pequeños letreros que contienen la información más importante sobre cada especie que ahí se muestra.

En Yucatán contamos con el Jardín Botánico Regional del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán, CICY, que contribuye a la conservación de la vegetación regional, así como a la difusión de su conocimiento como parte de la identidad cultural de la población local. De igual manera se cuenta con uno en la Licenciatura en Biología, en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán.

También destacan los senderos interpretativos del parque de Dzibilchaltún, el parque de Balancanché y el pequeño parque de La Ermita, en Mérida.