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¿Alguna vez te has preguntado para qué leemos?
Mucha gente lee para informarse y saber más; otros sólo para distraerse, pero parece que muy pocos leen para platicar. ¿Se te había ocurrido pensar que abrir un libro y leer es como hablar con alguien?
Esta revista es una invitación para que leas, platiques con el contenido de los textos, para que en ellos busques respuestas a dudas que pueden quedarte al trabajar en tu Libro del adulto. Algunos de los textos se ilustran con fotografías y mapas para facilitar la comprensión de su contenido.
Los textos de este material fueron escritos pensando en ti; de este modo te entregamos, en un solo material, lecturas que te servirán para ampliar y profundizar los temas y realizar las actividades propuestas en el módulo K k’aax. Nuestro monte.
Recomendaciones para usar la Revista
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La Revista fue hecha para apoyar y complementar las actividades del Libro del adulto, por eso los artículos aparecen en orden, siguiendo el avance de los temas y las unidades del módulo.
En el Libro del adulto siempre se indica el momento más apropiado para realizar cada lectura; es conveniente que sigas esas indicaciones, así la información te será más útil para realizar las actividades de cada una de las unidades.
Cuando leas un artículo, imagina que estás hablando con alguien, y recuerda lo siguiente: |
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Pon toda tu atención en lo que lees, como cuando estás frente a alguien que te habla. Cuando platicamos con alguien ponemos tanta atención que a veces no nos damos cuenta de lo que pasa alrededor. Esto sucede porque queremos comprender lo que nos dicen. Intenta leer para comprender lo que te “dice” el texto. |
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Busca las ideas más importantes. Al platicar escuchamos con atención lo que se nos dice y cuando se acaba la conversación, sabemos muy bien de qué estuvimos hablando; más aún, podemos contar a otra persona lo más importante de la misma. Al leer, intenta hacer algo semejante, “escucha al texto”, busca en él las ideas más relevantes. Después trata de expresar con tus propias palabras lo que entendiste de ellas, como si quisieras explicarlas a otra persona. Cuando logramos comprender las ideas principales de lo que leemos, es más difícil que las olvidemos. |
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Piensa cuidadosamente en lo que leíste. Al leer también tenemos la posibilidad de reflexionar y decir lo que pensamos de lo que leímos; desarrollamos nuestra capacidad de opinar y de formar nuestras propias ideas. Cuando platicamos, no sólo escuchamos a quien nos habla; también le decimos si estamos de acuerdo o no, si actuaríamos como él o de otro modo, opinamos y hasta damos consejos. Al leer, intenta decir lo que piensas acerca de su contenido, es decir, expresa tu propia opinión. |
Algunas recomendaciones para mejorar la lectura
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Procura encontrar alguna
relación entre el título del texto y los conocimientos
que ya tienes; esto te dará una idea de qué sabes
o conoces acerca del tema. |
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Trabaja sobre el texto, usa recursos
para comprender mejor su contenido, por ejemplo: subraya los
renglones que te parezcan más importantes; encierra en
un rectángulo lo que necesites consultar con el asesor,
la asesora o con otra persona; pon un asterisco (*) u otra marca
a un párrafo o las partes que te gustaría comentar
en el Círculo de estudio; escribe en los márgenes
de los textos alguna nota, duda o idea que tengas acerca del
contenido. Recuerda que la Revista es tuya, ¡úsala! |
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Cuando encuentres una palabra que no comprendas, trata de entender su significado, auxiliándote con las otras palabras del texto que estás leyendo, es decir, trata de entender las ideas globales. También puedes consultar un diccionario o preguntar a una persona el significado de esa palabra. |
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A medida que avances en la lectura, pregúntate si la estás comprendiendo o necesitas detenerte y solicitar ayuda. |
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Trata de identificar en qué se relaciona el contenido de los textos con las actividades del Libro del adulto, recuerda que esta Revista fue hecha para ayudar a ampliar y comprender los temas de este material. |
Esperamos que la Revista contribuya a enriquecer tus conocimientos y despierte tu interés por profundizar más en ellos. Te sugerimos que invites a familiares y amigos a leer los artículos y trates de aprovecharlos para mejorar tu vida diaria.
Deseamos que uses continuamente esta Revista; que la consultes siempre que tengas una duda o por el gusto de volverla a leer, como quien vuelve a platicar con un amigo.
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