La noticia buena es que las emociones
se educan, para eso ayuda imaginarlas como si fueran
un niño interno, al que ayudamos a madurar,
a manejar el miedo y el enojo, a que sepa disfrutar
el placer y cuándo tiene que detenerse.
También
te sugerimos las recomendaciones siguientes.
•
Respirar hondo, profundo
y darnos tiempo para pensar.
•
Sentir cómo
actúa la emoción en nuestro
cuerpo, cómo se siente en nuestra cabeza,
nuestro estómago, las manos, etcétera.
•
Pensar en nuestras
emociones como si tuvieran cuerpo, color y
olor.
•
Hay quienes recomiendan
imaginarlas en forma simpática.
Conoce como lo han aprendido
o practican los jóvenes de la ilustración,
sólo haz clic en
el botón.
Concéntrate
en la emoción que más te cueste manejar.
•
Dale una forma que te guste.
•
Dialoga con ella.
Emoción
Forma que le darías
Dile
a tu emoción, cómo te sientes con ella
¿Qué aprendiste de
tus emociones?
Imprime y pega este ejercicio en
tu cuaderno de notas
personales.
Es posible aprender a reconocer
nuestras emociones, lo mismo las que nos gustan
que las que nos disgusten, a no pelearnos con ellas,
a verlas como acompañantes de nuestra vida.
Conocer y manejar
nuestras emociones, evitará
que nos causen problemas.