Embarazo y drogas
   
 
 
 
Es difícil imaginar un bebé dentro del vientre de su madre mareado porque se pasó de alcohol, con taquicardia por efecto de la nicotina, cocaína, por un anfetaminazo, o en un viaje producto de la mariguana o algún alucinógeno. Esto no es una fantasía ni un cuento de mal gusto, es lo que sucedería si la madre consumiera algún tipo de droga durante el embarazo.
 

 

En el embarazo las sustancias químicas, como los medicamentos o las drogas pueden atravesar la placenta, que permite la circulación de nutrientes entre la madre y el bebé y que podrían afectarlo, aunque esto dependería de la salud de la madre, la droga que consuma; como también de la cantidad y el tiempo que le dedique.
 
Los efectos pueden ser leves y de corta duración, hasta intoxicaciones, retraso en su desarrollo, defectos físicos, problemas de aprendizaje o conducta y síntomas por retiro de la droga. Los efectos de las drogas sobre el bebé son mayores, porque debido a su tamaño y a su desarrollo tardan más tiempo en eliminarlas como sucede con el alcohol, ya que su hígado no tiene suficiente desarrollo, además pueden concentrarse en el líquido amniótico en el que se desarrolla, como sucede con la nicotina, sustancia que en combinación con el monóxido de carbono del tabaco reducen el oxígeno que recibe.
 
La leche materna también puede contener estas sustancias, un ejemplo son la nicotina y la mariguana; en este último caso la concentración es mucho mayor, por lo que pueden llegar a sentir los mismos efectos que la madre, como falta de coordinación de los músculos, pero en el bebé puede ser más intenso y afectar su desarrollo.
 
Es importante considerar que podrían sufrir malformaciones físicas, muy relacionadas con drogas como el alcohol, la cocaína, la heroína y anfetaminas que causan daños irreversibles en órganos e incluso podrían ocasionar su muerte.
 
Sin embargo, esos no son los únicos riesgos, ya que las drogas afectan el funcionamiento cerebral del bebé, produciéndole síntomas como dificultades al alimentarse, para dormir, le provocan inquietud, irritabilidad, baja actividad, hasta síntomas similares a los que viven los adictos que quieren dejar su consumo, como lo son el llanto, temblor, vómitos, diarrea y convulsiones.
 

Como ves, el bebé puede tener serios problemas si su madre consume drogas. Para evitar este tipo de riesgos es importante que antes de embarazarse:

Interrumpa el consumo de drogas, incluido el tabaco y el alcohol.
Si ya tiene un consumo fuerte o una adicción es importante buscar atención especializada.

Si requieres mayor información sobre cómo prevenir riesgos en el embarazo, pide asesoría al teléfono 01 800 911 2000, del programa "Vive sin drogas", desde cualquier lugar del país sin ningún costo, en donde te atenderán en forma confidencial.