Tabaco
   
 
 
 
Es la segunda droga de mayor consumo en el país.
 
Al encender un cigarro se desprende nicotina, alquitrán, monóxido de carbono y otros 4000 químicos que se absorben desde la mucosa de la boca, de ahí pasan a los pulmones y a la sangre que los va a distribuir a todos los órganos del cuerpo. El alquitrán se relaciona con la mayor parte de los cánceres relacionados con el tabaco. El monóxido de carbono en la sangre toma el lugar del oxígeno, elemento vital para todos los tejidos del cuerpo y el cerebro.
 
Al entrar a la sangre la nicotina produce taquicardia, encogimiento de los vasos sanguíneos, aumento en la presión arterial lo que hace trabajar más al corazón, para lo cual necesita más oxígeno que no le llega por efectos del monóxido. Su uso crónico provoca lesiones a los vasos sanguíneos del cerebro por formación de coágulos que impiden la circulación; afecta las células de los pulmones, que pierden su capacidad para expandirse y contraerse, lo que predispone al enfisema pulmonar.
   
Con cada fumada la nicotina llega en segundos al centro del placer en el cerebro, lo que produce gratificación, además mejora el estado de alerta y de vigilia por lo que calma la ansiedad, la depresión y el estrés; disminuye la ingestión de alimentos dulces y de altas calorías, con mejoramiento de la concentración y la atención, lo que lleva a las personas a reforzar su consumo.
   
Pero su uso continuo altera la función de las neuronas, por lo que al retirar el tabaco se produce ansiedad, inquietud, insomnio, cambios de humor, sensaciones tan molestas que dificultan las intenciones de los fumadores de dejar su consumo.
 
 
 
Historias de la vida real
 
Josefina se sumía en el placer que le proporcionaba el tabaco y se olvidaba de relacionarse con su familia y con sus compañeros de trabajo, incluso del daño que les ocasionaba con el humo del mismo. Casi no se movía de lugar y descuidó su salud. Intentó dejar esta adicción por su cuenta pero nunca lo logró y tampoco busco ayuda médica. Murió a los 48 años de un derrame cerebral.
 
 
 

Por cierto, respirar profundamente y poner en tu mente situaciones agradables te puede ayudar a manejar
situaciones de enojo, ansiedad y nerviosismo.

 
Meditar relaja y nos puede hacer vivir experiencias fascinantes.
 

 

Busca un lugar tranquilo.
   
Puedes oír música que te tranquilice.
   
Siéntate cómodamente, respira hondo y profundo, y expulsa el aire por la boca. Continúa haciéndolo durante 10 minutos o 5 veces.
   

Pon atención en algún elemento agradable (tu planta favorita, un dibujo, el cielo) y disfruta las sensaciones de todo tu cuerpo.