Las jóvenes también
pueden sentirse tan mal como Dionisio, como sucede
en el caso siguiente, en el que se puede observar
como el malestar de la protagonista tiene origen
en su relación familiar.
Para conocer el testimonio de Paty
sólo da un clic en el botón de reproducir.
Paty cuenta que como su madre trabajaba
creció bajo el cuidado de la abuela quien
no la quiere por "ser morena" y afirma...
Recuerda haber sido una niña
muy inquieta que prefería convivir con gente
mayor por querer sentirse superior a alguien. (...)
Cursó la escuela con bajas calificaciones,
su diversión era romper botellas; terminó
la primaria, pero no asistió a la ceremonia
de entrega de diplomas por no tener ropa presentable
para la ocasión. Entró a la secundaria
y a los 11 años empezó a beber en
exceso (ya desde la primaría fumaba) y abandonó
la escuela*.
* Martha
Romeo Mendoza y Cecilia Gómez Castro.
“La mujer embarazada con problemas de adicciones:
consideraciones de género, investigación
y tratamiento”,
en Liberaddictus, núm. 75, México, 2003, p. 20.
¿Qué era lo positivo
que tenía Paty?
¿De qué manera lo
que vivió la llevó a entrarle a las
drogas?
¿Cómo imaginas que
afectó el consumo de alcohol y tabaco a Paty?
Las drogas tienen efectos
sobre ciertas zonas de nuestro
cerebro, por lo que en un inicio
producen sensaciones de bienestar
momentáneas, pero cuando
pasa el efecto el malestar regresa
con más fuerza.