La consumación de la Independencia
Después de más de diez años de luchas,
los insurgentes y los realistas comprendieron que era necesaria
la paz para poder trabajar, progresar y vivir sin sobresaltos.
Los realistas, acaudillados por Agustín de Iturbide,
fueron los primeros en advertir la imposibilidad de vencer
a los insurgentes.
Entonces, Iturbide no esperó más tiempo
y concertó una entrevista con Guerrero en el pueblo
de Acatempan, el 10 de febrero de 1821, y lo invitó a
unir los ejércitos realista e insurgente y declarar
la independencia. Ambos llegaron a un acuerdo y unieron
sus ejércitos.
Esta unión quedó establecida en el Plan
de Iguala o de las Tres Garantías, porque Iturbide
propuso la independencia del país, la unión
de todos los mexicanos y la defensa de la religión
católica. Guerrero aceptó y firmó el
plan.
Integrados en un solo ejército, ambos bandos se
comprometieron a defender a la patria. El nuevo ejército
adoptó una bandera de tres bandas diagonales con
los colores blanco, verde y rojo, y sobre cada color una
estrella dorada para simbolizar el cumplimiento de las
tres garantías. Esta bandera fue el símbolo
del Plan de Iguala, que se juró el 24 de febrero
de 1821 en este lugar del, hoy, estado de Guerrero (en
esta fecha quedó establecida también la celebración
del Día de la Bandera).
España aún no reconocía la independencia
y nombró a Juan O´Donojú, virrey de
la Nueva España. Informado de su llegada, Agustín
de Iturbide lo interceptó para notificarle que el
país había declarado su independencia. Entonces,
el virrey, que de hecho fue el último y no ejerció su
cargo, reconoció la independencia de nuestro país
y firmó, el 27 de agosto de 1821, en Veracruz, los
Tratados de Córdoba para ratificarla.
Estos tratados fueron llevados a España para su
aceptación, siendo rechazados. Pese a ello, ya nada
podía cambiar: la independencia estaba lograda.
El 27 de septiembre de 1821, los habitantes de la ciudad
de México adornaron sus balcones, puertas y ventanas
con vistosos banderines y tendieron arcos triunfales por
las principales calles para recibir al Ejército
Trigarante que unía las fuerzas de Iturbide y Guerrero.
Por primera vez marcharon unidos insurgentes y realistas.
El pueblo lanzó ¡Vivas! a los 16 mil integrantes
que conformaban el Ejército Trigarante. El recorrido
por las calles más importantes terminó en
el Zócalo. Al día siguiente (28 de septiembre
de 1821) se firmó el Acta de Independencia, que
significó la Independencia de nuestro país
en forma definitiva y el fin de la guerra. Con ello se
dio el primer paso para lograr la paz y el bienestar de
la nación, y terminó el proceso que dio origen
a nuestro país como nación independiente.
Perrusquía González, Argentina. Tiempos, lugares y gente. Fernández Editores México, 1995, pp.148-150. |