Lea el siguiente texto que es un fragmento de una famosísima novela picaresca española. En este tipo de novela, el personaje principal es el “pícaro”, un vagabundo sin oficio ni beneficio que vive en la marginación social.

La vida del Lazarillo de Tormes

Tratado tercero: De cómo Lázaro se asentó con un escudero y de lo que le acaeció con él.

(...)Me senté al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda. Y comienza a cenar y morder en mis tripas y pan y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que en aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí, como yo había de él, porque sentí lo que sentía (él) y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidarle; mas, por haberme dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que aquel pecador ayudase con su trabajo el mío y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.

Quiso Dios cumplir mis deseos y aun pienso que el suyo. Porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:

—Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia, que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer, que no le pongas gana aunque no la tenga.

La muy buena que tú tienes, dije yo entre mí, te hace parecer la mía hermosa.

Con todo, parecióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:

—Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.

—¿Uña de vaca es?
—Sí señor.
—Dígote que es el mejor bocado del mundo, y que no hay faisán que así me sepa.
—Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.

Pongóle en las uñas la otra y tres o cuatro racimos de pan, de lo más blanco. Y se me sentó a un lado y comienza a comer, como aquel que tenía ganas, royendo cada huesecillo que aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.

—Con almodrote, decía, es éste singular manjar.
“Con mejor salsa lo como es tú”, respondí yo quedo.
—Por Dios, que me ha sabido como si hoy no hubiera comido bocado.
¡Así me vengan los buenos años como es ello!, dije entre mí.

Pidióme el jarro del agua y díselo como lo había traído. Es señal que, pues no le faltaba el agua, no le había a mi amo sobrado la comida. Bebimos y muy contentos nos fuimos a dormir como la noche pasada.

Anónimo
(Siglo XVI)

Responda las siguientes preguntas con base en el fragmento de la obra La vida del Lazarillo de Tormes.


¿En qué persona gramatical está escrito el texto anterior? ¿En primera persona (yo), en segunda (tú) o en tercera (él o ella)?


¿De qué habla el personaje? ¿De cosas que le sucedieron a él o a otro?
Dé ejemplos.


¿Qué sentimiento hacia su amo surge en Lázaro cuando aquel está comiendo?


¿Cómo describiría usted a Lázaro con base en el fragmento que leyó?


¿En qué fuente de información (libro, revista, periódico, etc.) cree usted que podría localizar más información acerca de esta obra? Busque en el tipo de fuente de información adecuada esa información y redacte un resumen, a partir de los datos que reúna, en las siguientes líneas:


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