La
familia influye en nuestra conducta no sólo estableciendo normas
y límites que a veces no entendemos ni estamos dispuestos a asumir,
sino a través del estímulo y apoyo para lograr nuestras
metas. Por eso, es importante analizar las propias conductas y actitudes
de la familia, si en ésta se acepta o no el uso de una droga; si
vivimos en una familia donde predomina la violencia, la pobreza o el rechazo,
o existe presión por no cumplir con
todo lo que "se espera de nosotros".
Las
relaciones familiares afectuosas y el poder expresar nuestros sentimientos,
permite una mayor identificación entre los hijos y los padres,
y una aceptación y comprensión como personas que no somos
perfectas.
La buena comunicación con nuestra familia,
nuestra pareja y nuestros amigos es otro factor importante para alejarnos
de la tentación de consumir alguna droga.

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