
Matemáticas
1
Clasificar cosas. Para poder
contar diferentes cosas, hay que saber distinguirlas, por eso es importante
que los niños jueguen a clasificar. Motiva a tus hijos para que
hagan distintas clasificaciones a lo largo del día; pueden distinguir
entre los juguetes grandes y los juguetes pequeños, entre la
ropa blanca y la ropa de colores, entre lo que va en
la cocina y lo que va en la recámara. Esta actividad puedes emplearla
prácticamente en todo lo que haces en el día. Por ejemplo,
cuando vas al mercado, puedes pedirles que se fijen cómo están
clasificadas las cosas: las verduras en un lado, los juguetes en otro,
los jabones en otro. Pueden preguntarse el porqué de distintas
clasificaciones.
Claudia
Vernon. Tedi para papás. 15
Actividades Sencillas para Facilitar el Aprendizaje. México 1997,
Ed. Armonía.
2
Ordenar por tamaños. Permite que tus hijos jueguen a ordenar
distintas cosas por tamaños, sus cochecitos o sus muñecas,
sus bloques de construcción, las tapas de recipientes plásticos.Una
variación de esta actividad es ordenar colores del más
oscuro al más claro, y esto es por lo general, muy atractivo
para los niños.

3
Jueguen a hacer pares. Hacer
pares es otra manera de distinguir entre lo que es igual y lo que es
diferente. Pueden hacer pares de calcetines, pares de cucharas o tenedores.
También pueden buscar pares para distintas cosas que vean ahí,
como perros, gatos, flores, arbustos, piedras.
4
Pregúntales en dónde hay más y en dónde
hay menos. Jueguen con diferentes montoncitos de cosas, para adivinar
en dónde hay más y en dónde hay menos. Verás
que a tus hijos esto les resulta interesante. Por ejemplo. Si pones
un litro de agua en una botella larga, y otro litro en una botella ancha,
ellos te dirán que hay más en la larga. Los niños
a veces se dejan guiar por las apariencias, enséñales
que
por eso es bueno aprender a contar, para saber en dónde hay más
y en dónde hay menos.
5
Incluye la numeración en sus vidas. Más o menos a partir
de los tres años, empiezan a incluir los números en sus
vidas. Esto quiere decir que en tus actividades diarias
menciones los números y hagas que ellos se den cuenta de esto.
Por ejemplo: Necesitamos cuatro huevos para hacer el desayuno,
vamos a sacarlos 1, 2, 3, 4; o Vamos a contar cuántas
personas somos para poner la mesa. De lo que se trata es de que
los niños poco a poco empiecen a hacer correspondencia entre
el número y la cantidad de objetos.
Lectura
y escritura
6
Lee todos los días con tus hijos. Aprender a leer no es sólo
aprender a descifrar lo que dicen las letras. Aprender a leer es un
proceso que dura toda la vida. ¿Cuántas personas hay que
no leen un libro ni por equivocación? Para que tus hijos disfruten
la
lectura es conveniente que ésta sea una actividad gozosa. Elige
un momento del día en que estén tranquilos y descansados,
y haz de ese momento la hora del cuento. Inicia leyéndoles
cuentos cortos, y poco a poco podrás leerles cuentos cada vez
más largos.
7
Motiva a tus hijos a expresarse de manera gráfica. Aprovecha
todas las celebraciones que hay a lo largo del año, y motiva
a tus hijos a que hagan tarjetas o dibujos para diferentes miembros
de la familia. No critiques sus dibujos y diles cómo hacer las
cosas sólo si ellos te piden ayuda. Valora sus trabajos y respeta
sus expresiones.
8 Permite que descubran
la utilidad de la letra escrita. En muchas ocasiones, sin querer hacemos
que el único contacto que los niños tienen con letra escrita
sea la lectura de cuentos. Permite que tus hijos descubran que la letra
escrita nos sirve para distintas cosas.
Por
ejemplo, para saber lo que pasa en el mundo, podemos leer el periódico,
para saber cómo se hace un pan, necesitamos consultar una receta,
para que no se me olvide lo que tengo que comprar, hago una lista del
mercado; para mandar un
mensaje a una persona que está lejos, hago una carta.
9
Deja que ellos
te lean cuentos. Cuando vean un libro por primera vez, pregúntales
de qué creen que se trate por lo que ven en la portada. Anímalos
a que te lean el cuento a través de los dibujos de las distintas
páginas. Después puedes leerles tú el texto. Así
se darán cuenta de que los dibujos ilustran lo que dice el texto,
pero que las letras dicen mucho más que el dibujo.

10 Enseñarlos a escribir su nombre, y motÍvalos
a firmar todos sus dibujos. Cuando ya conozcan bien las letras de sus
nombres, pueden empezar a jugar a buscar palabras que empiecen como
su nombre. Por ejemplo, si tu hija se llama Beatriz, pueden después
buscar otras palabra que empiecen con B, como bella, balón, bastón.
Pueden también jugar a buscar las letras de su nombre en los
diferentes anuncios que ven en la calle.
Más
allá de los números y las letras
11
Los niños preescolares necesitan manipular las cosas. Deja que
tus hijos jueguen con plastilina, te ayuden a hacer el puré o
a batir un huevo, que sientan la textura de diferentes telas. Así
aprenderán diferentes conceptos, como grande o pequeño,
suave o áspero, o que podemos unir cosas para hacer otras como
las papas para hacer puré.
12
Permite que tengan contacto con plantas y animales. Los niños
aprenden muchas cosas de las plantas y de los animales. Un frijol germinado
puede enseñar a los niños que las plantas necesitan sol
y agua para crecer, que cuando son más grandes necesitan de la
tierra para crecer bien. Un animalito les ayudará a aprender
que los animales
necesitan comer y dormir como nosotros, que tienen diferentes formas
de expresarse, que necesitan cuidados y limpieza.
13
Hagan teatro. Los juegos de representación son muy útiles
para los niños, pues les ayudan a entender mejor diferentes situaciones
de la vida y hacer uso de su imaginación. Destina una caja para
que tus hijos puedan guardar lo que ustedes ya no usen, o diferentes
implementos para jugar al doctor, al cocinero, a la escuelita o lo que
se les
ocurra.
14
Incluyan música en su vida diaria. La música nos ayuda
a demostrar diferentes emociones. Que no te dé pena cantar, y
recuerda con tus pequeños todas las canciones que tú disfrutaste
cuando eras niña. Si les dan ganas de bailar, ¡pues adelante!
Hagan música con las palmas de sus manos, con los dedos o con
objetos que tengan en la casa, como cuchara de peltre, ollas o botellas
de plástico.
15
Trepar y salir también es importante. Los niños son niños,
no son adultos pequeños. Para ellos es muy importante tener actividad
física.
Consígueles
una pelota y deja que la pateen, que aprendan a botarla, que traten
de hacerla llegar lejos o de atinarle para meterla en una cubeta. Recuerda
el antiguo dicho de Mente sana en cuerpo sano, y deja que
tus hijos trepen y salten cuanto quieran.