Cuando el juez considera que el delito y las circunstancias en las que se cometió, no amerita la pérdida o privación de la libertad, aplica penas distintas a la de prisión. Estas penas siempre deben estar mencionadas en la ley, el juez sólo puede aplicar una pena que exista previamente en la ley. De ahí que en derecho penal funciona un principio que menciona “no hay pena sin ley”. La reparación del daño Toda persona que provoca un daño está obligada a repararlo, es decir, a pagar con dinero los objetos destruidos o deteriorados. La ley prevé que se reparen los daños causados no sólo en los bienes materiales, sino también los daños psicológicos o emocionales originados en la víctima o las víctimas, como su reputación o su honor, el desarrollo de alguna enfermedad emocional o padecimiento psicológico como la depresión.
La reparación del daño es un derecho de las víctimas de los delitos, y de ninguna forma significa que el delincuente pueda pagar para borrar el delito o “compre” un perdón, todo lo contrario, las penas para el delincuente se deben ejecutar y además, se debe reparar el daño. ¿Qué piensas de la ley que establece que quien comete un delito está obligado a pagar con dinero el daño ocasionado?
La multa Quien comete un delito puede recibir como pena una multa, es decir, se le obliga a pagar cierta cantidad de dinero. Para fijar la cantidad, los jueces toman en cuenta no sólo el daño provocado con el delito, sino también las condiciones económicas del delincuente. Si éste no tiene modo de pagar, el juez puede darle la oportunidad de realizar trabajos en favor de la comunidad en sustitución de la multa. El trabajo en favor de la comunidad Esta sanción consiste en la obligación de prestar servicios o realizar trabajo sin derecho a remuneración o pago, en instituciones públicas educativas, de asistencia social, o en instituciones privadas de carácter asistencial. La ley establece que no podrán imponerse condiciones humillantes o degradantes a quien cumple esta pena, ni se le podrán imponer horarios que excedan la jornada extraordinaria de trabajo prevista por las leyes laborales. Para imponer esta pena, los jueces deben tomar en cuenta las capacidades, habilidades y conocimientos del delincuente.
Decomiso de instrumentos, objetos y productos del delito Cuando el delito fue de carácter doloso, es decir, cuando hubo intención de cometerlo, la autoridad decomisa, es decir, se apodera de los instrumentos, objetos o productos del delito. Lo mismo ocurre cuando éstos se encuentran prohibidos por las leyes. Es el caso de los inmuebles utilizados para el lavado de dinero(G) o de las armas utilizadas en un homicidio. Pérdida de algunos derechos En algunos delitos como el de violencia familiar, además de la pena de prisión y otras penas que se pueden imponer, los jueces pueden privar al delincuente de algunos derechos familiares como la patria potestad o el derecho a heredar.
Además de las penas mencionadas, las leyes prevén otras como las siguientes.
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