Ya se ha dicho que los delitos son conductas sancionadas por las leyes penales. En ocasiones, el autor del delito es sancionado porque realiza una acción, pero en otras, lo que la ley sanciona es que las personas dejen de realizar lo que tienen obligación de hacer. Así como en nuestra vida cotidiana las personas pagamos algunas consecuencias por dejar de hacer de forma consciente y voluntaria, lo que estamos obligados a realizar, también en la vida social se han establecido sanciones para quienes omiten algún deber. Recuerda dos acontecimientos de tu vida en los que hayas dejado de hacer algo que deberías haber hecho y señala en la columna de la derecha la consecuencia que debiste asumir por tu omisión. Observa los ejemplos.
Como sabes, las leyes y los reglamentos nos prohíben ciertas acciones, pero también señalan otras que debemos realizar. Por ese motivo se han establecido sanciones para quienes, estando obligados, no efectúan esas acciones. Lo mismo sucede en el caso de las leyes penales; por eso hay un tipo de delitos en los que se castiga a quien deja de hacer algo a lo que estaba obligado. A éstos se les llama delitos por omisión.
Otro ejemplo de estos delitos es cuando una persona, pudiendo impedir un delito sin correr ningún riesgo, no toma las medidas a su alcance para evitar que se realice. Marca cuáles de los siguientes casos son delitos por omisión; presiona la casilla según corresponda. Recuerda que para identificarlos debemos fijarnos si algo que se dejó de hacer causó un daño que debe ser castigado. Anota en la tercera columna, sólo en los casos marcados, aquello que la persona dejó de hacer y que provocó el delito.
Las situaciones anteriores son casos en los que las personas
no realizaron las acciones necesarias para evitar la muerte de una persona. ![]() |