Mensualmente realiza un balance de tus ganancias reales, ello te puede ayudar a detectar gastos innecesarios, o compras de más. De eso se dio cuenta Lupita que vende verduras en el mercado, cuando hizo sus cálculos.

A veces me queda mucha verdura. De la que se me echa a perder, pierdo más o menos 500 pesos al mes, —nos dijo Lupita.— Y en tiempos de calor, la verdura y la fruta me duran menos, por eso lo del préstamo me está interesando para comprar un refrigerador que me ayude a conservar por lo menos los productos más delicados.


 


 
Aquí está el ejemplo claro de lo que necesitamos hacer —, nos dijo don Pepe—. En el análisis de su negocio, Lupita se dio cuenta de que está perdiendo 500 pesos mensuales de mercancía, porque no la vende a tiempo. Una solución pudiera ser comprar un refrigerador mediante un crédito. Para esto, las preguntas que tendríamos que contestar serían:


 

¿Cuánto tendría que invertir Lupita para comprar a crédito un refrigerador?

¿Cuánto disminuiría la pérdida de mercancía y por tanto de cuánto sería el ahorro?


Respondiendo a estas preguntas, Lupita sabría si le conviene invertir en ese aparato. Nos explicó por último don Pepe.

Ándale Pepito, lo mismo tendrías que hacer con tu lavandería —dijo José Luis sonriendo—.
Y también se tiene que sumar el nuevo gasto de luz que se haría con el refrigerador. Eso también cuenta, ¿no?

Sí claro también cuenta, bueno, parece que ya le estamos agarrando la onda —les dije, y como entonces me estaban quedando las cosas claras me puse de pie y caminé hacia don Pepe, que estaba junto a una hoja grande de papel pegada en la pared—. Les propongo realizar un ejercicio en el que nos hagamos una serie de preguntas acerca de la situación de nuestro negocio, por ejemplo, —y escribí lo siguiente en la hoja de papel:


Nos pusimos a pensar que ya habíamos calculado cuánto vendíamos y cuáles eran nuestras ganancias; nos faltaba ver qué pasaba con nuestros proveedores y nuestros competidores. Así es que nos pusimos a platicar en ese momento cómo le iba a cada quien en estos asuntos.

Pero con hablarlo no basta, así es que quedamos en escribirlo. Hazlo tú también.



Investiga a los proveedores que tienes y a otros. Compáralos y decide quién te conviene más. Llena el cuadro de manera completa.


Para determinar tu nivel de competencia, debes investigar lo que ofrecen tus competidores a sus clientes. Llena el siguiente cuadro.

Imprime los resultados de tu cuadro.

Alguien del grupo preguntó: —¿qué tienen que ver los proveedores con la competencia?

Pues mucho —contestó don Pepe—, imagínese si la competencia tiene mejor proveedor que usted, da mejores precios y más calidad, la clientela se le puede ir.

Pues sí que todo está relacionado; por eso hay que detenernos a encontrar estas relaciones.