¡Tienes razón Juanita en esto de los préstamos nadie puede escapar de la realidad!
—mencionó don Pepe. —Ya se alargó un poco esto, pero vale la pena que le sigamos.

—Vamos a ver los intereses fijos, que a diferencia del tipo de interés anterior, la tasa se calcula siempre sobre la cantidad total, —les especifiqué.


 

Para explicarles este tipo de interés, les pedí que me dieran otros datos de las instituciones investigadas por ellos. Existe una que les presta 12 mil pesos que deben pagar en 12 pagos mensuales de mil 180 pesos, con los intereses ya incluidos.

Hicimos la cuenta para saber cuánto se tendría que pagar al final del año, Realízala tú también.

Y luego para practicar lo que ese día nos había enseñado José Luis, les hice varias preguntas, las que quiero que tú también contestes. Las operaciones matemáticas que requieras, realízalas en un cuaderno.

Si el préstamo fue de 12 000 pesos,

¿Qué porcentaje de interés pagarás a los doce meses? Utiliza la regla de tres.

Una vez obtenidos estos datos, les expliqué: Al interés total que se paga durante cierto plazo, se le conoce como interés durante el período y, a su vez, este período de plazo a pagar, se divide en pagos e intereses mensuales.

Luego les hice otra pregunta que también quiero que respondas.

Si vas a pagar 18% de interés durante 12 meses, ¿qué porcentaje de interés pagarás en cada mes?


Pues con esos datos que acabamos de obtener —les señalé, —las instituciones que hacen préstamo, elaboran tablas donde van indicando pospagos por plazos que se deben realizar. Así es que, para familiarizarnos con ellos, vamos a hacer uno.

Rápidamente hice una tabla sobre una hoja de papel que le pedí a don Pepe, y después, entre todos, la completamos. Haz tú también una.


—Fíjate, Juanita, que ya viendo estos intereses fijos, y recordando lo que encontramos en nuestras averiguaciones, pues resulta que estos intereses son los que más se cobran en las instituciones de préstamos. —Me dijo Matilde.

—Eso quiere decir que Pepe tiene razón, no nos entusiasmemos, porque son este tipo de intereses de los que más nos vamos a encontrar.


 

El entusiasmo se les apagó un poco, cuando vieron los intereses insolutos. Todos pensaron que iban a ser los más frecuentes, pero no hay nada de eso. Yo me puse a pensar en esos momentos que la gente que presta quiere ganar, y pues con los intereses fijos, lo logra. Estaba pensando, cuando don Pepe habló.

—Pues si los intereses fijos son los más frecuentes, ésa es una buena razón para que los entendamos bien. Pero, sobre todo, porque hay variantes de ellos. Un ejemplo son los créditos con tasa de interés variable. Éstos se dan cuando se contrata un préstamo con interés que puede modificarse, conforme a la tasa promedio de interés interbancaria que establece el Banco de México. Esta tasa puede variar durante el periodo de pago, de acuerdo con el comportamiento de la economía del país. Por esta razón, contratar un crédito a tasa variable, puede ser muy riesgoso.

—¡Y mortal!, —contestó José Luis. —Hay que tener mucho cuidado con esos intereses.

Yo les sugerí que hiciéramos el ejercicio de calcular estos intereses con los datos que cada quien tenía. Yo creo que tú también lo debes hacer.

 



Realiza tus cálculos con base en los datos obtenidos en las instituciones que investigaste. Selecciona aquella institución que dé créditos a plazos e intereses fijos. Haz tus operaciones matemáticas.

¿Cuánto te presta?




¿Los pagos serán semanales, quincenales o mensuales?




¿En cuántos plazos lo pagarás?




¿Qué interés te cobrará por semana, quincena o mes?





¿Cuánto pagarás en cada plazo?


Con base en los cálculos que acabas de realizar, llena el siguiente cuadro.


Compara las condiciones de préstamo que establecen las instituciones de financiamiento. De acuerdo con tus ganancias reales y posibilidades de ahorro, ¿qué préstamo te conviene más? ¿Por qué?


La institución financiera que otorga el crédito que más te conviene, ¿qué sanciones aplica para quien no cumple a tiempo con los pagos?




De aceptar el crédito, ¿puedes asegurar que tendrás la capacidad económica para cumplir con los pagos, aún cuando se te presente un gasto inesperado?


La inversión que harás en tu negocio, ¿de qué manera se reflejará en tus ganancias?


Imprime los resultados de tu cuadro


 
Lo dicho, pedir un préstamo no es tan fácil. Con lo que habíamos hecho durante la reunión, era suficiente, así es que decidimos irnos a descansar y al día siguiente continuar con la reunión.