A partir de los 18 meses, el menor comienza a adquirir autonomía y busca gradualmente independencia, logra caminar con mayor seguridad, está más atento a lo que sucede a su alrededor, escucha y comprende más de lo que las personas le enseñan; cada situación es un aprendizaje constante. Identifica a las personas con las que tiene mayor cercanía. Quiere demostrar lo que es capaz y puede hacer solo; tiene más coordinación de sus movimientos y vista, empieza a conocer por su nombre las partes de su cuerpo, entra en contacto con el medio que le rodea: animales, plantas, agua, su casa y puede identificar olores, sabores y texturas.
Es un buen momento para que, a partir de la comunicación, el cariño y la cercanía, marque límites y ayude al niño a conocer las consecuencias de sus actos; también para que le enseñe y practique algunos valores, como el respeto y establezca horarios para su alimentación y descanso y brindarle espacios de mayor seguridad.
1. Los primeros descubrimientos, crecen y se desarrollan 2. Se comunican y desarrollan su inteligencia 3. Sus emociones y sentimientos |