El primer contacto que tiene el menor al nacer es con las personas que integran su familia, reconoce poco a poco quiénes la forman.  


  Investiga cada espacio que forman parte de su casa, donde realiza sus actividades: jugar, comer o dormir.  

Para apoyar el desarrollo de los menores, es fundamental llevar un seguimiento cercano de su crecimiento, de las acciones que puede realizar, de las habilidades que va desarrollando y de sus reacciones.  

Es de vital importancia identificar a tiempo aquellas conductas que parezcan “anormales” o “extrañas” y sus posibles causas; buscar atención especializada para evitar alguna complicación en su desarrollo. Garantizar atención oportuna será determinante en su vida y evitará dificultades posteriores.

En esta unidad revisaremos el desarrollo de los infantes de 18 meses a 3 años y algunas recomendaciones para garantizar un mejor desarrollo físico, emocional, de la inteligencia y social. También algunos aspectos indispensables para brindarles la protección suficiente y oportuna para prevenir enfermedades o accidentes.

Propósitos:
  • Identificar oportunamente las necesidades físicas, emocionales y sociales de los infantes de los 18 meses a los 3 años para brindarles el apoyo y atención que requieren.
  • Garantizar espacios seguros para que el menor pueda desplazarse sin exponerse a peligros.

  • Poner en práctica algunas estrategias para conservar la salud del menor, vigilar la aplicación oportuna de vacunas y dar a conocer y hacer valer sus derechos en la familia y en la comunidad.

  • Detectar con oportunidad alguna acción o actitud de maltrato infantil para prevenir algún daño físico y emocional que puedan sufrir los menores.
Fomentar en el pequeño el sentido de pertenencia al grupo familiar donde es querido y respetado, de modo que sienta seguridad y confianza para avanzar en sus aprendizajes.

Temas:

1. Su familia es lo más importante

2. Protegemos a los menores

3. Eduquemos con firmeza y con cariño, y evitemos el maltrato