Unidad 2 Tema 2 Actividad 22



Durante las comidas algunos pequeños tienen conductas “berrinchudas” porque quieren determinados alimentos y rechazan otros, esto puede conducir a una alimentación deficiente, por ello es conveniente poner cuidado y atención para procurar una comida equilibrada, variada, sabrosa y completa que responda a sus necesidades; el médico puede sugerir cómo hacerlo e indicar nuevos requerimientos conforme va creciendo.

Observe las imágenes y reflexione sobre las actitudes de los menores y de las personas adultas.


¿Cuál es la mayor dificultad que enfrenta a la hora de la comida con un niño de 18 meses a 3 años?



¿Por qué?



¿Qué importancia tiene la alimentación adecuada y variada para los pequeños?

Escriba tres recomendaciones que daría a los padres de familia para procurar que los menores aprendan a comer “de todo”, y eviten alimentos chatarra, como refrescos o golosinas empacadas, que les quitan el hambre y pueden provocarles obesidad o causar desnutrición.

     

Algunas recomendaciones:

 
     
 
Establecer un horario, lugar y tiempo para comer; así como, un ambiente agradable y de convivencia, evite que que la hora de la comida se convierta en un momento de malestar.
   
Entre los 18 meses y 3 años el deseo de comer de los menores es variable o inestable, no es recomendable forzarlos a comer, pero sí ofrecerles alimentos diferentes para estimular su sentido del gusto y del olfato.
 
Si no quiere o no termina de comer algún alimento, evite el castigar o recompensar al niño para que termine.
   
Sírvale poca comida en un plato más grande para que vea menor cantidad.
   
Permita que decida sobre la cantidad de comida.
   
Permita que el menor pueda servir su comida (ayúdele).
   
Invítelo a que participe en los preparativos de los alimentos y colabore en poner la mesa.
   
Procure que conviva durante las comidas con los miembros de la familia.
   
Si el menor propone lo que desea comer puede complacerlo con algún platillo.
   
Cuando no muestre ganas de comer, primero hay que ofrecerle los alimentos que contienen proteínas, luego los que proporcionan vitaminas y minerales, y por último los que dan energía; hay que evitar al máximo darles dulces, refrescos y alimentos chatarra entre comidas o en lugar de la comida.
   
No se preocupe si no desea comer determinados alimentos, ofrézcaselos, ya llegará el momento en que los coma.
   
Mientras más calma le demuestre mejor será su comportamiento en la mesa, los menores son sabios con respecto a sus necesidades alimenticias, sólo necesitan que los acompañemos y apoyemos.
   
 

Hay juegos muy divertidos mediante los cuales los pequeños pueden aprender a distinguir los olores y los sabores.

Observe lo que sucede en la imagen y conteste.

Escriba dos aprendizajes que adquieren los menores al hacer esta actividad.

Realice esta actividad con los menores en su hogar, puede utilizar otros alimentos con diferentes olores.

Este juego lo puede repetir cuantas veces desee, es una manera de practicar y enseñarle los nombres de los alimentos, a distinguir los sabores, la diferencia entre las frutas y las verduras; lo que está cocido de lo crudo, en fin, tanto como creatividad e ingenio tenga. Es otra forma de aprender jugando sin jugar propiamente con la comida.