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Cuenta una antigua leyenda que un niño, que estaba a punto de nacer, le dijo a Dios: —Me dicen que me vas a mandar mañana a la tierra, pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?
Dios le contestó: —Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará.
El niño respondió: —Pero aquí en el cielo, no hago más que cantar y sonreír; eso basta para ser feliz.
Dios le dijo: —Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
El niño preguntó: —¿Y cómo entenderé a la gente que me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres? ¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
Tu ángel —le dijo Dios— te juntará las manitas y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestres y el niño presuroso, repetía suavemente: —Dios mío, si ya me voy, dime su nombre—, ¿cómo se llama mi ángel?
Dios le susurró: su nombre no importa, tú le dirás “mamá”.

El ángel de los niños, versión infantil de
EL huevo de chocolate, [en línea],
«www.wlhuevodechocolate.com/cuentos/cuento18atm»
F I N

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