Sentados o parados, como mejor no acomodemos, formamos una rueda sin tomarnos de las manos. Uno de los jugadores es la «cabeza del ciempiés» y va dando vueltas dentro de la rueda. Mientras la «cabeza del ciempiés» va dando vuelta, todos los demás cantamos la siguiente canción:

El ciempiés es un bicho muy raro parece un montón de bichitos atados; cuando lo miro parece un tren, le cuento las patas y llego hasta el cien.
 

Cuando termina la canción, el jugador que quedó enfrente de la «cabeza del ciempiés», tiene que agacharse y pasar por entre las piernas de éste. Después, abraza por la cintura a la «cabeza del ciempiés» y caminan con él con las piernas abiertas. Así, todos los jugadores se tienen que ir uniendo al ciempiés hasta formar uno muy grande y gordo.