La mayoría de los seres humanos somos producto de un acto sexual, en el que no solamente se involucran nuestros cuerpos, sino nuestros pensamientos, emociones, sentimientos; todo nuestro ser.

Durante las últimas semanas de gestación el nuevo ser toca su cuerpo y siente placer y gusto por hacerlo, se va conociendo y aprende que su cuerpo tiene muchas sensaciones placenteras y de malestar.

Desde los primeros meses de vida el bebé establece una relación afectiva con la madre y los familiares cercanos, es importante que la madre lo amamante ya que lo protege de algunas infecciones y le proporciona seguridad, amor y confianza.

Empiezan a conocer el mundo a través de la boca, porque ésta es centro de placer y conocimiento, chupan su mano, los dedos y todo lo que tienen a su alcance; les gusta tocar su cuerpo y sus órganos sexuales externos; a través de estas actividades descubren su cuerpo y desarrollan su sexualidad.

En este tema lograremos los siguientes propósitos:

  • Contar con los elementos necesarios para abordar la sexualidad con los menores y brindarles información verdadera, oportuna y suficiente que les permita identificar situaciones de riesgo en relación con el abuso sexual y la manera de prevenirlo, evitarlo o denunciarlo.
  • Identificar algunas manifestaciones físicas y emocionales del abuso sexual infantil, para aplicar medidas de cuidado, atención, prevención y denuncia.