Unidad 3 Tema 2 Actividad 28



El abuso sexual y/o la violación en contra de los menores son más frecuentes de lo que quisiéramos admitir, los que lo hacen abusan de su poder, de su autoridad, del cariño que les tienen los menores, y aprovechan su indefensión, su debilidad, obligándolos a guardar “el secreto”, por medio de amenazas, dulces o regalos, golpes o engaños.

Observe con atención y conteste.

Considera que los menores de las imágenes pueden ser víctimas de abuso sexual, ¿por qué?

¿Quiénes cree que abusan sexualmente de los menores?

Abuso sexual infantil implica que una persona adulta toca, acaricia, besa; exhibe ante el menor sus órganos sexuales o lo obliga a que se los toque, lo invita a ver actos sexuales adultos o pornografía; todo ello con el fin de estimularse sexualmente.
 
Violación es la penetración del pene o de algún objeto por la vagina, ano o boca. Ambos son delitos que se deben denunciar no importa si el abusador es algún miembro de la familia (padre, madre, hermano, familiares cercanos o amigos), ya que atentan gravemente contra la integridad física y emocional de los menores.
   
Los niños y las niñas tienen el derecho a la protección contra toda forma de explotación y abuso sexual infantil, Artículo 34 de la Convención de los Derechos del Niño.

Dé un CLIC en la situación que considere existe abuso sexual contra los niños y las niñas:

     
1. La señora María enseña a lavarse la vulva a su hija de 3 años.
     
2. Raúl hermano mayor de Beto le dice que le enseñe el pene, a él le molesta hacerlo y corre.
     
3. El papá de José lo acaricia y besa cuando regresa de trabajar.
     
4. Rosa tiene 5 años, cuando llega su tío, llora y no quiere que se le acerque, tiene miedo, no le gusta que la cargue.
     
5. Luis de 11 años le pidió a Lety su hermanita de 5 años, jugar con él a “chuparle” el pene.
     



Algunas veces no se nota a simple vista señales físicas de abuso sexual y/o violación y sólo pueden ser reconocidos por un médico; hay que estar pendiente de los cambios de conducta; la tristeza, la vergüenza o el miedo hacen que los niños y las niñas transformen casi de inmediato su manera de ser. Tome en cuenta las siguientes señales que pueden indicar que existe algún tipo de abuso.
 
Físicas: rozaduras o lesiones en el área anal o vaginal, “chupetones” en el cuerpo de la niña o niño, infecciones de transmisión sexual o embarazo.
 
Emocionales: llanto sin motivo aparente, cambios de conducta en la escuela y en la casa, prefieren estar fuera de casa; falta de atención y concentración en las actividades que realiza; actitud agresiva y destructiva; se ven preocupados y retraídos; manifiestan miedo al contacto físico con otras personas.
 
De conducta: trastornos en el sueño y la alimentación; se niegan a asistir a ciertos lugares o a estar con algunas personas, presentan juegos sexuales o dibujos que no realizan otros menores de su edad.
   

 

A la mínima sospecha acuda al centro de salud o a su médico para que le realicen al niño o niña una revisión y valoración completa.