Al finalizar el primer mes, habrá cambios en el comportamiento del pequeño, sus mayores logros serán que permanece más tiempo despierto, aumenta su capacidad para observar más, pues ve casi como una persona adulta y alcanza a mirar “más allá de lo que está frente a su nariz”. Esto es muy importante ya que mientras más observe más aprende de las cosas.

Al empezar a enfocar su mirada en lo que quiere ver, puede comunicarse mejor con la o las personas que lo cuidan, o que lo rodean. Sus actividades aumentarán porque ahora podrá dedicar más su atención a percibir imágenes y sonidos. Se convierte en un observador, empieza a prestar mayor atención a los sonidos y a producir ruidos que va haciendo y que lo están preparando para, más adelante, poder hablar.

Por medio de la observación, de los sonidos y de sus demás sentidos, continuará descubriendo lo que le rodea y así, poco a poco, se acercará para tocar y darse cuenta de que hay otras cosas, además de él. Es muy importante demostrarle mucho cariño, seguridad, un ambiente alegre con música, sonidos, hablarle mucho, aunque no entienda siente y percibe todo.

 
En este tema lograremos los siguientes propósitos
 

• Identificar los cambios del cuerpo y las habilidades que las niñas y los niños desarrollan del mes a los ocho meses de edad.
• Reconocer las necesidades que deben satisfacer las niñas y los niños para crecer y desarrollarse sanos.
• Identificar los nuevos cuidados que requieren las niñas y los niños en este periodo.