Al finalizar el primer mes, el pequeño ha
crecido y controla mejor su visión, ésta
ha progresado hasta casi alcanzar la agudeza visual
de los adultos. Su mirada empieza a dirigirse a las
personas que lo cuidan y empieza a reconocerlas, las
observará detenidamente y por periodos de tiempo
más largos y disfrutará más cuando
le hacen gestos y movimientos.
Al mirar a las personas y las cosas que hay a su alrededor;
su visión se fortalece y esto le permitirá
enfocar cada vez más lo que está lejos.
Además, como su cuello es más fuerte y
lo controla más, puede voltear de un lado a otro
y su habilidad para ver es mayor pues puede observar
a donde quiera.
El pequeño también se expresa y aprende
con la vista; ésta es una forma de comunicación
muy importante entre él y la persona que lo cuida
y atiende porque, al mirar, empieza a reconocer y entender
el mundo que le rodea; con la mirada, aprende a reconocer
con rapidez a la primera persona encargada de cuidarlo,
así como aquellas que están cercanos a
él, como la familia.
Observe las siguientes ilustraciones, y dé clic en las que crea que favorecen la expresión del pequeño y fortalecen su visión.
Escriba tres acciones para fortalecer la observación de los pequeños.
1.
2.
3.
Consulte su Tabla de crecimiento y desarrollo y escriba los avances que tienen los bebés a los tres meses de nacidos, en los siguientes aspectos:
Físico:
Emocional:
De la inteligencia:
Para que el recién nacido fortalezca su expresión
y visión, no es suficiente poner delante de él
objetos para llamar su atención y ayudarlo a
fijar su mirada en estos sino, también, hay que
acompañarlo y prestarle atención y ser
cariñosos con él, así aprenderá
a recibir y dar cariño al relacionarse con lo
que le rodea y a sentirse más seguro.
Para percibir lo que hay a su alrededor, el pequeño
cuenta con sus sentidos: vista, oído, tacto,
gusto y olfato. De estos sentidos, el que le proporciona
mayor información sobre lo que hay a su alrededor,
es la vista.
A medida que el pequeño crece, su capacidad
visual se desarrolla; cada vez permanece más
tiempo despierto, dedica su atención a percibir
imágenes y sonidos, y está más
alerta a lo que pasa a su alrededor.
•
Aunque
el pequeñito puede ver el biberón,
la cara de su mamá y otros objetos,
no sabe lo que son porque todavía
no tiene la capacidad para reconocer
lo que ve.
•
Para que
pueda llegar a saber quiénes
son las personas, qué es cada
cosa y para qué sirve, el pequeño
necesita tiempo, contacto con las personas
y las cosas y la posibilidad de acercarse
a ellas, de tocarlas y conocerlas.
•
Poco a
poco, desde que está en la cuna,
con el apoyo y estímulo de las
personas que lo cuidan, sus sentidos
e inteligencia se desarrollan.
Para
favorecer el desarrollo de la niña
o niño, no hay que exagerar,
es decir, no hay que hacer mucho ruido
para que oiga, ni moverlo demasiado
para que se mantenga atento, o llenar
de objetos el lugar donde está
para llamar su atención. Si
el niño o niña puede
ver algunos objetos que llaman su
atención, le cantamos, lo arrullamos,
le hablamos con cariño y jugamos
con él o ella, eso es suficiente.