Como el cuerpo del pequeño ha crecido y se ha fortalecido, lo controla mejor. Ha ganado más espacio, conoce cada vez más el lugar donde vive, se interesa por conocer lo que hay a su alrededor, es más curioso, quiere entrar y conocer todos los rincones y busca con qué entretenerse.

Para quien lo cuida, esto significa estar más atento, pues como ahora es más independiente, corre algunos riesgos, como tratar de ponerse de pie, ir de un lado a otro deteniéndose de los muebles y agarrándose para no caer. Está muy ocupado aprendiendo, descubriendo y probando sus habilidades; tira, levanta y sacude los objetos, le gusta oír cómo suenan, ir de un lado a otro hasta cansarse; imita lo que hacen los mayores.

Lo que haga cada pequeño y la forma como aprenda, depende mucho del medio en el que vive, por ejemplo, si tiene hermanos mayores probablemente aprenda algunas cosas por imitación o, si es hijo único, tal vez se esfuerce más en observar y explorar. Buscará mucho la ayuda de las personas que lo cuidan para que lo apoyen mientras está aprendiendo a caminar.

Cada día se sorprenderá con los grandes cambios que logra el bebé y le mantendrá más ocupada porque tiene mucho qué descubrir. Se dará cuenta de cómo el medio en el que vive y los cuidados, la atención y el apoyo que las personas adultas le ofrecen, influyen en su crecimiento y desarrollo.
 
Propósito de unidad

Conocer, reflexionar y recordar más a las niñas y niños de los 8 a los 18 meses, para acompañarlos, atenderlos y ofrecerles nuestras manos para que aprendan a caminar, desarrollen y mejoren las diferentes habilidades y destrezas que van adquiriendo.