El recién
nacido se relaciona con el medio que le rodea
a través de su cuerpo y sus sentidos, éstos
se desarrollan mejor en la medida que las personas
que lo cuidan y atienden sus necesidades, lo apoyan,
lo animan a aprender; lo más importante:
le dan cariño y seguridad.
Aunque el recién nacido
no sabe cómo comunicarse, tiene diferentes
formas de expresar sus necesidades y sabe que
hay personas a su alrededor que se acercarán
a él y verán lo que está
pidiendo, aunque no lo comprenda.
Complete los enunciados siguientes.
El recién nacido no puede hablar, sin embargo,
puedo saber qué necesita cuando...
Si el pequeño se mueve mucho, llora, se estira
y su piel se enrojese, creo que es porque...
Cuando el pequeño o pequeña me mira,
siento que...
Sabemos que generalmente algunos de los recién
nacidos lloran mucho, tal vez unos más que otros.
Ésta es una forma de comunicarse con las personas
que les rodean y llamar su atención.
Al principio, el recién nacido llora por reflejo,
sin que nadie le enseñe; llora porque tiene hambre,
algo lo molesta, está incómodo, siente
dolor, se asusta y, más o menos a las tres semanas,
posiblemente por llamar la atención. Así
como podemos diferenciar el tono de voz de las personas
mayores según su estado de ánimo, también
podemos diferenciar el llanto de un pequeño,
según sus necesidades. Por lo general las mamás
o quienes se encargan de los bebés poco a poco
van identificando el llanto de sus hijos y lo que requieren.
Tal vez, usted
ya sabe que después de las dos semanas
y más o menos hasta los tres meses, los
pequeños lloran sin parar ya sea por las
tardes o por las noches, sin que nada parezca
consolarlos, una de estas causas puede ser lo
que llamamos cólico.
El cólico no es una enfermedad y no se
ha encontrado un alivio completamente efectivo.
Algunas de sus causas pueden ser: que el sistema
digestivo del pequeño no está maduro
y tiene gases intestinales, o una reacción
alérgica, o bien algunos alimentos consumidos
por la mamá se los pasa al bebé
(en caso de que le dé el pecho), también
la angustia o ansiedad en ella, una alimentación
excesiva o deficiente, leche muy fría o
muy caliente, que se tape el chupón del
biberón, entre otras causas. Esto se logra
calmar un poco, pero sólo unos minutos,
porque después vuelve a llorar de nuevo.
Cuando
se presente un cólico:
•
Ayude al
bebé a que eructe, lo que conocemos
como hacerlo repetir, es decir que saque
el aire.
•
Arrúllelo
y colúmpielo, o bien, acuéstelo
boca abajo con el estómago sobre
una bolsa con agua ligeramente caliente.
•
Paséelo.
•
Revise
que su alimentación sea adecuada.
•
Trate de
no desesperarse, sea paciente y muy
cariñosa.
¿Qué
más sabe usted sobre el cólico
y lo que es bueno hacer?
Desde un principio, cuando lloran, los pequeños
muestran su propia forma de ser y esto podemos verlo,
por ejemplo, en la forma como algunos gritan al nacer,
otros ni se quejan, se recuperan pronto después
del nacimiento o tardan un poco en tranquilizarse; algunos
se mueven mucho o parecen observadores; otros lloran
y se enojan, o se arrullan y sonríen.
Al observar los movimientos y reacciones de los pequeños
en diferentes situaciones, como cuando tienen hambre,
al alimentarlos, cuando están durmiendo o escuchan
ruidos, podemos descubrir sus habilidades, es decir,
lo que pueden hacer y cómo tiene su propia forma
de responder en cada situación.
Hasta entre hermanos se ven estas diferencias, a lo
mejor uno es juguetón y otro serio, uno se duerme
rápido sin que lo arrullen y otro es inquieto
y le gusta que le canten para dormir.