Recuerde o pregunte a una mamá.
 
¿Qué cambios realizó en su vida diaria durante su último embarazo?
 
 
¿Y, cuando nació el bebé?
 

¿Qué cambios experimentaron los familiares con la llegada del bebé?
 
 
¿Qué haría usted para que estos cambios permitieran que la familia estuviera más unida?
 
 
         
  Las madres sufren muchos cambios tanto en su organismo como en sus emociones y hay que acompañarlas para que se sientan mejor.  
       
  Cada integrante de la familia es la mejor compañía para que el embarazo sea mejor.  
       
  El bebé aun antes de nacer ya siente, escucha e incluso percibe la luz.  
       
  El padre y/o los familiares pueden colaborar en los cambios que se tengan que realizar en el hogar y pueden preparar un ambiente adecuado para cuando llegue el bebé.