Si un pequeñito de 8 meses pudiera hablar
con claridad, seguramente no pararía, decirnos
que encontró algo nuevo, preguntaría qué
y para qué sirve, a qué sabe, qué
siente cuando lo toca o lo hace sonar; tal vez nos diría
que le gusta lo que encontró o que no le gusta.
Compartiría con nosotros su admiración
por todo lo que va descubriendo porque al ir de un lado
a otro, su mundo se hace más grande.
Aunque no hable todavía, sabe muy bien cómo comunicarse, si lo miramos con atencion, al convivir con los y las pequeñas a lo largo de los meses, observamos su crecimiento y desarrollo; nos alegramos con sus logros y nos preocupamos cuando se enferma, llora y no sabemos qué le pasa.
Alrededor de los 8 meses, empieza a elegir, a probar, a tratar de
moverse por sí mismo, a relacionarse con los
demás, a entender algunas palabras, a nombrar
las cosas, entre otros cambios. |