Nuevas maneras de comunicarse
 
El pequeño necesita de los demás para sobrevivir, que las personas adultas se ocupen de él y satisfagan sus necesidades. El pequeño responde a los cuidados que le dan y muy pronto empieza a relacionarse con los demás.
 
 
Lea las afirmaciones siguientes y dé un clic en verdadero o falso según considere.
 
El pequeño de entre dos y cuatro meses:
 
 
Verdadero
Falso
     
• Empieza a hacer soniditos, como si quisiera conversar:
 
• Sonríe a la gente que conoce:
 
• Se carcajea cuando algo le hace reír:
 
• Empieza a gustarle que jueguen con él:
 
• Si usted le hace gestos, la imita:
 
• No expresa sus sentimientos y emociones:
 
• Cuando le hablan por su nombre, voltea:
     
 

A partir del segundo mes, el pequeño empieza a responder, a su manera, a las personas que lo cuidan, por ejemplo, con interés y una sonrisa. Aunque no sabe quién es cada una de las personas que siempre están cerca de él, las reconoce por su olor y puede ser capaz de percibir su estado de ánimo: si están tristes, contentas, enojadas.

Para comunicarse, intenta intercambiar miradas y gestos; por medio del tacto percibe el afecto de los demás, a través de los abrazos.

Alrededor de los tres meses, el pequeño empieza a reconocer las caras y como reconoce algunas situaciones: que lo alimenten, lo bañen o le cambien el pañal, empieza a establecer una relación especial con la persona que lo cuida.

 
 
 
Antes de los cuatro meses, los pequeños expresan interés, disgusto y malestar y cuando ya los cumplen, expresan sorpresa y alegría.
 
 
El pequeño necesita estar cerca de una persona joven o adulta, no solamente para satisfacer sus necesidades de alimentación y bienestar. Esa persona puede ser la mamá, el papá u otra que le brinde seguridad y protección.
       
El pequeño necesita sentir que puede confiar en su mamá, papá u otras personas adultas que le responderán cuando las requiera.
       
Lo importante es que los y las pequeñas no se sientan solos.