Vamos a reconocer a esa pequeñita o pequeñito que espera de usted, paciencia, alegría, cariño y disposición para acompañarlo en su entrada al mundo.
 
 
El final de la espera
 

¡Por fin, después de aproximadamente 9 meses de espera, nace el pequeño o pequeña! En ese momento uno se hace muchas preguntas como: ¿cómo será? ¿A quién se parecerá? ¿Estará sano? ¿Estará completo su cuerpo? ¿Es normal?

Muchas de estas preguntas las iremos respondiendo con la experiencia, otras con este material y otras con las personas que convivimos. Necesitamos de mucha paciencia, calma y tranquilidad, pues por lo regular sobre todo cuando es el primer bebé con el que nos enfrentamos sentimos muchos temores que son normales, pues los vemos tan pequeñitos que nos parecen demasiado frágiles, indefensos y que tenemos una gran responsabilidad y es cierto, pero finalmente poseemos la gran capacidad; para darle aquello que requiere, sobre todo lo más importante, son cariño y amor.

 
 
 
 
Recuerde o pregunte a alguna amiga o familiar lo siguiente:
 
 
 

Para recordar esos momentos, intentemos responder las siguientes preguntas:

¿Cuanto pesó?

¿Cuanto midió?

¿Dónde nació su hijo o hija? En su casa En una clínica

Otro lugar:

¿Qué edad tiene ahora, su hija o hijo?

¿Quién la atendió durante el parto, un médico o una partera?

 
 
¿Qué otras personas estuvieron presentes durante el parto?
 
 
¿Cómo fue el parto?
 
Natural Cesárea
 
¿Hubo complicaciones durante el parto?
 
 
 
 
¿Cuáles?
 
 
No
 
 
 

¿Qué es lo que recuerda que hizo el pequeño en el momento que nació?

 
 
 
¿Qué fue lo primero que usted hizo al tener a su hijo o hija en sus brazos por primera vez?
 
 
 

Es natural que las mujeres que hayan tenido uno o más hijos se pregunten cómo está el recién nacido, sobre todo cuando durante el embarazo han tenido algunas dificultades o se presentan algunas complicaciones durante el parto.

Es necesario contar con información sobre los y las pequeñas, para apoyarlos en su crecimiento y desarrollo, con el fin de buscar apoyo especializado, en caso necesario.

Una de las cosas más importantes al momento de nacer es que el pequeño pueda empezar a respirar correctamente de manera inmediata. Sin embargo, si se presentan problemas al respirar, esto puede provocar que el cerebro no se oxigene bien y sufra algún daño.