Para reconocer o recordar algunas actitudes, ve a la sección Tarjetas con valor. En ella no sólo conocerás actitudes positivas sino también las compartirás con las personas que aprecias. Haz clic en la portada siguiente, o bien, en la sección que está en la barra de herramientas de este curso. ¡Adelante! A veces, algunas de estas actitudes las consideramos también como valores, como el respeto, por ejemplo, por la importancia que le damos en nuestra vida, pero lo importante es llevarlas a la práctica en nuestro trabajo y en nuestra vida diaria. Como puedes ver, todas estas actitudes son positivas,
pero también existen sus actitudes negativas equivalentes; por
ejemplo, la actitud contraria a orden será desorden, la contraria
a limpieza será suciedad, la contraría a cortesía
será descortesía y así sucesivamente. La actitud provoca resultados Pedro se estaba preparando para esta ocasión. ¡Era tan importante conseguir ese empleo que tanto trabajo le había costado encontrar! Ahora que estaba esperando a que lo pasaran junto con otros tres jóvenes con el jefe de ventas, Pedro se sentía muy nervioso. No era para menos pues la paga era bastante buena y no había muchas oportunidades de encontrar un trabajo igual. Trató de tranquilizarse pensando que en el curso de ventas que había tomado le había ido muy bien, pues había aprendido las principales técnicas que ahora podría aplicar. Esto le recordó que cuando era niño había entrado al curso de poesía y de tanto practicar se volvió casi un profesional al recitar los poemas. Pero, de pronto, se acordó que cuando llegó al concurso sorpresivamente ¡se le fue la voz! Comenzó a preguntarse a sí mismo, “¿y si pasa lo mismo?”, seguramente no me darán el trabajo porque me pedirán que tenga experiencia y no la tengo. En eso, el otro chico le preguntó: –¿te sientes bien?– ¡Sí, claro! –respondió Pedro. –Yo también estaba nervioso –le dijo el chico–, pero ahora estoy muy tranquilo y confiado en obtener el empleo pues mi padre me dijo... –¿Has tomado el curso de ventas?–, le interrumpió Pedro. –No– le respondió el chico, pero me siento muy confiado. Este muchacho tiene menos oportunidad que yo, –pensó Pedro, pero... de cualquier forma, el jefe de ventas se fijará en mi peinado, y seguro no me contratará. ¡Pase!, –interrumpió sus pensamientos la secretaria, dirigiéndose a Pedro, quien se levantó temeroso y entró. –Mire, señor, –dijo atropelladamente Pedro al jefe–, es cierto que tomé el curso de ventas, pero seguramente no le gusta mi peinado y no, ¡no tengo experiencia! El jefe lo miró y sólo respondió. –Tiene razón. Pedro salió apresuradamente mientras el otro chico se levantaba para entrar a la oficina. Minutos después, salía sonriendo. Autora: Leticia Guido Soria.
¿Qué actitud crees que hubiera sido positiva para que Pedro consiguiera el trabajo?
¿Cuáles son las actitudes que se relacionan con el trabajo? En general, todas se relacionan, sin embargo, existen algunas que tienen una relación más directa por los comportamientos a los que se asocian pues al igual que los valores, las actitudes también se traducen en comportamientos o acciones. A fin de revisar cuidadosamente estas actitudes en el trabajo, nos concentraremos en siete de ellas que son consideradas como fundamentales. Veámoslas a continuación.
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