El respeto es reconocer y reverenciar el valor de nosotros mismos, de otras personas, de las cosas, de las instituciones y de todo aquello que nos rodea. Es reconocer y apreciar la dignidad y los derechos de las otras personas. La persona respetuosa es tolerante con las ideas y opiniones de los demás, aunque difieran con las suyas. También reconoce los derechos a la vida de seres humanos y del reino animal, por ello no causa daño al medio ambiente ni invade los espacios de los demás. Como reconoce el valor de las otras personas, la persona respetuosa les da un buen trato y nunca discrimina o desprecia. La persona respetuosa genera respeto de los demás hacia su persona y también provoca un clima de amabilidad y tranquila camaradería. Ser respetuoso es “apreciar” a las personas, a los animales y a toda la naturaleza.