Quizás te sorprenda saber que las actitudes nosotros
mismos o mismas las construimos a lo largo de nuestra vida. Las aprendimos
de personas adultas que amamos o admiramos, incluso de personajes de historietas
y cuentos que nos contaron, de la televisión, y también
las aprendimos de nuestras propias reacciones cuando nos damos cuenta
que funcionan para obtener lo que queremos, y las repetimos tantas veces
que se vuelven una manera de actuar para nosotros.
Recuerdas alguna actitud que hayas aprendido de alguien importante para
ti,
escríbela a continuación:
Cuando enfrentamos un conflicto y nos dicen “no me gusta tu actitud”,
muchas veces respondemos “así soy yo”, como afirmando
que no podemos cambiarla.
Pero en realidad, de la misma manera en que aprendimos esas actitudes,
podemos modificarlas o aprender otras que nos ayuden a establecer relaciones
más armoniosas con otras personas y lograr los resultados que deseamos.
Si nos diéramos oportunidad de probar “conscientemente” otras actitudes más adecuadas, tendríamos comportamientos y, por lo tanto, resultados totalmente diferentes que nos harían actuar y sentirnos mejor.
Relacionado con lo anterior, encuentra una idea importante en una de las dos portadas de historieta que te presentamos a continuación, para esto haz clic en la que creas se encuentra.
¿En dónde aplicamos las actitudes?
Las actitudes las aplicamos en todas partes y con todas las personas. Las actitudes siempre van acompañadas de comportamientos y comunicación.