Unidad 2 Tema 1 Actividad 8

Tema  1    ¿Es posible separar los conflictos y la violencia?

Las distintas formas de violencia que hemos revisado causan conflictos. Hay enfrentamientos entre las personas o grupos que provocan esa violencia y las personas que la sufren. Ante esos conflictos, con frecuencia se responde con más violencia porque se cree que es la única forma de hacerles frente. Sin embargo, la violencia directa nunca resolverá un conflicto, aun cuando éste sea provocado por la violencia estructural o la cultural.

¿Qué queremos lograr?
Comprender que no hay razón para que los conflictos vayan de la mano con la violencia porque ésta no es la única forma de responder al conflicto.

 

Actividad 8. ¿Cómo romper la relación conflicto-violencia?

Lo que la vida nos ha enseñado

Cuando escuchas la palabra conflicto, ¿con qué palabras la relacionas?


Afirmaciones De acuerdo En desacuerdo

El conflicto es una competencia entre dos personas o grupos de personas en la que sólo la parte más fuerte puede lograr la victoria.

Los conflictos hay que evitarlos porque causan violencia y daño o destrucción.

En un conflicto se busca eliminar a la parte contraria, por eso siempre hay una que gana y otra que pierde.

Muchas veces ocurre que el conflicto se entiende como algo relacionado con la violencia, como si siempre tuvieran que ir de la mano. Así lo hemos aprendido a lo largo de nuestra vida al ver que casi siempre los conflictos van acompañados de respuestas violentas, y que las personas involucradas en éste, son lastimadas y, en situaciones extremas, muertas.

Sin embargo, si queremos construir una cultura de paz, debemos aprender a hacer frente a los conflictos de una manera diferente, es decir, noviolenta.


La noviolencia (escrito como una sola palabra) es una forma de enfrentar los conflictos y de trabajar para construir una cultura de paz, es decir, de comprometerse por cambiar las estructuras y las culturas violentas. Es diferente de la no violencia (escrito con dos palabras, como negación de la violencia) que es simplemente estar en desacuerdo con la violencia, pero de una manera pasiva, sin actuar ni comprometerse.