Tal vez hayas oído el refrán, "dime con quién andas y te diré quién eres", que se refiere a la gran influencia que pueden tener las otras personas en nuestra forma de ser o actuar. Sin embargo, aunque a veces resulte difícil, sí se puede formar parte de un grupo sin dejar de ser uno mismo, es decir, sin renunciar a nuestros deseos, sentimientos, creencias o valores.
Reconocer algunas formas para enfrentar las presiones del grupo de amigos y amigas, que podrían llevarnos a situaciones de riesgo que afecten nuestra salud o nuestra integridad.