En términos ideales, un hombre y una mujer pueden dar origen a una nueva vida cuando alcanzan la madurez sexual y están preparados física y emocionalmente, es decir, tienen la capacidad de actuar de manera responsable para brindar al nuevo hijo o hija, todo lo que necesita.
   
 

Cuando hay madurez física, en el aparato sexual de la mujer, un óvulo (célula sexual femenina) madura cada mes, posibilitando la capacidad de procreación mientras en el hombre, en su aparato sexual, millones de espermatozoides (células sexuales masculinas) se reproducen, de los cuales uno de ellos, al unirse con el óvulo, dará lugar al proceso conocido como fecundación.

La fecundación se lleva a cabo en una de las trompas de Falopio, y puede realizarse a través de una relación sexual o de manera artificial (inseminación).

   
 

Al óvulo que ha sido fecundado se le llama huevo o cigoto. Comienza a dividirse primero en dos células, luego en cuatro, posteriormente en ocho y así sucesivamente; las células en un principio son iguales en tamaño, pero después algunas se van haciendo más pequeñas que otras y comienzan a diferenciarse.

Las del centro formarán el embrión y las de las orillas, la placenta.

Al mismo tiempo el cigoto avanza hacia una parte del útero o matriz hasta que está listo para anidarse (fijarse) en él, alrededor de la primera semana de embarazo, cuando ya cuenta con suficientes células para romper su capa exterior y pegarse a una capa de tejido del útero llamada endometrio. A partir de este momento se le llama embrión y se ve como una zarzamora de color rosa; de esta forma continúa con su desarrollo en ese lugar.

El embarazo humano (también llamado gestación o desarrollo intrauterino) es el periodo en que un nuevo ser se está formando dentro del vientre de su madre; dura aproximadamente nueve meses o cuarenta semanas.

En la matriz se forma la bolsa en la cual crecerá el feto, en medio de un líquido transparente llamado amniótico, el cual protege al feto de los movimientos de su madre.

De la sangre de la madre llegan oxígeno y nutrientes a la sangre del feto, a través del cordón umbilical, para después ser eliminados. Si la placenta dejara de funcionar, el feto moriría en pocas horas, por falta de oxígeno y de alimento e intoxicado por su propios desechos.

Desarrollo del nuevo ser

 
 
Mes 1
En la segunda semana de embarazo el embrión anida en el útero. En la tercera semana, se comienza a formar la placenta, y las células del embrión empiezan a especializarse para formar los aparatos respiratorio y digestivo, el sistema nervioso y los órganos de los sentidos, los huesos y los músculos. Se advierte la formación de los dos lóbulos cerebrales. Hacia la cuarta semana aparecen las primeras vértebras y el corazón empieza a latir. Desarrolla en su pequeño cuerpo unos abultamientos que posteriormente serán los brazos. El embrión mide menos de un centímetro y pesa menos de un gramo, su tamaño es aproximado al de la semilla de una manzana.
     
 
     
 

Mes 2
El cerebro crece en forma notable. Se inicia el desarrollo de los órganos; en la cabeza se nota lo que serán los ojos, oídos, nariz y boca, comienza la formación de los dientes. Con un aparato especial se pueden escuchar los latidos de su corazón. Se desarrolla el hígado y se forma la sangre.

Se distinguen con claridad piernas, brazos, manos, pies y se forma la base de los dedos. Es cuatro veces más grande (aproximadamente 2.5 cm) y pesa casi cinco veces más que el mes anterior, tiene el tamaño de una fresa pequeña. Al final de este mes, aunque muy pequeño, ya se ve como un bebé y se le llama feto.

     
 

Mes 3
Mide 6.5 cm aproximadamente y pesa 18 g, apenas comienza a abultar el vientre
materno. En este mes se desarrollan rápidamente los brazos y piernas y sus dedos son más definidos, puede abrir y cerrar las manos. El hígado y los riñones se forman y el feto comienza a orinar en el líquido amniótico.

Se distingue el desarrollo de los primeros huesos. En este mes se diferencian sus órganos sexuales.

     
 

 

   
  Mes 4
El feto ya se nota en el vientre, mide unos 15 cm y pesa 135 g aproximadamente. Su madre ya comienza a sentir sus constantes movimientos. Los sentidos del tacto y del gusto comienzan a desarrollarse, se familiariza con el sabor del líquido amniótico y, en ocasiones, traga un poco de él. Se ha formado el cráneo, que cubre al cerebro, aunque los huesos son muy suaves; la cabeza se nota menos desproporcionada con respecto al tamaño del resto de su cuerpo. Se siguen desarrollando los huesos y las glándulas.
Su sexo se ve claramente.
     
  Mes 5
El feto mide 25 cm y pesa 340 g, más o menos. Sus huesos están más desarrollados. Comienza a reconocer sonidos externos y a sentir y saborear su dedo, suele chupárselo; se forman sus huellas digitales. A partir de este momento, el cerebro crecerá cada mes aproximadamente 90 g. El corazón está más desarrollado, late a gran velocidad y se le puede escuchar con un aparato; la sangre circula cada vez mejor.
     
  Mes 6
Mide alrededor de 33 cm y pesa 600 g. Ya tiene uñas y próximamente comenzará a emplearlas para rascarse. Aparecen las cejas, el cabello crece y el vello comienza a cubrir su cuerpo. El desarrollo de sus nervios hace que mejoren los movimientos de sus piernas y brazos, por ello se mueve más, aunque a veces también duerme y descansa. Ya reacciona con los ruidos del exterior. Se nota más detallada su cara. A veces le da hipo. Sus pulmones continúan desarrollándose.
     
  Mes 7
Mide aproximadamente 40 cm y pesa 1 kg, casi el doble que el mes anterior. Sigue creciendo y desarrollándose. Ya puede abrir los ojos. Su oído ya está ubicado en su sitio, reacciona ante los sonidos del exterior: se puede sobresaltar con un golpe fuerte y agitar o tranquilizar con la música que escucha a su alrededor. Se mueve menos porque tiene menor espacio. Su principal función es crecer y aumentar peso, su piel comienza a acumular grasa. Si el feto nace en este mes, puede sobrevivir con cuidados especiales, a pesar de no haber completado su maduración.
 

 

 
 

Mes 8
Ha vuelto a duplicar su peso, mide unos 45 cm y pesa 2 kg. Los huesos continúan haciéndose más largos y anchos. Toma líquido amniótico y orina en abundancia. Se comienza a colocar con la cabeza hacia abajo. Ya se puede ver completamente formado, aunque todavía le falta peso. La placenta es muy grande, por todo lo que absorbe del feto para eliminarlo y lo que le proporciona para nutrirlo.

     
  Mes 9
Sigue aumentando su tamaño, pero más lentamente. Mide 50 cm y pesa 3 kg,
aproximadamente. Su piel ha acumulado grasa que lo hace verse más llenito. Su cráneo no se ha endurecido ni unido del todo, es suave y la “mollera”, se cerrará unos meses después del nacimiento. Aunque se mueve menos por la falta de espacio, es muy importante que la madre perciba si deja de hacerlo, en cuyo caso
deberá acudir al servicio médico. Ya se está colocando en posición para nacer.
Al final de este mes, está listo para salir del vientre materno y comenzar a conocer el mundo.
 
   
  Inseminación: método por el cual un especialista introduce un espermatozoide a un óvulo con el fin de fecundarlo y concebir a un nuevo ser humano. Se utiliza para facilitar el embarazo en aquellas personas que tienen problemas para lograrlo de manera natural o en las mujeres que han tomado la decisión de tener un hijo o una hija sin la intervención de una pareja.
   
  Placenta: órgano que contiene un conjunto de vasos sanguíneos que conectan al bebé con la madre a través del cordón umbilical. Se encarga del intercambio de sustancias entre ambos, sin que se mezclen en su sangre.
   
 

Glándulas: órganos que producen y liberan sustancias específicas o secreciones.