Durante el embarazo, es esencial que la futura madre lleve a cabo los cuidados siguientes con el fin de tener las mejores condiciones de salud para ella y para el ser que espera. Es conveniente que la mujer coma alimentos variados (de los tres grupos y en diferentes combinaciones) dentro de aquellos que estén al alcance de su bolsillo, asimismo los que se producen en su región. También es necesario que a partir del cuarto mes aumente la cantidad diaria de alimentos, de acuerdo con su estado de salud.

Puede agregar a su dieta, en la comida del medio día, una ración como las siguientes.

Dos tacos de nopales.
Un taco de arroz con huevo.
Dos tacos de garbanzo guisado.
Un plato de lentejas con plátano y una tortilla.
Un plato de sopa de pasta con queso.
Un taco de pollo guisado.
Un taco de frijoles con huevo.


Se recomienda que la embarazada tome por lo menos ocho vasos de agua (hervida o clorada) al día, para evitar el estreñimiento, en caso de padecerlo; aumentar el consumo de verduras, frutas y cereales ricos en fibra (brócoli, naranja, piña, zanahoria, avena, etcétera).

Disminuir el consumo de sal, grasas, azúcares, alimentos enlatados o embutidos como el jamón, la salchicha o el chorizo.

Caminar diariamente por lo menos 20 minutos.

Si llegara a tener mareo o vómito, debe evitar las combinaciones de alimentos sólidos con líquidos y procurar tomar los líquidos antes o después de los sólidos.

Para que una mujer embarazada evite la anemia, debe consumir alimentos ricos en hierro, como: huevo, carne, lentejas, frijol y verduras de hojas verdes, entre otros, y combinarlos con alimentos ricos en vitamina C como el jitomate, pimiento morrón, limón, naranja, papaya y guayaba. Se recomienda comer hígado de res o cerdo una vez a la semana. También debe tomar los complementos de hierro, ácido fólico y suplementos alimenticios recomendados.*

* Aquellas embarazadas que se encuentran en un programa gubernamental de salud, pueden solicitar y tomar diariamente el suplemento alimenticio Nutrivida, éste les ayudará a mejorar el valor nutritivo de su dieta, porque contiene proteínas, vitaminas y minerales.

Para evitar problemas de debilidad de huesos y dientes en ella y su hija o hijo, deben incluir en su alimentación diaria: tortillas de maíz, leche y queso, así como verduras de color verde intenso como las acelgas y las espinacas.

  El contenido de yodo en la alimentación de la embarazada es fundamental para el crecimiento y desarrollo físico y mental del bebé, además de proteger a la madre de problemas del sistema nervioso o del bocio. Por ello es recomendable consumir sal yodatada y productos del mar como pescados y mariscos.
   
Es necesario que la embarazada...
   
  Tenga periodos de descanso, principalmente después de dos o tres horas de trabajo dentro o fuera de casa. Si en el trabajo camina mucho, puede descansar acostada con las piernas un poco levantadas; si al contrario se está de pie o sentada por mucho tiempo, es mejor caminar.
   
  Tome medicamentos únicamente bajo control médico capacitado, no hacerlo puede perjudicar el crecimiento del nuevo ser, provocar que nazca antes de tiempo, que tenga defectos físicos o daños en el funcionamiento de su organismo.
   
  Procure no levantar cosas pesadas, porque puede ocasionar sangrado y adelantar el parto.
   
  Evite el consumo de bebidas alcohólicas y/o tabaco, porque provocan daños a los bebés y a las mujeres.
   
  Cuide la higiene personal mediante el baño diario, el aseo de los dientes después de cada alimento, lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño.
   
  Evite el uso de tacones altos, se recomienda no exceder los cuatro centímetros.
   
  Evite la exposición a radiaciones, a menos que sea necesario y el médico lo señale.
   
   

Y asista a control prenatal.

La embarazada debe acudir, por lo menos, a cinco consultas prenatales, iniciando preferentemente en las 12 primeras semanas de embarazo.

Una vez confirmado el embarazo es esencial saber la fecha probable del parto o identificar si la mujer y el bebé tienen algún riesgo para su salud.

Durante la consulta...

Se elabora la historia clínica de la embarazada.
   
La pesan y miden.
   
Revisan su abdomen y miden el crecimiento de su matriz (del vientre).

Le toman la presión.

Le examinan la dentadura.
   

Control prenatal. Es el seguimiento que se le da a la embarazada a través de consultas médicas, desde que acude por primera vez hasta que llega el parto. Es importante porque se le podrá aconsejar y orientar sobre los cuidados del embarazo y detectar tempranamente problemas que puedan ponerla en riesgo o al ser que espera.

Se controla su dieta, es decir, lo que come diariamente.

Se revisan los latidos de su bebé.

Le informan el tiempo que tiene su embarazo y la fecha probable del parto.

La orientan acerca de los cambios que irá teniendo a lo largo del embarazo, así como el desarrollo del ser que espera, los cuidados que debe tener en este periodo y las ventajas de la lactancia materna.

En la primera consulta la vacunan contra el tétanos y la difteria.

La vacuna antitetánica diftérica (Td)

Se deben recibir dos dosis con un intervalo de cuatro a ocho semanas entre cada una. La primera dosis se debe aplicar en el primer contacto que tenga la embarazada con los servicios de salud, sin importar el periodo de gestación en el que se encuentre. Para reforzar la propia resistencia contra el tétanos, debe aplicarse una tercera dosis al año de que se aplicó la anterior o en el embarazo siguiente, y una cuarta dosis de uno a cinco años después de la tercera; la quinta dosis será de uno a diez años.