Las comunicaciones
En este texto conoceremos un poco de la historia de cinco inventos que han servido a la sociedad para comunicarse, y que han producido grandes cambios sociales y culturales en todo el mundo. Al revisarlos, es importante tener en cuenta que, con mucha frecuencia, los inventos no son obras de un genio aislado. Por el contrario, los inventos son resultado del esfuerzo de muchas personas. Un invento suele ser una nueva aplicación de algo que ya existe, gracias a los adelantos científicos y técnicos que permiten esa aplicación.
Algunos de estos inventos fueron creados originalmente para resolver una necesidad específica. En el caso del teléfono, la intención de Alejandro Graham Bell era solucionar el problema auditivo de su esposa; sin embargo, posteriormente se le utilizó para muy distintos fines. Inventos como el telégrafo, la radio, y el teléfono mismo, sirvieron a intereses bélicos durante las dos guerras mundiales del siglo XX. Los inventos, cuando representan utilidad o ganancia para un gobierno, para los industriales, los comerciantes o algún otro grupo con poder, reciben mucho apoyo para su perfeccionamiento; algunos llegan a hacerse de uso público y benefician a diferentes sectores de la población.

LA PRENSA

En el siglo Vl, los chinos practicaban la xilografía, que era una forma de imprimir utilizando planchas de madera en las que grababan los caracteres. Los caracteres son las letras del alfabeto y los símbolos con que se forman las palabras. Esta técnica china era conocida en Europa desde el siglo Xll. Sin embargo, se reconoce como verdadero nacimiento de la imprenta el siglo XV, hacia 1436, con el alemán Juan Gutenberg, quien ideó una nueva manera de imprimir, más rápida y más conveniente, utilizando caracteres metálicos movibles. Este invento tuvo varias modificaciones en los años siguientes a su aparición y desde entonces no ha dejado de perfeccionarse.

Juan Gutenberg y su imprenta

La prensa es, todavía en la actualidad, uno de los medios de comunicación más importantes, ya que puede llevar información a lugares muy alejados, donde no hay energía eléctrica. La prensa se hizo popular conforme hubo más gente que aprendió a leer y escribir. También influyó en su popularidad el desarrollo de los transportes y el correo, así como la emigración de más gente a las ciudades, que eran los lugares donde más circulaban los periódicos, los libros y las revistas.

Antes de la imprenta, la gente casi no tenía otro recurso que la transmisión oral y los manuscritos para enterarse de lo que sucedía en otros lugares y en otros tiempos.

Los medios impresos, sobre todo a partir de que incluyeron ilustraciones, fueron el primer medio de comunicación moderno que permitió a la gente conocer el mundo sin viajar y sin moverse de su asiento.

EL TELÉGRAFO

Para valorar la importancia del telégrafo, recordemos que hacia el siglo XlX, la gente seguía comunicándose verbalmente o por carta; no había otro medio para hacerlo. En cualquiera de los dos casos, la distancia solía ser una causa de retraso de la respuesta o hasta un impedimento para comunicarse. Además, el creciente comercio mundial y la competencia entre los países, hicieron indispensable contar con información oportuna y confiable para tomar decisiones ventajosas. Así, desde sus inicios el telégrafo sirvió a los fines prácticos de la vida social; por ejemplo, en 1840 dos británicos que experimentaban con un modelo de telégrafo, lograron transmitir un mensaje gracias al cual la policía capturó a un delincuente que huía en un tren. Esta noticia despertó el interés público y la opinión favorable hacia el invento.
Pero no fue sino hasta 1844 cuando el estadounidense Samuel Morse logró la aceptación definitiva del telégrafo; en ese año, comunicó las ciudades de Baltimore y Washington con motivo de una convención que se celebraba para elegir un candidato a la presidencia del país. Utilizó un código o “lenguaje” de puntos y rayas, con el que era posible transmitir cualquier mensaje en clave; se le llamó clave Morse y representaba las letras del alfabeto y los números. La aceptación pública fue inmediata: se construyó una línea telegráfica que abarcó todo el país, y en menos de un año Europa también contaba ya con este invento. El telégrafo fue el primero de otros medios de comunicación que lograron acercar los lugares por muy distantes que estuvieran, y permitió tener información en muy poco tiempo.
El alfabeto o clave Morse fue perfeccionado en los siguientes 30 años y aún se le utiliza hoy en diversos países. Los adelantos en el manejo de la electricidad y en la construcción de máquinas y aparatos de transmisión también contribuyeron a hacer más fluida y rápida la comunicación telegráfica. Este invento permitió a las personas contar con un servicio de comunicación a distancia disponible las 24 horas del día, independientemente de las condiciones climatológicas y las diferencias de horario entre los continentes. Su importancia para la vida social llegó a ser tanta, que durante los enfrentamientos armados de los años siguientes, los ejércitos se proponían como un objetivo principal tomar por asalto la oficina de telégrafos y cortar las comunicaciones, como una forma de debilitar al enemigo. El telégrafo fue el más importante medio de enlace rápido, hasta que apareció el teléfono.
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EL TELÉFONO

El telégrafo eléctrico hizo posible la invención del teléfono en el siglo XlX. Desde 1837 algunos trabajos experimentales permitían suponer que era posible trasmitir la voz humana. En 1861 J.P. Reis, físico alemán, logró transformar sonidos en impulsos eléctricos e integrarlos nuevamente en sonidos. Pero ni él ni otros inventores lograron reproducir la voz humana como tal, con sus características de tono, intensidad y timbre. El mérito le correspondería a Alejandro Graham Bell, un físico estadounidense que se ocupó durante años de la enseñanza de los sordomudos; en 1876 él construyó un aparato con el que se pudo transmitir claramente la voz humana a distancia. El teléfono de Bell resultó muy útil pero aún con deficiencias, por lo que otros inventores debieron perfeccionarlo, entre ellos Tomás Alva Edison, quien le adaptó un micrófono.

Los problemas técnicos del teléfono en sus inicios no desalentaron a la gente ni a quienes pensaron que este medio de comunicación podría instalarse en los hogares y no sólo en oficinas públicas, como sucedió con el telégrafo.

Alejandro Graham Bell

En 1878 Jorge W. Coy puso en servicio la primera central telefónica, que resolvió muchos de estos problemas. Otros inventores también hicieron mejoras al teléfono de Bell, hasta lograr la automatización del servicio en la era actual, que permite atender a millones de usuarios, con instalaciones más seguras y más convenientes para las modernas ciudades.

Este invento tuvo gran demanda social desde sus inicios.
La gente se maravilló ante la posibilidad de establecer comunicación a gran distancia, de manera fluida, instantánea y casi tan real como en una conversación cara a cara. El teléfono superó la velocidad de respuesta del telégrafo y agregó la voz humana; este hecho hizo que la comunicación se volviera personal y cambió muchas pautas en las relaciones de las personas.
Tal vez por estas razones la gente concedió al teléfono un lugar muy importante dentro del hogar y pronto lo convirtió en un instrumento fundamental de sus actividades diarias.

El servicio telefónico también adquirió gran importancia para la vida económica, política y cultural en todos los países donde se instaló. Aún en la actualidad, el desarrollo económico de un país se mide por varios aspectos, entre ellos, por la cantidad de ciudadanos que poseen un teléfono.

A través de él se puede asistir a una teleconferencia; se puede enviar una imagen a través del fax, que es una especie de copiadora conectada a un teléfono; en muchos lugares ya se hacen ventas y compras por teléfono de una gran variedad de productos; conectado a una computadora, el teléfono permite también enviar mensajes y todo tipo de información, en lo que se conoce como el correo electrónico; los bancos también lo requieren para establecer una gran red telefónica que hace casi innecesario acudir a sus instalaciones.
Cuando no tenemos a la mano un teléfono y nos encontramos frente a una emergencia o en una catástrofe, es cuando más podemos comprobar la utilidad y la necesidad de este medio de comunicación.
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EL RADIO

Luego del éxito que representó el telégrafo eléctrico, algunos científicos se esforzaron por hacer funcionar este aparato sin necesidad de usar cables. De ahí surgió la telegrafía sin hilos y después el radio. Maxwell fue un físico británico que pensó que la energía no sólo se desplaza como señales eléctricas a través de un cable, sino también por el aire, en forma de ondas, de manera parecida a las ondas que se forman en la superficie del agua cuando arrojamos una piedra. Otro físico, el alemán Hertz, logró demostrarlo. Años más tarde, el inventor francés Branly construyó un aparato con el que pudo transmitir esas ondas de energía, y recibirlas a distancia en otro aparato. Finalmente, el ruso Alejandro Popov ideó la manera en que esas ondas fueran recibidas por una antena. Todos estos descubrimientos fueron aprovechados por un físico italiano, Guillermo Marconi, quien en 1896 logró transmitir señales a varios cientos de metros de distancia, y luego a varios kilómetros. A pesar de ello, este científico no tuvo apoyo en su tierra natal, por lo que se fue a Inglaterra. En este país un hecho fortuito cambió su suerte: con su aparato logró transmitir un mensaje, desde una isla en la que se encontraba enferma la reina Victoria, hasta Londres, para avisar de su estado de salud.

Guillermo Marconi

Esta circunstancia le permitió recibir ayuda económica para seguir perfeccionando su invento, alcanzando cada vez mayores distancias. Pero el aparato de Marconi no podía transmitir la voz humana; sus mensajes eran sólo sonidos como los del telégrafo.

Los siguientes inventores se dedicaron precisamente a crear el tipo de instalación que hizo posible transmitir claramente los sonidos y la voz humana, así como eliminar los ruidos o interferencias en la transmisión.

El radio como tal tardó sólo unos pocos años en ser creado: hacia 1906 la transmisión de sonidos y la voz humana era una realidad. Al principio las emisiones no fueron continuas, pero poco a poco se regularizaron, captando el interés público; mucha gente recibió con agrado un nuevo aparato que transmitía la voz y otros sonidos, como la música. Otros encontraron la oportunidad de enviar avisos, de expresar opiniones y de divertir al público. Los comerciantes vislumbraron pronto el poder del radio para anunciar sus productos e incitar a la gente a comprarlos a través de mensajes atractivos. Esto dio lugar a los anuncios comerciales, y al pago que recibía la estación de radio por el tiempo de anuncio. Los políticos también hicieron uso de este medio para difundir sus discursos a toda la nación; entonces fue necesario “encadenar” todas las estaciones para hacer llegar el mensaje simultáneamente, y con ello nació el concepto de programas “en cadena” nacional. De este modo, hacia 1920 surgió la radiodifusión comercial en muchas partes del mundo, con programas musicales, anuncios comerciales, algunas noticias, y programas de entretenimiento, principalmente. En México, datan de 1921 los primeros trabajos de impulso a la radiodifusión.
Al igual que pasó con anteriores inventos, el radio se incorporó a la aviación, a la navegación, al ejército y a diversos servicios públicos.
Una diferencia importante entre el telégrafo, el teléfono y el radio, es que este último ofreció a la sociedad nuevas oportunidades de diversión y de uso del tiempo libre. En muchas partes del mundo el radio cambió la forma de vida de las familias. Se hizo común que este aparato ocupara un sitio importante en los hogares y que fuera motivo de reunión de familiares y amigos para escuchar los programas. Algunos, como las historias de tipo novela o teatro, despertaban tal interés, que la gente reorganizaba sus actividades y quehaceres para sentarse atenta frente al radio a la hora de la transmisión. En poco tiempo la radio alcanzó gran poder de convocatoria.
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LA TELEVISIÓN

Aunque el ser humano cuenta con varios órganos que le permiten captar lo que le rodea, la vista ocupa un lugar muy importante en su modo de percibir el mundo. Por eso los científicos que ya habían logrado transmitir la voz y cualquier sonido, se interesaron en transmitir también la imagen. Los esfuerzos por lograrlo se hicieron casi al mismo tiempo que se perfeccionaba el radio, sólo que se trataba de un proceso más complejo: convertir una imagen en electricidad y luego nuevamente en imágenes claras, proyectadas en una pantalla. Hacia 1875, un inventor norteamericano logró crear un sistema rudimentario de televisión con el que produjo una imagen muy burda de los objetos. Más tarde, en 1884, Pablo Nipkow inventó un aparato que superó al del norteamericano, pero las imágenes que obtuvo eran aún muy borrosas. Los mayores adelantos se consiguieron hasta principios del siglo XX, con inventos como el iconoscopio del ruso Vladimir Zworykin en los años veinte, que otros tuvieron que desarrollar y perfeccionar.
Desde 1930 se hicieron muchas transmisiones experimentales en los países de Europa y en Estados Unidos, pero se interrumpieron durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Cuando la guerra terminó, nuevamente hubo mucho impulso a este invento: se crearon nuevos modelos de televisores, se fabricaron cámaras y equipo portátil para transmitir en directo desde lugares diferentes y se intensificaron los experimentos para crear la televisión a colores.

 

Guillermo González Camarena

Hacia 1950 la televisión funcionaba plenamente en Estados Unidos y en Europa, y empezaba a introducirse también en América Latina. En México, algunos de los técnicos que experimentaban con el radio desde 1921 también realizaron importantes aportes a la creación de la televisión, aunque en la historia de la misma casi nunca se les menciona. Un ejemplo de estos técnicos mexicanos es el señor Guillermo González Camarena, quien hacia 1945 presentó la primera cámara de televisión construida en el país. La televisión mexicana inició sus transmisiones en 1946, pero no fue sino hasta 1950 cuando se consideró oficialmente inaugurada con motivo del cuarto informe de gobierno del presidente Miguel Alemán.

La televisión se ha desarrollado a grandes pasos. Como ningún otro invento, la televisión ha merecido los más grandes elogios y las más duras críticas de parte de la sociedad. Se le reconoce el gran mérito de permitir ver y oír a distancia, desde el hogar, por lo que es un componente muy importante de la diversión y la convivencia familiar. También se le reconoce el mérito de servir como medio instructivo e informativo del acontecer mundial. Pero la mayor crítica se le ha hecho cuando ha manipulado la opinión de la gente y ha distorsionado la realidad. Quienes hacen esta crítica piensan que las personas llegan a creer tanto en lo que ven y oyen en la televisión, que confunden la ficción y la realidad, además de que pierden el sentido crítico que les permitiría analizar y juzgar lo que ven. La pasividad y la dependencia que mucha gente muestra ante la televisión, en vez de fomentar la convivencia familiar, aisla a sus integrantes.

A pesar de todo lo que se dice de la televisión, en la actualidad sigue siendo un medio de comunicación que muchas familias quieren tener, ya que ni los más modernos entretenimientos han logrado desplazarla de la vida diaria.

Más allá del uso doméstico de la televisión, este invento ha sido usado en otros ámbitos con intenciones de ayudar al ser humano a vivir mejor. Por ejemplo, en el sector médico se valen de un sistema especial de televisión para diagnosticar el estado de salud o para operar a una persona. Algunas cirugías pueden hacerse sin necesidad de abrir completamente el cuerpo humano, gracias a ese sistema de televisión que permite a los médicos ver el interior del cuerpo y operar a través de unos pequeños agujeros en el cuerpo. Éste es un adelanto científico muy importante que reduce muchos riesgos en las operaciones y hace más rápida la recuperación de las personas. También se utiliza la televisión en bancos, empresas y en casas habitación como seguridad contra robos y asaltos, al colocar cámaras que vigilan las entradas y otras áreas importantes.

En los siglos XlX y XX se crearon los medios de comunicación que más han logrado impactar a la sociedad, modificando los estilos tradicionales de vida. Una de las características más evidentes de estos inventos, es el uso de tecnologías modernas que les permiten alcanzar velocidades impresionantes y cubrir grandes áreas. Muchos de ellos, como el teléfono celular, el correo electrónico y el fax, pueden transmitir señales en muchísimo menos tiempo que un segundo. Los satélites de comunicación, que son grandes antenas colocadas en el espacio, hacen posible la comunicación casi instantánea y cubren todos los rincones del mundo facilitando el enlace entre los hombres de todas las razas y naciones del planeta.
Nosotros podemos comprender la importancia de estos medios de comunicación si valoramos que nuestros abuelos y bisabuelos no tuvieron la oportunidad de facilitar con ellos su vida diaria. También podemos intentar que nos sirvan para conocer mejor el mundo en que vivimos, de un pueblo a otro y de una frontera a otra, sin menosprecio de ninguna cultura. Debemos esforzarnos por desarrollar en cada uno de nosotros la capacidad de análisis y de crítica para contrarrestar los efectos nocivos de los medios de comunicación, y reconocer que éstos no son buenos o malos por sí mismos, sino por el uso que nosotros mismos les damos. Debemos lograr que la ciencia y la tecnología estén al servicio de la sociedad, para ser cada vez mejores personas.
 

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