Cultura y consumo |
El consumo está determinado por diversos factores, entre los que se pueden destacar los aspectos culturales, esto implica que la cultura en la que vivimos, le da un especial significado a los productos cotidianos. Tales significados se difunden a través de la familia, la escuela, los amigos, los medios masivos y electrónicos de comunicación; ninguna persona está fuera de tales influencias. Específicamente, en lo que se refiere al consumo, cada grupo social conforma y comparte creencias comunes generales y/o consumiendo determinados productos o servicios para satisfacer sus necesidades de alimentación, vestido, vivienda, educación y entretenimiento. |
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La cultura evoluciona constantemente, integrando las viejas ideas y costumbres con las nuevas, o sea, la cultura varía de lugar en lugar y de una época a otra.
Por ejemplo, comer es una necesidad primaria, no obstante, para los humanos representa algo más que una fuente de energía. La comida está estrechamente ligada al marco social y los diferentes valores que le asignamos a la misma; nos permite por un lado, compartir y estar con los demás y demostrar los afectos. De hecho; en algunas culturas, el no aceptar la comida que nos invitan, puede ser tomado por el anfitrión como un rechazo o una desatención.
En la década de los cincuenta esta moda no hubiera prosperado, pues los cánones sociales y culturales en ese período eran diferentes. En suma, la cultura repercute en los diferentes ámbitos de nuestra vida y, por supuesto, en el consumo. |