Si cumplimos con nuestras obligaciones
y nos despiden injustificadamente, tenemos derecho a una indemnización
de acuerdo con el tiempo que duró la relación
laboral.
En el artículo 50 de la Ley
Federal de Trabajo se trata lo de las indemnizaciones, es
decir, de reparar el daño causado; por ejemplo, en
caso de despido injustificado, el patrón te tiene que
indemnizar con 20 días de salario por cada año
trabajado.
Una de las formas por la que se termina
la relación laboral es por renuncia del trabajador
o trabajadora.
Es importante que sepamos cuándo
un trabajo ya no satisface nuestras necesidades económicas
o ya no nos gusta. El servicio doméstico también
es una relación afectiva entre la empleada del hogar
y los miembros de la familia donde trabaja. Cuando algo no
funciona en la relación afectiva con nuestros empleadores,
nos afecta emocionalmente y podemos renunciar por ello. También
cuando nos ofrecen otro trabajo con mejores prestaciones o
mejor salario.
Si decides renunciar, la Ley marca
que puedes dar por terminada la relación de trabajo
dando aviso a tu empleadora con ocho días de anticipación.
Algunas recomendaciones para decirle
a tu empleador o empleadora que renuncias.
Decirle con anticipación
que ya no quieres trabajar en su casa, para darle tiempo
de buscar quien te reemplace.
Elegir un momento oportuno para
decirle los motivos de tu renuncia.
escribirle una carta, en la que
expliques los motivos de tu renuncia.
Escribe tres recomendaciones más
de acuerdo con tu experiencia:
A.
B.
C.
Si convives con niños pequeños, es posible que
exista un lazo de afecto entre ustedes. ¿Cómo
les explicarías que ya no vas a trabajar en su casa?
¿Qué utilidad tiene para
una empleada del hogar contar con buenas referencias de sus
empleos anteriores?
¿Alguna vez te han despedido
injustificadamente? ¿Qué has hecho?
Antes de abandonar
un lugar de trabajo, en nuestro caso, antes de dejar
la casa de nuestro empleador o empleadora, es indispensable
hacer entrega de todas las herramientas, utensilios,
llaves, ropa de trabajo y todo aquello que tengamos
bajo nuestra custodia.
Si ocupamos alguna habitación,
hay que dejarla limpia y no olvidar nuestras cosas personales.
Cuando termina una relación
laboral, es conveniente quedar en buenos términos
con nuestros empleadores. Es importante pedirles una
carta de recomendación porque nos puede servir
para un siguiente empleo.
En esta Unidad hemos estudiado algunas
de las condiciones mínimas a las que tienes derecho
como empleada del hogar, pero aún hay mucho por saber.
Si tienes dudas sobre tus derechos y obligaciones o si eres
víctima de abusos por parte de tu empleadora o empleador
puedes acudir a algunas instituciones.
Existe una Procuraduría General
del Trabajo en todos y cada uno de los estados, así
como oficinas de la misma en varios municipios. En las Procuradurías
del Trabajo pueden ayudarte a hacer valer tus derechos y a
aclarar tus dudas. El servicio es gratuito.
Si tienes problemas en la relación
laboral con tu empleador o empleadora puedes acudir a las
Juntas de Conciliación y Arbitraje para que un Secretario
de una de las Juntas decida lo que corresponde hacer y haga
valer tu derecho.
Haz clic en el botón de Recursos
y consulta el Directorio, en él encontrarás
la ubicación y dirección electrónica
de Instituciones que te pueden orientar sobre derechos laborales
de las empleadas del hogar en el estado donde vives.
La Ley federal del
Trabajo nos protege como empleadas del hogar.
Si necesitas saber más
sobre tus derechos y obligaciones como empleada del hogar,
busca información y asesoría, pero nunca
te quedes con la duda.