Todas las trabajadoras
y trabajadores tenemos derechos y obligaciones sin importar
la actividad laboral a la que nos dediquemos.
Las obligaciones que adquirimos al
establecer una relación de trabajo o laboral se refieren
principalmente al oportuno y buen cumplimiento del servicio
doméstico que nos comprometemos a realizar.
Nuestros derechos como trabajadoras
son el respeto pleno a las condiciones de trabajo que marca
la Ley Federal del Trabajo y las que acordamos con nuestra
empleadora.
La Ley Federal del Trabajo tiene un apartado
especial en el que se refiere a las trabajadoras y trabajadores
domésticos, en él se establecen para los patrones
las obligaciones siguientes:
Guardar consideración al trabajador
doméstico, absteniéndose de todo maltrato
de palabra o de obra.
Proporcionar al trabajador habitación cómoda
e higiénica para dormir; una alimentación
sana y satisfactoria y condiciones de trabajo que aseguren
la vida y la salud.
Cooperar para la instrucción general del trabajador
doméstico.
Proporcionar asistencia en caso
de enfermedad o muerte.
Por nuestra
parte tenemos la obligación de guardar al patrón,
a su familia y a las personas que concurran al hogar donde
prestemos nuestros servicios, consideración y respeto.
Además, poner el mayor cuidado en la conservación
de los muebles, aparatos y objetos de la casa.
Observa las siguientes ilustraciones,
en cada una de ellas encontrarás una posible violación
de los derechos de una empleada del hogar. Escribe en el espacio
en blanco lo que marca la Ley Federal del Trabajo para evitar
que se violen sus derechos laborales. Fíjate en el
ejemplo.
El salario es un derecho irrenunciable. Aunque la empleada
no quiera, su empleadora está obligada a pagarle por
su trabajo.
Menciona tres obligaciones que tienen
las empleadas del hogar para con sus empleadores, según
la Ley Federal del Trabajo.
1.
2.
3.
Si tienes dudas vuelve a leer el tema
3 Mi relación de trabajo.