El grillo maestro
Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos
del invierno el director de la escuela entró sorpresivamente al
aula en que grillo daba a los grillitos su clase sobre el arte de cantar,
precisamente en el momento de la exposición en que les explicaba
que la voz del grillo era la mejor y la más bella entre todas las
voces, pues se producía mediante el adecuado frotamiento de las
alas contra los costados, en tanto que los pájaros cantaban tan
mal porque se empeñaban en hacerlo con la garganta, evidentemente
el órgano del cuerpo menos indicado para emitir sonidos dulces
y armoniosos.
Al escuchar aquello el director, que era un grillo muy viejo y muy sabio,
asintió varias veces con la cabeza y se retiró, satisfecho
de que en la escuela todo siguiera como en sus tiempos.
Augusto Monterroso
El burro y la flauta
Tirada en el campo estaba desde hacía tiempo una flauta
que ya nadie tocaba, hasta que un día un burro que paseaba por
ahí resopló fuerte sobre ella, haciéndola producir
el sonido más dulce de su vida, es decir, de la vida del burro
y de la flauta.
Incapaces de comprender lo que había pasado, pues la racionalidad
no era su fuerte y ambos creían en la racionalidad, se separaron
presurosos, avergonzados de lo mejor que el uno y la otra habían
hecho durante su triste existencia.
Augusto Monterroso
 
|