Pubertad femenina y pubertad masculina
Las cartas de Ana y Jorge
 
 
Pubertad femenina
 
Querida Norma,
 
Fue una lástima que te fueras a vivir a San Antonio, ya me había acostumbrado a estar contigo. En el salón todas las compañeras preguntan por ti, bueno, también ellos, sobre todo Roberto. Oye, ¿qué tal la escuela en la que entraste? ¿es mixta o sólo para mujeres?
 
Hay mil cosas que sólo a ti te puedo decir, y como no estás, te las voy a escribir, pero no se las digas a nadie, recuerda el pacto secreto: “De aquí no sale nada”.
 
Cuéntame, ¿ya usas brassiere? El otro día llegaron Miriam, Lolis y Artemia estrenando y creyéndose las muy importantes. Cuando me desvisto me veo en el espejo pero, por más que quiero, no se me nota nada. A veces me pruebo el brassiere de mi hermana Luisa, pero me queda grande. No quisiera llegar a fin de año con los pechos planos.
 
Déjame contarte de mi fiesta de 11 años. Me puse el vestido blanco y azul que me trajo mi papá de San Luis. Con el brassiere de Luisa me veía perfectamente y me pude mover muy a gusto. Sólo a Mónica le dije, pero creo que mi mamá se dio cuenta, pues me echaba unas miradas. Además, ella bien que usa minifalda y
nadie le dice nada, aunque la verdad ya no está en edad.
 
Han pasado muchas cosas desde que te fuiste. El martes pasado fue la orientadora de la escuela a dar una plática sobre la pubertad. Te apuesto a que de esto no sabes nada. Le llaman pubertad al conjunto de cambios por el que dejamos de ser niñas y llegamos a ser adultas. Con la pubertad nuestro cuerpo queda listo para tener hijos o, como ella dijo, para reproducirse. ¿Sabías que hay una glándula abajo del cerebro, del tamaño de un frijol, que se llama hipófisis y que produce y libera hormonas? Las hormonas son las causantes de los cambios
propios de nuestra edad. Yo creo que todos los cambios son importantes.
 
Aumenta el tamaño de las mamas, la aréola se hace más ancha, los pezones se levantan y crecen hacia fuera.
Nuestra cadera y muslos se redondean.
Aparece vello suave en el pubis formando un triángulo al revés,
también sale en las axilas.
La regla o menstruación se presenta por primera vez.
A veces pueden salir granitos en la cara, pecho y espalda. Para este problema hay que dejar de comer grasas en exceso, lavarse muy seguido la cara con agua
y jabón neutro y evitar el uso de cremas o pomadas que no hayan
sido indicadas por el médico.
 
 
Todos estos cambios a mí ya me están ocurriendo desde hace un año, ¿a ti no?; la maestra dijo que pueden comenzar desde los 10 o hasta los 14 años. Cuando dijo eso yo voltee a ver a Miriam como diciéndole: ¡ya ves, no todas comenzamos a la misma edad! Y no es que ellas sean más importantes, sino que tiene que ver
con la comida, con tener una alimentación equilibrada; aunque la mayoría de las mujeres empiezan a la misma edad que comenzaron sus papás. Mi mamá empezó la pubertad a los 12 años; además, en clima cálido comienza antes. Hay niñas
en Acapulco que a los 10 años tienen los pechos muy grandes.
 
También dijo que crecen los genitales internos y externos, ¿y eso qué es? Yo no sé bien cómo son las mujeres por abajo, ¿te acuerdas que una vez nos estuvimos viendo con un espejo y no supimos distinguir las partes? La maestra hizo un dibujo en el pizarrón más o menos así:
 
Los órganos sexuales externos
se hacen visibles cuando se
separan los muslos, y explicó que
al conjunto de genitales externos
se le llama vulva; consta de
labios mayores, que se hacen
gruesos y salientes durante la
pubertad, y de labios menores,
que crecen y se separan de los
mayores. A mí todavía no se me
ven los labios menores y tengo
muy pocos vellos. El clítoris es el
órgano más sensible de la mujer,
cualquier cosa que lo roce se
siente.
 
 
 
Los genitales internos, o sea los que están adentro, son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. En esta etapa todos los genitales internos aumentan de tamaño, preparándose para las relaciones sexuales y el embarazo. Yo no sabía que la vagina es como un túnel elástico que va
de la vulva hasta el cuello del útero, y tiene muchas funciones:
 
Por la vagina sale la sangre o flujo de la menstruación, o regla.
Durante el acto sexual, sale un líquido de la vagina que
permite que entre el pene (órgano sexual masculino) fácilmente, a esto le llaman lubricación vaginal.
En la vagina se recibe el semen o líquido que expulsa el hombre en el acto sexual.
Es el camino que atraviesan los bebés al nacer.
 
También, la orientadora dijo que en la pubertad la hipófisis libera unas sustancias llamadas hormonas que hacen que los ovarios maduren y expulsen unas células que se llaman óvulos, y estas pueden convertirse en un bebé si se encuentran
con los espermatozoides en una de las trompas de Falopio; los espermatozoides son las células que expulsan los hombres con el semen. También en la pubertad aparece la menstruación o regla.
 
Sobre esos temas todavía tenemos muchas dudas. Todos estuvimos un poco apenados en la clase: Jorge y Roberto se reían a cada rato. Toño y Lulú, como ya son novios, estaban colorados. Mónica y yo decidimos que indagaríamos más sobre el asunto.
 
No dejes de contestarme rápido. A ver si puedes enviarme un lápiz de labios dorado de los que venden allá. Cuéntame todo lo importante, ya sabes: “De aquí no sale nada”.
 
Ana
 
 
Pubertad masculina
 
¿Cómo has estado tío?
 
Ya me salieron
pelitos en las
axilas y también
tengo en el pecho,
uso las camisas
abiertas para que las chicas digan:
“Jorge es un
hombre de pelo
en pecho”.
 

Me dio mucho gusto recibir tu carta, la verdad es que te he extrañado mucho. Ya sabes que me da mucha flojera escribir, pero ahora necesito que me ayudes porque tengo muchas preguntas y no sé qué hacer, me siento solo.

¿Sabes?, estoy harto de ir todos los domingos a la casa de mi abuela. Me aburren las pláticas de los adultos y hasta la forma en que hablan mis papás y mis tíos, porque me parecen anticuados y ridículos. No me respetan, me tratan como si fuera todavía niño.

Tío, si me vieras no me conocerías, yo creo que estoy de tu tamaño o ya te pasé. ¡Imagínate!, los pantalones que me compré en Navidad me quedan cortos. Ya calzo del mismo número que mi papá. El otro día que me llevé sus zapatos a una fiesta me regañó y hasta me castigó prohibiéndome salir con mis amigos. Qué exagerado ¿no? Total, sus zapatos ni me gustan porque están muy pasados de moda. Oye, necesitas mandarme una receta para los granitos que me están saliendo en la frente. Aunque ya dejé de comer chocolates y me lavo la cara tres veces al día, no se me quitan. Esto me da angustia y ya sabes, mi mamá me dice: “Deja de pellizcarte que te van a quedar cicatrices en toda la cara”.

También te quiero contar que el sábado me rasuré y aunque me corté, pude usar el perfume que me regalaste el día de mi cumpleaños.

 

Me ardió mucho la cara. Mis amigos me dijeron: te vaciaste la botella. Pero yo sé que les da envidia no tener bigote todavía.

Ya me salieron pelitos en las axilas y uso un desodorante igualito al perfume. También tengo pelitos en el pecho, por eso uso las camisas abiertas, para que las chicas del salón digan: “Jorge es un hombre de pelo en pecho”; no es cierto, tengo como tres pelos, nada
más. Pero eso sí, en el pene tengo toda una “selva”. Por cierto que me da vergüenza porque todo el tiempo traigo el pene parado, ¿por qué pasa esto? Sobre todo en las mañanas. Pues dicen que estos cambios se dan en la pubertad.

Lo bueno es que la orientadora de la escuela ayer nos habló de lo que significa la pubertad, que es una etapa en la cual se dan los cambios de tipo físico. Nos explicó cómo desde que nacemos, tanto hombres como mujeres, tenemos características físicas que nos diferencian y, más o menos desde los 9 ó 10 años de edad en adelante, empezamos a tener un desarrollo o “maduración”, como dijo ella, de los órganos que distinguen a cada sexo. Por esta maduración empieza
a haber un crecimiento de los testículos y el pene.

  Empieza a haber un crecimiento
de los
testículos
y el pene.
Posterior a esto, los testículos
ayudan,
por medio de
la producción
de una
hormona
llamada testosterona,
a que aparezca
el vello en la cara, las axilas y el pubis.
 
Posteriormente a esto, los testículos ayudan, por medio de la producción de una hormona llamada testosterona, a que aparezca el vello en la cara, las axilas y el pubis. Y es cierto, a mí ya me está saliendo vello. También nos dijo que en los testículos se producen los espermatozoides, que son las células sexuales del hombre. Presentó un esquema de cómo somos por dentro y cómo los espermatozoides hacen su recorrido. El esquema es más o menos así:
 
Y mira, yo nunca me imaginé que tuviéramos tantos órganos internos.
En fin, resulta que cuando se está en la pubertad, el pene se para por diversas razones o, como aprendí hoy, se pone erecto. Mientras tanto, los espermatozoides se dirigen de los testículos hacia el epidídimo que es donde se juntan los túbulos que vienen del testículo; de ahí, se conectan con un tubo llamado conducto deferente, el cual desemboca en las vesículas o glándulas seminales; los espermatozoides se mezclan con otro líquido que se forma en la próstata, y así es como resulta el semen.
 
 
La próstata rodea un tubo que se llama uretra, ésta tiene dos funciones: eliminar la orina del cuerpo y ser una vía para expulsar el semen. A esto último se le
llama eyaculación. Antes de la eyaculación salen unas gotitas de la glándula de Cowper, que prepara el canal para el paso del semen.
 
La orientadora nos dijo algo que a mí me llamó mucho la atención: que más o menos en cada eyaculación expulsamos unos 200 a 300 millones de espermatozoides, contenidos en 2.5 a 4 ml. de líquido.
 
Por último, nos comentó cómo durante la pubertad este líquido sale en forma de chorro, por lo general durante la noche, cuando estamos dormidos y que la salida de este semen va acompañada casi siempre de una sensación placentera. ¿Sabes que la otra noche tuve una eyaculación? Es que estaba soñando con Susana, la maestra de historia, que es guapísima. Ella se me acercaba y me abrazaba y...
bueno, por primera vez amanecí mojado. Lo primero que pensé es que me había orinado y sentí pena al principio, pero ¡qué alivio saber que era una eyaculación y que es totalmente normal! Además, nos habló de los cambios que tienen las mujeres; yo no sabía más que lo de la regla.
 
Me sentí bien, aunque con pena, porque era la primera vez que nos hablaban de estos cambios a todos, hombres y mujeres, juntos.
 
Bueno, no tengo más que contarte por ahora; espero que me escribas pronto.
 
Salúdame a tu nueva novia.
 
Jorge
 
P.D. ¡Ya no aguanto a mi mamá!, a cada rato me anda diciendo que me bañe. ¿Por qué no le escribes y le pides que ya no me moleste?
 
Aguilar Gil, José Ángel y Rodríguez Ramírez, Gabriela. “Pubertad Femenina” en Sexualidad: lo que todo adolescente debe saber. Sistemas Técnicos de Edición, S.A. de C.V., México, 1993.