La Tierra libera su energía.

Así como tú liberas la energía que acumulas corriendo o realizando diferentes actividades, también la Tierra libera la energía acumulada en su interior, aunque la manera como lo hace tiene que ver con movimientos más bruscos, como los sismos y las erupciones volcánicas.

¿Has visto lo que sucede cuando arrojas una piedra al agua en un estanque? Se forman ondas que van creciendo en forma de círculo. Un sismo es una vibración natural que se produce por la ruptura de grandes masas de rocas, que se localizan bajo la corteza terrestre, esta vibración viaja en forma de ondas. Cuando esto sucede se libera gran cantidad de energía, esto puede pasar tanto en los continentes como en el mar, y se manifiesta como una onda que produce sacudidas en diferentes direcciones que pueden ocasionar destrucción y muerte.

El lugar de la superficie donde se registra un sismo se llama epicentro, punto en el que se llegan a provocar los mayores daños, y cuyas vibraciones pueden abarcar grandes áreas.

El instrumento esencial para estudiar los temblores es el sismógrafo. Éste es un aparato que registra el movimiento del suelo causado por el paso de una onda sísmica. Registra, además, datos que permiten determinar las características de un movimiento telúrico (de la Tierra), tales como su distancia al epicentro, intensidad, velocidad de propagación (en cuánto tiempo llega a otros sitios), así como su principio y fin. Los sismógrafos fueron ideados a fines del siglo XIX y perfeccionados a principios del XX; en la actualidad, estos instrumentos han alcanzado un alto grado de desarrollo electrónico, pero el principio básico es el mismo.

 
Otro resultado de la actividad interna de la Tierra son los volcanes.
Cuando el magma, que se encuentra en el manto de la Tierra, sale hacia la superficie, se forma un volcán. Los volcanes no sólo arrojan lava, sino también gases y cenizas en grandes cantidades. La mayoría de los volcanes activos se encuentran en las cercanías donde se unen dos placas tectónicas. Esto lo puedes observar en el mapa que se presenta abajo.

También existen volcanes submarinos y apagados. Los submarinos generalmente derraman su lava tranquilamente, pero en ocasiones lo hacen de manera explosiva, arrojándola a la superficie y formando pequeñas islas, que en su mayoría se hunden rápidamente, aunque en otros
casos quedan permanentes.

Los volcanes y su relación con las placas tectónicas.

 
Islas Hawai   Paricutín en erupción
Aunque la erupción de un volcán puede destruir una montaña y poblados completos en poco tiempo, los volcanes no sólo destruyen sino que, por las características de sus suelos, se les consideran los más ricos y fértiles debido a la gran cantidad de nutrientes (elementos químicos) que poseen.

Algunos ejemplos de volcanes que ya no presentan actividad o están inactivos son: el Paricutín, en México, y el Fujiyama, en Japón. Entre los activos o en erupción constante están: el Mauna Loa y el Kilauea en las Islas Hawai, y el Etna en Europa. Otros que en algunas ocasiones han hecho erupción y en estos momentos se encuentran en calma son: el Vesubio en Italia y el Popocatépetl en nuestro país.